abdominales Esta técnica japonesa promete eliminar la grasa abdominal a partir de los 50 con un truco de lo más sencillo: ¡controlar tu respiración!

Deshacerse de la grasa abdominal es uno de los objetivos más complicados y a la vez más deseados, especialmente a partir de cierta edad cuando la acumulación de grasa en esta zona es más habitual. Una dieta equilibrada y el ejercicio físico adecuado son imprescindibles para librarse de esa situación tan molesta, pero no es la única solución. La prueba de ello es esta técnica japonesa, que aunque parezca mentira, te ayuda a eliminar el temido michelín con trucos de respiración .

El actor japonés Miki Ryôsuke fue quien reveló las bondades de este truco tras perder 11 centímetros de cintura y 13 kilos poniéndolo en práctica. Todo empezó cuando comenzó a notar molestias en su espalda y decidió practicar la conocida como dieta de la respiración prolongada, que consiste en inhalar durante tres segundos y exhalar con fuerza durante siete. Aunque no era su objetivo inicial, con esta técnica no solo mejoró sus molestias, también consiguió adelgazar.

Puede parecer magia, pero nada más lejos de la realidad. Los componentes esenciales de la grasa son el hidrógeno, los carbohidratos y el oxígeno, por eso cuando las células grasas entran en contacto con el oxígeno que obtienes al respirar, se produce la quema de grasas y, por ende, la pérdida de peso, pues estas células se descomponen en agua y dióxido de carbono. Además, la repetición de inspiraciones y expiraciones ayuda a acelerar el metabolismo.

Esta técnica, también llamada dieta de la respiración prolongada, es muy sencilla de hacer y es apta para todo tipo de personas. Tan solo necesitas tener claro los pasos y repetirlos correctamente. Ponte de pie, adelanta un pie al resto del cuerpo y contrae los glúteos de manera que sientas que haces fuerza con ellos. De esta forma, el peso de tu cuerpo recae en su mayoría en la parte trasera y ayuda a que el ejercicio sea más efectivo.

A continuación, inhala profundamente durante tres segundos mientras elevas los brazos por encima de la cabeza. Luego, exhala con fuerza durante siete segundos mientras contraes los músculos del cuerpo y fomentas la tonificación de los mismos. Al soltar el aire con presión, todo lo que has inhalado saldrá en los primeros segundos, y durante los restantes se trabajará en la quema de grasa abdominal. Para que sea efectivo, practica este ejercicio entre dos y diez minutos al día.

Existe otra variante que consiste en colocarte con la espalda recta y el glúteo apretado, con una mano en el abdomen y la otra en la espalda. La clave de este ejercicio radica en los tiempos y en la intensidad de la respiración. Por tanto, en esta postura, inhala y exhala como se ha descrito anteriormente, y repite el ejercicio en el mismo intervalo de tiempo.

Esta técnica está abalada por estudios realizados por expertos. Cuanto más oxígeno consume el cuerpo, más grasa se quema, por lo que el planteamiento de esta dieta de la respiración prolongada es perfectamente coherente y sus resultados están más que demostrado. Si bien no sustituye al ejercicio físico, es un buen primer paso para quienes quieran complementar su rutina o iniciarse en este proceso.

Para potenciar los efectos de este ejercicio es fundamental complementarlo con una alimentación y entrenamiento físico coherente con los objetivos deseados. Reduce el consumo de hidratos de carbono y grasas en tu dieta, ya no solo para remar a favor de esta pérdida de grasa, sino para prevenir riesgos en tu salud cardiovascular. Igualmente, los alimentos ricos en azúcar y el sal tampoco son beneficiosos para la acumulación de grasa abdominal.

Siempre puedes completar tu rutina con ejercicios enfocados a trabajar los abdominales, aunque recuerda que estos ejercicios per se no ayudan a perder peso. Estos ejercicios están más bien enfocados a tonificar los músculos de la zona, pero para lograr el resultado completo, incluyen en tu entrenamiento ejercicios de cardio que trabajen todo el cuerpo y ayuden a la pérdida de grasa general.