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Spinning para principiantes: cómo tener los mejores glúteos y piernas tonificadas en tiempo récord

Si eres nueva en el gimnasio, probablemente te hayas sentido intimidada al ver esa sala con la música a tope y cuerpos cubiertos de sudor haciendo spinning. ¡Pero fuera miedos! Ni de lejos es para tanto y si eres principiante te vendrán bien unos consejos para poder tener los mejores glúteos y las piernas tonificadas mucho antes de lo que esperabas.

No lo dudes: el spinning es un quemagrasas espectacular y mucho más divertido que otros ejercicios del gym. Pero no es sentarse y ya. Tienes que cuidar la postura, por ejemplo, y es cierto que el spinning puede ser peligroso si entrenas de más. Pero si lo haces todo con sensatez tienes un ejercicio de primera para tener los mejores glúteos, las piernas más tonificadas y un corazón a prueba de balas.

El spinning es un excelente ejercicio cardiovascular de interiores que permite quemar hasta 400 calorías por clase mientras esculpes abdominales. Una vez que estás en el sillín, tú tienes el control: manejas la tensión de la bicicleta. Nadie sabrá a qué nivel te manejas. Tú decides el grado de esfuerzo.

Pierde el miedo

Ni de lejos se trata de un ejercicio inabarcable. Sea cual sea tu forma física, siempre vas a encontrar un ritmo adecuado para ti. Pero si vas por primera vez a una sesión, házselo saber al instructor porque seguro que te da unos primeros buenos consejos y te cuida especialmente para que comiences de la mejor forma. La toalla y el agua son siempre muy necesarias. Igual que una ropa cómoda. No lleves nada que pueda atascarse en los pedales de la bicicleta.

Por otra parte, es normal que los glúteos te duelan después de tu primera sesión, independientemente del grado de esfuerzo acumulado. Pero descuida, pues ese dolor remitirá en la siguiente sesión hasta desaparecer en cuanto te acostumbres al spinning. Llevar pantalones cortos acolchados siempre es una buena opción para los principiantes.

Configura bien la bicicleta

Es fundamental saber manejar la bicicleta para adecuarla a tu gusto y tu estado físico. De otra forma, arruinarás la experiencia. Una vez finalices la sesión, y si ha sido de tu gusto, anota la configuración de tu bicicleta para estar lista para la próxima clase. Debes encontrar la altura adecuada del asiento.

Pon tu pie sobre el pedal, luego pedalea hacia adelante, detente y quédate en la parte inferior del recorrido del pedal para verificar la posición óptima. La clave es que las piernas estén completamente extendidas con una ligera flexión de las rodillas. Un buen punto de partida es ponerte de pie al lado de su bicicleta y colocar el asiento de manera que quede a la altura de la cadera. Luego súbete y ajústalo.

La posición del sillín

Recuerda: el asiento de la bicicleta también se mueve adelante y atrás. Para ajustarlo correctamente, siéntate en el sillín, inclínate hacia adelante y coloca sus manos en el manillar de la bicicleta con los codos ligeramente doblados y el cuello y los hombros relajados. Pedalea hacia adelante, mantén la posición cuando los pedales estén nivelados. La clave es mirar hacia abajo para asegurarse de que la rodilla delantera esté sobre el centro del pedal. Las caderas no deben balancearse.

La altura del manillar

Tienes que ir cómoda y al principio lo mejor es poner el manillar un poco más alto que la altura del asiento. A medida que vayas adquiriendo más experiencia, podrás ir ajustando el manillar un poco más bajo para exigir más a tu core. En tres o cuatro sesiones ya deberías estar lista para este paso. Lo más importante es evitar en todo momento el dolor de cuello y hombros.