
turismo urbano para recordar
turismo urbano para recordar
Con la llegada de la primavera, y mientras la meteorología lo permita, regresan las ganas de quedar a tomar algo con los amigos, hacer una escapada de fin de semana o viajar. Y aunque posibilidades hay muchas, y más a la vista de los festivos y puentes que nos esperan en los próximos meses, tenemos claro cuál es el destino perfecto para viajar en primavera y descubrir una ciudad inolvidable: Edimburgo.
Sobre la urbe que le vio nacer Robert Louis Stevenson, autor de La isla del tesoro y uno de los edimburgueses más conocidos internacionalmente, escribió que «ningún emplazamiento podría resultar más prominente para la primera ciudad de un reino, ninguno mejor elegido por sus nobles vistas». Y nosotras no podemos estar más de acuerdo, porque conocer la capital escocesa es enamorarse y descubrir un destino al que vas a querer volver siempre.
Si tú también tienes ganas de descubrir una ciudad inolvidable en una de tus escapadas esta primavera, te contamos por qué Edimburgo es el destino perfecto.
A la hora de preparar nuestro viaje, lo primero que tenemos que decidir es el lugar en el que vamos a disfrutar de un buen descanso tras recorrer la ciudad. Y para aprovechar nuestro tiempo en Edimburgo lo máximo posible, qué mejor que decantarse por una ubicación céntrica, como el St. James Quarter. Un distrito a medio camino entre Calton Hill y la New Town, dos lugares imprescindibles en nuestra visita, en el que además encontraremos otros enclaves atractivo.
La Extreme Wow Suite del W Edinburgh, un hotel que en menos de un año se ha convertido en un enclave fundamental para conocer y disfrutar de todo lo que nos ofrece la capital escocesa. /
Allí se estableció, hace poco más de año y medio, el W Edinburgh, un hotel de la cadena Marriott Bonvoy que, sin duda, elevará nuestra experiencia viajera. Con un total de 199 habitaciones y 45 suites, muchas de ellas con terrazas exteriores, este sofisticado establecimiento consta de tres edificios situados alrededor de St. James Square. El más vistoso de ellos es el edificio Ribbon, que con 12 plantas, ha transformado el skyline de la ciudad y permite disfrutar de unas vistas 360 de Edimburgo, desde el emblemático Arthur's Seat hasta el mar.
Con interiores inspirados en elementos representativos de la ciudad, y la yuxtaposición del fuego (por su origen volcánico) y el agua como inspiración, en sus estancias nos encontramos espacios elegantes y sofisticados en el que el mobiliario ha sido escogido con mimo para que el huésped se sienta como en casa. Desde la cuidada iluminación, pensada para cada momento del día, a la comodidad de su cama o sus sofás, el W Edinburgh es un hotel perfecto para que nuestra visita a la capital escocesa sea inolvidable.
Espacios diáfanos en el que podemos encontrar lujosas propuestas diseñadas por los interioristas Jestico+Whiles, como la bañera exenta a un paso de la cama, el baño integrado en la habitación, que sin restar intimidad añade sofisticación, o un área destinada al descanso y el ocio en la que la elegancia y el confort se unen para disfrute del huésped.
Una de las mesas de Sushisamba, uno de los enclaves gastronómicos del W Edinburgh en el que disfrutarás de tres de las cocinas más populares del mundo. / DR
Estos principios que se trasladan a las zonas comunes, en las que no disfrutaremos de sus innovadores conceptos de restauración, hasta tres diferentes. En los pisos superiores y las terrazas panorámicas se encuentra Sushisamba, un restaurante que fusiona las culturas de Japón, Brasil y Perú para ofrecer al comensal una cocina creativa en la que es posible degustar tres de las gastronomías más populares y sabrosas del momento. Con un menú en constante evolución, y los productos locales como la base, encontraremos ceviches peruanos, sushi exquisito y churrasco brasileño en un mismo local.
En el W Lounge, los cócteles y el menú de inspiración gaélica comparten protagonismo con unas espectaculares vistas de la ciudad, mientras que en Joao's Place el encanto de un bar clandestino se combina con veladas musicales aderezadas de una exquisita carta de cócteles. Una deliciosa variedad de posibilidades que podemos completar con su sofisticado Champagne Afternoon Tea, que se celebra de 12 a 5 en Sushisamba, y siempre es una tradición que merece la pena vivir.
A la hora de disfrutar de Edimburgo, la que muchos denominaron Atenas del Norte es una preciosa ciudad dividida en dos grandes zonas monumentales por el enclave fundamental a la hora de hacer compras, la calle Princess Street: la Old Town y la New Town, declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1995. Pero desde allí también podemos divisar otros monumentos imprescindibles de la ciudad, como Calton Hill o el Castillo de Edimburgo.
Al fondo a la izquierda el Castillo de Edimburgo, a la derecha el monumento a Walter Scott y la calle Princess, centro neurálgico de la capital escocesa. /
Este último se encuentra sobre el corazón de granito de un antiguo volcán y es un excelente punto de referencia a la hora de movernos por la ciudad. Situado al final de la Royal Mile, o al principio, según se mire, acercarnos a esta construcción que se inició en el siglo XII es adentrarnos en la Old Town y en el pasado medieval de la ciudad.
La catedral de St. Giles, la Cámara Oscura, la casa más antigua de la ciudad, la de John Knox, el parlamento escocés hasta el siglo XVIII, el actual o Holyroodhouse son algunos de los edificios que descubriremos en nuestro paseo, en el que los fans de Outlander también encontrarán espacios que hemos podido ver en la serie.
Muy cerca de esta arteria descubriremos además dos espacios imprescindibles en nuestro viaje a Edimburgo: la Victoria Street, una preciosa calle con edificios de colores y tiendas que hay que conocer e inmortalizar, y el National Museum of Scotland, un interesantísimo centro de historia natural e industrial del país, con un interior precioso.
Dean Village, un enclave escondido en Edimburgo situado a unos pasos del centro que te enamorará. /
En cuanto a la New Town, edificada a partir de 1767, cuando los comerciantes más acaudalados de la ciudad decidieron ampliarla hacia el norte, es el lugar perfecto para disfrutar de sus pubs y de sus tiendas, pero también de la arquitectura georgiana, ya que está considerado como el lugar con mayor concentración de este tipo de edificaciones en todo el país. Y si queremos redondear la visita, alargar la caminata hacia el noroeste y adentrarnos en Dean Village nos llevará a conocer un lugar en ensueño en el que la naturaleza y la arquitectura se dan la mano como solo sucede en Edimburgo.
Si el paseo por la New Town lo hemos realizado de oeste a este, entonces lo suyo es redondearlo hacia otro de los enclaves que sirven de guía en nuestra visita a Edimburgo, el monumento de Duncan y Calton Hill. Allí, además de regocijarnos con una espectacular panorámica de toda la ciudad, también podremos descubrir la cercanía del fiordo y el Mar del Norte, o el curioso (y heleno) Monumento Nacional de Edimburgo. Si además visitas este espacio por la tarde, te deleitarás con un precioso atardecer, que como comprobarás tu misma no es algo muy original (habrá mucha gente) pero es impagable.
A la hora de adentrarse en la gastronomía de Edimburgo, es posible ajustar las posibilidades que ofrece la ciudad a nuestro presupuesto. Así, en nuestro recorrido por la Old Town, podemos probar la cocina típica británica de los pubs o de económicos atractivos que además son muy populares, como el Oink. Un negocio con tres locales en la ciudad (dos en la Old Town, y uno en la New) en el que la especialidad es el bocadillo de pulled pork. Pero no te lo pienses demasiado, porque su éxito es arrollador y en cuanto se acaba el cerdo que exhiben en su escaparate ya no sirven más.
Los bocadillos de pulled pork de Oink son una opción turística y económica que tienes que disfrutar en tu escapada de fin de semana a Edimburgo. /
En la New Town, Rose Street, paralela a Princess, se impone como uno de los lugares por excelencia a la hora de degustar una comida rica y ajustada a todos los presupuestos. Si quieres disfrutar de la cocina local, el Element Bar es lo que necesitas, aunque es recomendable reservar, especialmente en fin de semana. Si lo que nos decantamos por la cocina internacional, el Miros Cantina mexicana es una excelente opción, y para los bolsillos más ajustados Dough Pizza apuesta por la elaboración italiana por excelencia de la manera más sabrosa.
Otro de los puntos que hay que tener en cuenta a la hora de comer en Edimburgo son los mercados gastro, y más concretamente el que se ha inaugurado recientemente en Leith street. Situado muy cerca del St. James Quarter, el Edinburgh Steet Food cuenta con una gran variedad de gastronomías que se adaptan a todos los bolsillos y conquistan paladares. Desde el pollo frito de Chix a las hamburguesas de Fat Patty's, pasando por la cocina peruana de The Peruvian o la india de Haldi, todo es posible en este novedoso espacio.
El Vennel Viewpoint, un lugar en el que podemos disfrutar de otro punto de vista del Castillo de Edimburgo. / Ross Findlay-Unsplash
El café de especialidad de The Milkman, con un par de cafeterías en Cockburn Street, de paso mientras nos acercamos a la Old Town, el encanto de la librería Topping & Company Booksellers, que te aleja de la cara más turística de Edimburgo y te invita a recorrer sus encantadores espacios, o el placer de experimentar una visión diferente del castillo de la ciudad, desde el Vennel Viewpoint, tras callejear por la Old Town, son otros de los placeres que tienes que vivir en este viaje ideal para dar el pistoletazo de salida a las escapadas primaverales.