El Tai Chi es una disciplina marcial procedente de China, la cual comenzó como un conjunto de técnicas que servían para la lucha cuerpo a cuerpo pero que, poco a poco, fue derivando a movimientos lentos y suaves para equilibrar la mente y el cuerpo. No son pocos los que lo comparan con el yoga, pero este último, además de proceder de la India, tiene la particularidad de que utiliza los brazos para sostener el peso del cuerpo, mientras que en el Tai Chi son las piernas las que realizan esta función.
Aunque otras artes marciales tienen más capacidad de adalgazamiento del Tai Chi (al incluir más trabajo cardiovascular), según un estudio publicado en los Anales de Medicina Interna, una práctica continuada puede hacer que tu cintura se reduzca más de 1,5 centímetros, por lo que es ideal para mantener nuestra silueta.
Los movimientos son lentos pero continuos y orgánicos, lo que genera un aumento del equilibro y la fuerza y esto redunda en una mayor consciencia de nuestro cuerpo. Además, al ayudarnos a relajarnos y mejorar nuestra concentración y repiración, contribuye a aportar más energía a nuestro organismo para afrontar el día a día.
Por otro lado, gracias a los movimientos lentos pero seguidos se consigue activar el metabolismo por lo que aumenta el gasto de energía y se reducen los depósitos de grasas, quemando algunas calorías a la vez que nos relajamos. No es un ejercicio fuerte que ayude a perder mucho peso, pero sí contribuye a mejorar y acelerar el proceso para reducir la celulitis.
Uno de sus principales beneficios para ayudarnos a adelgazar es que nos enseña a controlar el estrés y la ansiedad, logrando dejar de comer entre horas por estos motivos. De este modo, nos ayuda a distinguir el hambre real del emocional y nos permite establecer unos horarios de comidas más ordenados y saludables.
Además, al tratarse de un ejercicio de bajo impacto, ayuda a cuidar las articulaciones y a mejorar todo el sistema óseo, minimizando al máximmo el riesgo de sufrir cualquier tipo de lesiones. Por tanto, este ejercicio es perfecto para personas con problemas óseos y de articulaciones y para las que busquen prevenirlos.
Mujer haciendo Tai Chi. /
Siempre que vas a iniciarte en una disciplina nueva sería interesante que contases con la ayuda de un profesional, pero en el caso del Tai Chi, al tratarse de un ejercicio tan poco doloso, no hay demasiado problema en que realices ciertos movimientos desde tu casa incluso cuando nunca los hayas hecho. Estas son cuatro de las mejores posturas para que consigas adelgazar poco a poco y sin demasiado esfuerzo:
Para realizar esta postura correctamente, coloca los pies en paralelo a la altura de las caderas y deja los brazos sueltos. A continuación, inhala y da un paso con la pierna izquierda hacia un lado mientras levantas los brazos a la altura de los hombros. Mientras sientes cómo se relajan tus muñecas, exhala para dar un paso hacia atrás mientras bajas los brazos y flexionas las muñecas. Repite este ejercicio durante unos minutos alternando la respiración en cada movimiento.
Comienza des plazando el peso sobre el pie izquierdo y empujando la mano derecha hacia el frente como si estuvieras lanzando algo. Ahora, desplaza el peso hacia el pie derecho y dirige tu mano derecha hacia el pecho. A la vez que desplazas el peso sobre el pie izquierdo, lleva la mano izquierda hacia la cabeza y la mano derecha cerca del codo izquierdo.
Coloca los pies en paralelo y separados a la anchura de las caderas dejando las manos sobre ellas. A continuación, levanta la pierna izquierda 90 grados, extiende la pierna durante unos segundos antes de doblarla a modo de patada. Repite el movimiento en el lado derecho y alterna la repiración durante dos minutos. A medida que practicas este movimiento, desarrollarás tu equilibrio mientras mejores la flexib ilidad y el ritmo cardíaco.
Este movimiento requiere empujar las caderas hacia atrás hasta agacharte, manteniendo el pecho hacia adelante y las rodillas hacia afuera. Los expertos recomiendan mantener esta posición en cuclillas de cinco a diez segundos antes de volver a la posición inicial y volver a realizarla de nuevo.