el truco está en el caldo
el truco está en el caldo
Además del debate gastronómico que existe alrededor de la tortilla de patata entre los 'concebollistas' y los 'sincebollistas', en nuestra cultura de mesa existe otra ardua guerra entre aquellos que se niegan a comer platos de cuchara cuando empieza el calor y los que tomaríamos pucheros los 365 días del año. Sea cual sea tu bando, estás en el artículo correcto.
Las bondades saludables de las legumbres son de sobra conocidas. Pero tengo que reconocer que más allá de sus beneficios nutricionales, los platos de cuchara son mi debilidad (y mi especialidad) no solo por el deleite que suponen para los sentidos, si no por las mil y una preparaciones diferentes que admiten. Incluidas las lentejas sin chorizo aptas para dietas bajas en calorías.
A los periodistas se nos presupone que, cuando contamos una noticia, lo tenemos que hacer desde un punto de vista objetivo, sin dejarnos llevar por opiniones personales. Pero hoy permítanme hacer una excepción: el cocido es el mejor plato que existe y, sobre esto, no admito discusión.
De hecho, si solo tuviera que comer una comida el resto de mi vida, sería el cocido. Madrileño, Maragato, Montañés. Me da igual. El problema con el cocido no solo es que tardas una mañana entera en prepararlo y no siempre tenemos tiempo para ello, si no que, además, ensucias todo el menaje de cocina en el proceso. O no.
En mi familia tenemos una especialidad gastronómica consolidada por generaciones que hemos denominado 'cocina al trote'. Es decir, rápida y fácil de preparar con los ingredientes que tengamos a mano... Y deliciosa de degustar. En este caso que nos ocupa, se trata de un cocido express que pocos notarán que has preparado solo en 15 minutos.
Tal y como ocurre con la paella y demás arroces con el fumé, el secreto para hacer un cocido delicioso está en el caldo. Un preparado consistente y sabroso que surge de cocer y extraer toda su sustancia gustativa a los diferentes huesos, el jamón, el tocino, la carne de morcillo, el pollo, el chorizo y un buen cóctel de verduras al gusto.
Pero claro, hacer un buen caldo de cocido requiere mucho 'chup-chup' y varias horas. ¿Mi truco? Hacer un preparado abundante un día que tengo tiempo de sobra, e ir congelándolo en raciones más pequeñas junto con el condumio 'desmigado'. Sí, soy hija de una de esas madres que siempre tiene caldo en la nevera, como canta Rigoberta Bandini.
Con el caldo ya listo en el congelador, los tiempos de preparación se reducen considerablemente. Pero en mi receta express de cocido hay otro truco para reducirlos aún más. Y ahora será cuando los puristas de este plato se me echen encima, pero dadle (dadme) una oportunidad y, cuando tengáis prisa, utilizad garbanzos de bote ya cocidos, uno de los pocos productos 'precocinados' que no desaconsejan los expertos en nutrición, ya que suelen conservar intactas las propiedades saludables de su 'versión original'.
El paso a paso, por tanto, de este cocido express listo en 15 minutos no puede ser más sencillo. Lo primero que hago es sofreir con AOVE parte del condumio que usamos para hacer el caldo y que guardamos desmigado: un poco de pollo, tacos de jamón, chorizo (en mi caso, me gusta el riesgo y elijo el curado picante típico de León) y algo de la carne que desprendimos de los huesos.
Sobre esa base, echo el caldo previamente descongelado y dejo que empiece a hacer 'chup chup'. Ahí es cuando le añado los garbanzos cocidos de bote y los dejo cocer unos 7-8 minutos para que cojan todo el sabor. Por último, tienes dos opciones, echar un puñadito de fideos y servir todo en un vuelco; o separar el caldo de los garbanzos y hacer la sopa aparte.