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Lisboa, el destino perfecto para despedir el verano en una ciudad llena de encantos

Los encantos de la capital lusa seducen a miles de viajeros de todo el mundo y su cercanía peninsular hace de ella el lugar perfecto para afrontar el comienzo del nuevo curso disfrutando de la belleza de sus calles y su deliciosa gastronomía.

Una estampa típica de Lisboa, con uno de sus vistosos tranvías recorriendo una calle. / Julian Dik/Unsplash

Aloña Fdez. Larrechi
Aloña Fdez. Larrechi

La rutina ha vuelto a nuestras vidas pero nosotras nos resistimos a renunciar a los grandes placeres de la vida. Porque aunque las vacaciones se han terminado, cualquier momento es un buen momento para darse un capricho, ya sea disfrutando de exquisitos cócteles , la experiencia gastro de moda o un viaje. Y en este último apartado tenemos el destino perfecto para despedir el verano en una ciudad llena de encantos, Lisboa.

Los atractivos de la capital lusa, situada en la desembocadura del Tajo, han seducido a miles de viajeros en todo el mundo en los últimos años, y cada vez son menos los que se resisten a visitarla y perderse por sus calles. Porque además, desde España, es un lugar cercano al que podemos llegar en poco tiempo para maximizar nuestra experiencia viajera y disfrutar cada minuto.

Desde la Torre de Belém al imponente castillo de San Jorge, pasando por las calles de espacios como el Barrio Alto, la Alfama o Baixa, sus mercadillos, sus legendarios elevadores o su imponente Plaza del Comercio, Lisboa es una ciudad llena de lugares que merece la pena conocer. Y todo ello acompañado de la siempre deliciosa gastronomía portuguesa.

Desde el corazón de Lisboa

Al igual que la maravillosa Oporto , en Lisboa su particular relieve juega un papel fundamental a la hora de organizar la ciudad y también de disfrutarla. Porque como seguro que has visto en diversos vídeos en las redes sociales, la capital lusa está repleta de escaleras y cuestas, que desgastan físicamente pero que también nos regalan maravillosas panorámicas con el Tajo como protagonista inesperado.

Una de las habitaciones del hotel Almalusa Alfama, con vistas al río Tajo y en uno de los mejores emplazamientos para descubrir la ciudad. / dr

A la hora de visitar la ciudad, decidir el lugar que se va a convertir en nuestro espacio de descanso es esencial. Y una de las opciones más interesantes y atractivas es, sin duda, el Almalusa Alfama (R. dos Bacalhoeiros, 16). Un precioso hotel de 25 habitaciones inaugurado este mismo año tras la restauración de un edificio del siglo XI,I que mantiene el encanto clásico del barrio que le da nombre, uno de los más antiguos y pintorescos de Lisboa.

Con vistas al río Tajo o a la Catedral de Lisboa, en sus elegantes habitaciones de ambiente acogedor se combinan elementos tradicionales y contemporáneos creados para la comodidad y el disfrute de sus huéspedes. Una experiencia que se puede completar con su propuesta gastronómica, ya sea en el propio hotel o en el que tienen en Baixa-Chiado.

En el Almalusa Alfama, situado a unos pasos de la recepción, encontramos el Delfina Café, un coqueto local que celebra la fusión y la innovación con sabores locales e internacionales cuidadosamente seleccionados, con platos para todos los gustos.

Algunos de los platos de Delfina Cantina Portuguesa, el restaurante de AlmaLusa Baixa/Chiado. / AFL

A diez minutos del AlmaLusa Alfama se encuentra el AlmaLusa Baixa/Chiado, en el que la elegancia y el encanto de su hermano pequeño también está presente en un edificio histórico de la ciudad. Situado en la Praça do Municipio, 21, el hotel alberga en su planta baja el Delfina Cantina Portuguesa.

Un espacio agradable, tanto en su interior como en su terraza, en el que podemos disfrutar de algunos de los platos más icónicos de la cocina portuguesa, como el bacalao a brás. El lugar perfecto para una preciosa velada, que podemos completar con un paseo de regreso al Almalusa Alfama, ideal para vivir el ambiente nocturno de la Plaza del Comercio.

Un paseo por la Lisboa más icónica

Inmersos en los encantos de las callejuelas de Alfama, a la hora de visitar la ciudad podemos dejarnos llevar por los edificios emblemáticos que divisamos mientras caminamos, y ascender disfrutando del icónico diseño de sus calles hasta la catedral de la ciudad, para seguir hasta el mirador de Santa Lucía y posteriormente acercarnos al Castillo de San Jorge. Y en nuestro descenso, podemos acercarnos al Mirador da Graça, que ofrece otra preciosa perspectiva de la ciudad, al que es posible acceder en funicular.

Llegado el momento de reponer fuerzas, pocos lugares mantienen la tradición como O Triguerinho (Largo dos Trigueiros, 17), un restaurante familiar que apuesta por los platos típicos de la cocina portuguesa para conquistar al comensal con su propuesta gastronómica, tan deliciosa en lo culinario como apetecible en los precios. Una visita obligada en la que se disfruta cada momento, gracias a su excelente atención y el cariño que ponen en cada una de sus elaboraciones.

El elevador de Santa Justa, en Lisboa, un espacio ideal para disfrutar de unas estupendas vistas de la ciudad. / AFL

Con la satisfacción de haber disfrutado de la mejor cocina, llega el momento de lanzarse a recorrer las calles de Baixa-Chiado, otro de los barrios más icónicos de la ciudad. La plaza del Rossio, con sus bellas fuentes o el mítico Café a Brasileira, en el que nos recibe una estatua de uno de sus clientes más ilustres, el poeta Fernando Pessoa, son otras de las visitas obligadas antes de ascender unos metros hacia el cielo.

Porque desde 1902 el elevador de Santa Justa proporciona algunas de las vistas más interesantes de la ciudad, especialmente cuando llega el atardecer. Desde su parte alta podemos acceder al Convento do Carmo, adentrarnos en las calles del Barrio Alto o decantarnos bajar hacia Cais do Sodre para acercarnos al Tajo y a una de las últimas aperturas gastronómicas de la ciudad, el Time Out Market. Un antiguo mercado convertido en un espacio en el que se dan cita varias propuestas culinarias de los chefs más reconocidos de la escena lusa.

La Plaza del Comercio de Lisboa, uno de los espacios más emblemáticos de la capital lusa. / claudio schwarz/unsplash

Los pasteis de nata de Castro, el café de especialidad del Copenhagen Coffe lab & bakery, ambas con varios locales en la ciudad, o las enormes posibilidades que ofrece la Loja das Conservas para llevarnos a casa algunas de las delicias conserveras de la cocina portuguesa, son otras de las opciones perfectas para sacarle el máximo partido a nuestra escapada a Lisboa. Una ciudad a la que, una vez que vas, siempre querrás volver.

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