Llega el buen tiempo y las ganas de salir de casa crecen. Ya sea en fin de semana, en algún puente, o en alguna escapada que te organices en la agenda, es el momento de descubrir nuevos destinos en los que la meteorología nos acompañe para disfrutar de una buena gastronomía y propuestas culturales interesantes. Y si hay un destino de moda que todo el mundo quiere visitar esta primavera, ese es Málaga.
La capital de la Costa del Sol es, junto a Sevilla , Granada y Córdoba , uno de los destinos de ciudad favoritos por visitantes nacionales y turistas extranjeros a la hora de conocer Andalucía. Y Málaga aúna el encanto de una ciudad con una arquitectura con personalidad única, una oferta culinaria de vanguardia y diversos atractivos culturales que van desde la pintura, y su figura internacionalmente conocida, a su oferta teatral.
En definitiva, un sinfín de razones para visitar esta ciudad que se encuentra a tres horas en AVE de Madrid y a la que hay que acercarse, al menos una vez en la vida, para conocer mejor nuestra propia historia.
Porque aunque a todos nos guste viajar para disfrutar de la buena gastronomía y las recomendaciones de nuestros amigos y conocidos, también podemos dedicar un tiempo a la cultura y más si es con una propuesta tan interesante como la del hotel Molina Lario. Situado en pleno centro de la ciudad, frente a su imponente Catedral, este hotel con encanto formado por dos edificios rehabilitados con fachada original del siglo XIX es una referencia a la hora de hacer una escapada de fin de semana con todas las comodidades.
Comenzando por su apuesta cultural, porque sin salir del Molina Lario podemos descubrir la ciudad gracias a las rutas culturales que han diseñado. Todos conocemos a Victoria Kent o María Zambrano, pero la historia de Málaga esconde más mujeres que fueron trascendentales para la historia de la ciudad, como Concha Lazárraga, la primera farmacéutica que tuvo un papel trascendental en el ámbito sanitario de la ciudad, o Trinidad Grund una mujer que, como nos dijo nuestro guía y experto en la historia de la ciudad Fernando Torralba, tiene una vida que bien merece una serie.
En lo que respecta a la oferta gastronómica del Molina Lario, que con sus 4 estrellas cuenta con 106 habitaciones y está a un paso del Museo Picasso y el puerto de la ciudad, el hotel se ha convertido en una referencia gastronómica ineludible para los propios malagueños gracias al restaurante Matiz. Un espacio en el que la cocina andaluza de raíces malagueñas elaborada con productos de temporada, y un estilo tan actual como propio, definen una amplia carta, en la que también podemos disfrutar de un menú degustación.
Porque aunque la oferta culinaria de la ciudad es amplia, hay veces en las que no hay que ir demasiado lejos para saborear deliciosos platos, recibir un servicio atento y pagar un precio tan ajustado que sorprende. Su menú degustación, por ejemplo, nos ofrece cuatro tapas, tres platos principales y dos postres por 54 euros, con delicias como sus raviolis de vieiras con salsa holandesa de albahaca y caviar de Riofrío o su presa ibérica lacada con cremoso de patata violeta.
Platos tan exquisitos como los que les acompañan en la carta convencional, y entre los que hay que probar sus buñuelos de queso de cabra de Ronda, su arroz cremoso de gambas y vieira y su canelón de chivo malagueño. Y la oferta de restauración del Molina Lario no termina aquí, ya que además de degustar las deliciosas creaciones de Matiz en el patio del hotel, o en la terraza de la calle Bolsa, también podemos probar en su rooftop The Top de exquisitos cócteles de autor disfrutando de la vista nocturna de la ciudad.
Si a nivel cultural tenemos a nuestro alcance el Museo Picasso, el Museo Carmen Thyssen o espacios históricos como la Alcazaba o el Castillo de Gibralfaro, a nivel gastronómico no podemos dejar de experimentar el placer de perderse por las calles del centro de Málaga y descubrir lugares en los que la tradición gastronómica es una religión que se celebra y se disfruta cada día con tapas, vinos y buena compañía.
Lugares tan míticos como El Pimpi, visita obligada y clásica en la que mortales y famosos se confunden en sus innumerables barras y mesas para disfrutar del saber hacer de los referentes, y otros menos conocidos, pero igual de concurridos, como La Farola de Orellana. Una taberna de la calle Moreno Monroy en la que un excelente servicio y unas mejores tapas conquistan a propios y extraños, que incluso no se resisten a asomarse a ver qué de donde viene el alegre bullicio.
El Mercado Central de Atarazanas se ha convertido en otro de los espacios gastronómicos de referencia en Málaga, donde producto y elaboración conviven para disfrute de parroquianos y turistas. Unas gambas a la plancha, una ensaladilla rusa o un arroz con bogavante o una crestita (la hamburguesa malagueña nacida de la influencia de la cocina marroquí) son excelentes opciones a la hora de abrir el estómago con un excelente aperitivo.
Pero la escena gastronómica malagueña también es vanguardia, y aunque pruebas de ello hay muchas, nosotros nos hemos quedado con La Cosmo, «la niña pequeña» de Dani Carnero, el chef malagueño con Estrella Michelín, donde la premisa es ofrecer una cocina sencilla y sabrosa. Algo que se consigue a partir del mejor producto, técnicas de vanguardia y un interés por conquistar al cliente que se renueva cada día. Una sencillez que también se lleva a la carta, denominando a sus platos por su ingrediente principal.
Y así, con delicias como El Guisante (lágrima, con huevo a baja temperatura y pil pil de bacalao), El Puerro, (a la carbonara, con yema curada y nube de parmesano) o El Magret (de pato a la candela con salsa barbacoa casera y ensalada de hierbas), el comensal redescubre que, muchas veces, en cocina menos es más y no hay nada como saber tratar el mejor producto para conseguir los exquisitos sabores y disfrutarlo a cada bocado. Y como seguir viajando para seguir desgustando platos que guardaremos en nuestra memoria (y en la del teléfono).
20 de enero-18 de febrero
Con el Aire como elemento, los Acuario son independientes, graciosos, muy sociables e imaginativos, Ocultan un punto de excentricidad que no se ve a simple vista y, si te despistas, te verás inmerso en alguno des sus desafíos mentales. Pero su rebeldía y su impaciencia juega muchas veces en su contra. Ver más
¿Qué me deparan los astros?