Menorca: el paraíso balear con calas espectaculares y exquisita gastronomía mediterránea que es el destino de moda este verano

Llega el momento de planificar las vacaciones de verano y, tanto si eres de las que tiene el relax por bandera como si prefieres descubrir lugares desconocidos a través de experiencias inolvidables, hay un lugar que debes tener en cuenta a la hora de viajar: Menorca. El paraíso balear con calas espectaculares y exquisita gastronomía mediterránea que es el destino de moda para este verano.

La isla más oriental del archipiélago balear, Reserva de la Biosfera desde 1993, cuenta con un entorno natural único repleto de posibilidades a la hora de vivir unas vacaciones inolvidables. Desde las calas diminutas y maravillosas como Macarelleta al imponente arenal de Son Bou, pasando por la influencia inglesa de los edificios de Maó o el estilo gótico de la Catedral de Ciutadella, Menorca es un destino en el que se palpa la esencia mediterránea impregna cada uno de sus espacios.

Así que si por fin te decides a disfrutar de esta isla única en la que todo es posible, y no te importa volver enamorado de sus aguas turquesa, sus pueblos en los que las tradiciones sobreviven al paso del tiempo y su exquisita propuesta culinaria, toma nota porque esto es lo que tienes que saber para disfrutar Menorca con los cinco sentidos.

El primer paso para vivir esta fabulosa isla, que es la Reserva Marina de la Biosfera más grande del Mediterráneo, es encontrar un espacio que nos permita conocer todas sus caras con comodidad, pero también que nos garantice un espacio de descanso y desconexión en el que nos falte de nada. Y para eso es perfecto el Barceló Nura, un hotel de cinco estrellas referente del slow travel y ejemplo de la sostenibilidad hotelera en el que podremos disfrutar de nuestra propia piscina.

Situado en el sur de la isla, este establecimient inaugurado en 2021 cuenta con 45 habitaciones con piscinas semiprivadas con acceso directo desde la propia habitación, además de sus tres piscinas exteriores. Todas ellas son de agua salada, algo que completa el compromiso con la sostenibilidad de Barceló Nura, que utiliza energía renovable para potenciar el autoconsumo y fue construido de manera respetuosa con el entorno que le rodea.

Situado en Biniancollet, el Barceló Nura de Menorca es un espacio ideal para pasar unos apacibles días de descanso bañados por el sol, ya sea sin salir de nuestra propia piscina o en las camas balinesas de las piscinas exteriores. Comodidades a las que hay que sumar un espacio Wellnes con spa, restaurantes buffet o a la carta, y actividades al aire libre que nos permitirán conocer mejor la isla, y vivir unas vacaciones inolvidables.

A la hora de descubrir la isla, Menorca cuenta con posibilidades para todos los públicos, desde conocer sus pueblecitos y faros que la rodean, hasta visitar sus innumerables playas. Pero hay dos planes que no pueden faltar en tu visita a la isla: disfrutar de una experiencia marítima y acercarse a uno de los centros de arte más inspiradores y mejor localizados del Mediterráneo.

En el primer caso, porque no podemos abandonar Menorca sin sumergirnos en sus espectaculares aguas turquesa. Una aventura en la que numerosas empresas locales ofrecen todo tipo de embarcaciones desde las que ver a las calas más bonitas o acercarnos a sus mejores playas.

Otras, como la empresa Isas Menorca, ofrecen experiencias en las que viviremos en primera persona la tradición marinera de la isla, acompañados de un patrón experto que, además de contarnos los secretos de la zona, nos ofrecerá una deliciosa selección de productos locales mientras contemplamos la isla desde el mar o vivimos un atardecer inolvidable.

Pero no solo de sol y mar se alimenta el alma veraniega y vacacional, y si visitamos Menorca no podemos dejar de acercarnos a una de las experiencias culturales que se han convertido en una visita obligada. Y es que, desde hace tres años, la prestigiosa galería suiza Hauser & Wirth cuenta con un espacio expositivo en la isla del Rey. Un lugar que hay que visitar por su agenda cultural pero también por su excepcional enclave, en la entrada del puerto de Maó, el mayor puerto natural del Mediterráneo.

La isla albergó en el siglo XVIII un edificio histórico, que también se puede visitar con guía y se sitúa frente a las ocho galerías que componen el espacio expositivo de Hauser & Wirth Menorca. Bellamente rodeadas por jardines diseñados por Piet Oudolf, este verano los visitantes podrán disfrutar de dos muestras: por un lado de la artista visual y escritora estadounidense Roni Horn, y por otro del escultor y grabador vasco Eduardo Chillida, del que se conmemora un siglo de su nacimiento en este 2024.

Otra visita obligada en la Isla del Rey, a la que se llega en ferry desde el puerto de Maó, es su Cantina, un bar y restaurante con vistas a la costa de San Antonio. Aquí podemos disfrutar de los mejores productos de la gastronomía menorquina en una terraza integrada en un bosque de acebuches a través de una propuesta culinaria en la que el sabor y el producto de cercanía son los ingredientes principales. Una experiencia en la que el entorno y el buen tiempo se integran para proporcionar al comensal el máximo disfrute.

Entre las propuestas culinarias que hay que degustar en Menorca está Cap Roig, un restaurante de ambiente pesquero con una de las mejores vistas de la isla. Abierto en 1983, Cap Roig se ubica en la preciosa Cala Sa Mesquida, a 5 kilómetros de Maó. Su carta rinde homenaje a la cocina mediterránea con platos como la gamba de Menorca a la plancha, el emperador o el rape a la marinera, la caldereta de langosta típica de la isla o los arroces propios de nuestra gastronomía, tan apetecibles en esta época del año.

En Sant Lluis, en el interior de la vertiente oriental de la isla, se encuentra Sa Pedrera des Pujol. Otro restaurante imprescindible en gastronomía menorquina que cuenta en su carta con platos tan deliciosos y sorprendentes como las colmenillas, huevo termal y butifarrón, el arroz de porcella (lechona) asada y verduras, el cordero en su paisaje o el menjar blanc y almendra, una receta de origen medieval que forma parte de la gastronomía menorquina.

Para terminar este exquisito recorrido no podemos olvidarnos de Sa Llagosta. El restaurante de referencia a la hora de degustar uno de los platos más ricos de la gastronomía balear, la caldereta de langosta. Ubicado en el puerto de Fornells, en el norte de la isla, y reconocido con un sol Repsol, Sa Llagosta asienta su propuesta gastronómica en los pescados de temporada, a los que el chef David de Coca lleva su visión creativa de la cocina de la isla. Una apuesta personal y apasionada que lo convierte en un referente culinario de Menorca.