El Buen, el coqueto restaurante del barrio de Salamanca que se va a convertir en el lugar al que no vas a dejar de ir esta primavera

El fin de semana está a la vuelta de la esquina y con él llega el momento de llenar nuestra agenda de momentos que maximicen nuestro tiempo libre. Y qué mejor que hacerlo con planazos gastro para disfrutar de la buena cocina en buena compañía, ya sea con amigas, en familia o en pareja. Para cualquiera de estas opciones tenemos un nuevo local favorito: El Buen. El coqueto restaurante del barrio de Salamanca que se va a convertir en el lugar al que no vas a dejar de ir esta primavera.

Porque, aunque la meteorología no acompañe, ya estamos en la estación de los vestidos de flores y los encuentros improvisados junto a una barra, una mesa, o lo que se preste. Y en El Buen, situado en la calle Hermanos Bécquer, 5, es uno de los mejores lugares para hacerlo. Aunque es mejor ser previsora y reservar, porque su apetecible propuesta gastronómica no ha pasado desapercibida para nadie y, sea el día de la semana que sea (abren de martes a sábado), nadie se resiste a lo bueno y más a tan buen precio.

«Queríamos homenajear a ese bar al que ir cada día», explica Ángel Zalduegui, propietario de El Buen junto a su yerno Borja Conde San Román. Y les ha salido bien, porque su porpuesta es el lugar perfecto para tomar el aperitivo, comer o cenar o simplemente disfrutar de su carta de vinos.

Una de las razones por las que nos ha gustado tanto El Buen es que es el lugar ideal para descubrir toda su propuesta gastronómica, ya que sus platos son ideales para compartir. Su carta está repleta de «buenas» razones para disfrutar, y si desde «la buena barra» apuestan por clásicos imprescindibles como las gildas o los boquerones, en «el buen bocado» encontramos delicias como su pepito de chistorra y pimiento frito, su montadito de steak tartar con milhojas de patata crujiente o su delicioso (y sorprendente) talo de oreja crujiente.

En «el buen compartir» a las tablas de quesos de firmas de renombre, como Formaje y Arturo Sánchez, se suman indispensables de cualquier encuentro gastronómico: la ensaladilla rusa de la casa y las croquetas cremosas de jamón, también de Arturo Sánchez. Las propuestas de este apartado se cierran con unos piquillos rellenos de bacalao y los huevos «el desgraciado», acompañados de patatas y morcilla.

En «el buen huerto» los tomates son protagonistas de dos platos, acompañados con albahaca frita o asados con burrata. Los puerros a la parrilla con bechamel de Idiazábal y papada ibérica y el pisto manchego con huevos fritos, cierran este apartado tan apeticible y lleno de encanto.

Y para cerrar las propuestas saladas «el buen mar y montaña», donde podemos degustar elaboraciones como una jugosa merluza en tempura con mayonesa de kimchi, unas mollejas a la parrilla con mayonesa de alcaparra frita, una corvina a la plancha con pisto o un lomo bajo Discarlux a la parrilla.

Una carta en la que están presentes creaciones que son referencias en nuestra cocina, pero en la que también podemos encontrar platos tan originales como deliciosos.

Con una carta de vinos con más de 80 referencias, con etiquetas clásicas y especiales, y en la que el txakolí ocupa un lugar especial, en El Buen las barras son protagonistas, tanto para los que quieren adentrarse en su propuesta de pie como en taburetes altos.

Y para aquellos que no se resisten a terminar una comida o una cena con un dulce, en «el buen cierre» nos proponen cinco postres: los helados de la casa, el Buen chocolate, la tarta de queso, el pastel vasco con helado de vainilla y el Buen flan. Este último es el postre que el equipo de El Buen recomienda por algo: tiene muchas papeletas para ser el mejor flan que nos hemos comido en nuestra vida. Y ,una vez que lo pruebas, no vas a querer comer otro.

Su magnífica atención, cercana y siempre dispuesta a hacer que te sientas como en casa, es otra de las razones por las que querrás volver a El Buen, donde ya hemos comprobado que, a una semana vista, y sea el día de la semana que sea, es difícil de reservar. Pero nunca hay que dejar de intentarlo.

Porque como han impreso en una de sus camisetas (que ojalá pongan a la venta), a quién no le gusta disfrutar de «el Buen vivir, el Buen comer, el Buen tapeo, el Buen vino, el Buen queso, el Buen rollo».