La barra del Bribón de Madrid, un must para los amantes de la buena cocina castiza con el mejor producto. / DR

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Los restaurantes más castizos de Madrid perfectos para disfrutar de la cocina tradicional elaborada con el mejor producto

La gastronomía de nuestro país cuenta con algunas preparaciones clásicas que siempre apetecen, y en su versión revisada y moderna siempre les acompaña una cuidada elaboración con los mejores ingredientes.

Como el Día Mundial del Huevo nos recordó que la gastronomía española está llena de platos clásicos que nos enamoran, hemos decidido visitar los restaurantes más castizos de Madrid, esos en los que podemos disfrutar de la cocina tradicional elaborada con el mejor producto. Platos que nunca pasan de moda y siempre son un comodín que gusta a todo el mundo.

Madrid es una ciudad con una oferta gastronómica prácticamente inabarcable, que te permite disfrutar de los platos mexicanos y japoneses en un mismo fin de semana. Pero a veces lo único que te pide el cuerpo es una ensaladilla rusa, unas croquetas, unas albóndigas. Esos platos en los que la nostalgia culinaria y el saber hacer se unen para regalarte una comida o una cena inolvidable.

Hay cientos de riquísimas formas de vivir lo castizo, y por eso también te traemos una propuesta en la que el picoteo apuesta por la innovación y la sencillez para conquistar a la clientela. Estas son nuestros restaurantes castizos favoritos.

Bribón. Calle Alcalá, 54.

Entre la Cibeles y la Puerta de Alcalá, en el número 54 de la calle Alcalá, se encuentra Bribón, un restaurante cuya carta se construye a base de ingredientes frescos y de temporada. Y lo hace para proponernos platos inspirados en la cocina madrileña que te van a enamorar gracias a su cuidada elaboración y la calidad de sus ingredientes.

La espectacular y sabrosísima ensaladilla rusa de Bribón. / A.F.L

Su sabrosa ensaladilla rusa te hará rebañar el plato con pan, el alioli de su calamar de potera te ofrecerá el mejor matrimonio gastronómico, en su punto justo, y la cremosidad de sus croquetas te conquistará al primer bocado.

Para cerrar la propuesta castiza, nada mejor que sus albóndigas de ternera, tiernas, con una salsa llena de sabor y unas patatas hojaldradas de las que te seguirás acordando días después. La chuleta de vaca vieja o la hamburguesa de vaca, para los carnívoros, y la merluza a la plancha, o los medallones de rapito son otros de los platos que encontramos en su carta.

Las tiernas y sabrosas albóndigas de ternera de Bribón. / A.F.L

Si somos golosos, y queseros, no podemos renunciar a cerrar la experiencia gastronómica con su exquisito flan de queso, para los que no lo sean en su carta encontramos dos opciones con chocolate, el brownie y el cremoso de chocolate. En definitiva, una variedad de propuestas escogida con mimo y elaborada con corazón, para que cuando el cliente salga de su elegante local solo piense en una cosa: ¿cuándo volvemos?

Jacinta. Plaza Mayor 4.

En Madrid no hay nada más castizo que su Plaza Mayor y allí podemos encontrar Jacinta, un restaurante con 20 años de historia que reúne la esencia del Madrid más auténtico rindiendo homenaje a la gastronomía local. Y como tal, en su carta no faltan platos como los callos a la madrileña, las croquetas, de jamón ibérico o de boletus, y los huevos rotos.

El rabo de toro de Jacinta, una de las especialidades de este restaurante madrileño. / DR

Mientras disfrutamos de sus encantadoras vistas a la Plaza Mayor, podemos degustar el plato estrella de Jacinta, su rabo de toro. Pero antes no podemos dejar de probar sus boquerones en vinagre, su cazón o sus calamares, entre otros platos. Y para los que prefieran el pescado, no se puede dejar de disfrutar de la receta familiar de la lubina a la bilbaína.

La Mamona Barra. Calle Juan Bravo, 41.

El grupo LaLaLa no deja de crecer y a su gran familia se ha sumado recientemente La Mamona Barra, un local situado en la calle Juan Bravo 41 que quiere ser una de las cervecerías más especiales del Barrio de Salamanca. Y para conseguirlo propone a sus clientes un espacio de mesas altas o tradicionales, en las que disfrutar de una carta entregada a la materia prima.

La reinvención del bikini de toda la vida, con cecina, havartu y pesto de La Mamona Barra. / A.F.L

Con platos en sus carta como las siempre recomendables patatas bravas, los amantes de los nuevos sabores tienen una cita imprescindible con su bikini de cecina, queso havarti y pesto bañado en salsa de queso, su flor de alcachofa con yema, trufa y foie o su coca de pisto y anchoas. Nuevas versiones de grandes clásicos que, sin duda, son una excelente propuesta a la hora disfrutar de un buen momento gastronómico al gusto de todos.