Aunque tenemos un mes de octubre cargado de estrenos, siempre conviene tener a mano una selección de miniseries que disfrutar a cualquier hora. Y para el otoño que tenemos por delante, en el que seguro que nos surgirán momentos de sofá y manta, hemos seleccionado 11 miniseries maravillosas perfectas para ver en un fin de semana. Clásicos imprescindibles, estrenos recientes o producciones que dieron que hablar, porque nunca hay demasiadas ficciones pendientes.
Galardonadas o amadas por el público, en esta selección de miniseries tenemos todo tipo de géneros; del histórico al policiaco, pasando por el bélico o el metacinematográfico. Para todos los gustos y de las que llegan a diez episodios o de las que se quedan en seis, las miniseries son uno de los formatos pujantes en la industria audiovisual y no hay más que asomarse al catálogo de cualquier plataforma de streaming para comprobarlo.
Así que si tú también buscas una miniserie maravillosa para disfrutar el primer fin de semana del mes más otoñal, no te pierdas esta selección de ficciones entre las que seguro que encuentras tu nuevo enamoramiento audiovisual.
Puede que en la primavera de 2019 todavía no fueses amante de las producciones serializadas, que estuvieses de recorriendo el mundo o que, simplemente, no tuvieses edad para preocuparte por uno de los sucesos más traumáticos de los años 80 en Europa.
Solo esas variables harían posible que no hubieses visto ya una de las mejores miniseries del siglo XXI, y probablemente de la Historia, reconocida con infinidad de premios, entre ellos 2 Globos de Oro y una decena de Emmys, y analizada como pocas.
La creación de Craig Mazin protagonizada por Jared Harris, Stellan Skarsgard y Emily Watson cuenta la historia del desastre nuclear ocurrido en la localidad ucraniana, entonces perteneciente a la URSS, que da nombre a la serie y que desde entonces permanecería siempre unido a la desgracia.
Los hombres involucrados en él, aquellos que tuvieron que acudir al reactor afectado, los habitantes de la zona y los científicos que trabajaron tras el accidente son algunos de los personajes que vemos en esta miniserie tan sobresaliente como dura. Una producción que hay que ver, o que siempre es buen momento de revisionar.
Otra de las miniseries maravillosas que se comentaron hasta la extenuación fue la producción dirigida por Scott Frank, que ya había llamado nuestra atención unos años antes con Godless . Pero con la producción protagonizada por Anya Taylor-Joy, que recibió un enorme impulso a su carrera con este trabajo, Frank logró además, que el ajedrez se convirtiese en el nuevo pasatiempo de moda a niveles impensables.
La miniserie de Netflix, reconocida con 11 Emmys y dos Globos de Oro, cuenta la historia de la huérfana Elizabeth Harmon que aprendió a jugar en los años 50 en el orfanato al que llegó tras la muerte de su madre y, una década después, era una habitual del circuito de campeonatos de ajedrez, para sorpresa de sus adversarios, poco acostumbrados a enfrentarse a una mujer.
Su dependencia del alcohol y las drogas y sus problemas emocionales le pondrán difícil mantenerse entre las mejores, mientras sigue consumiendo ante la presión de ser la mejor. El resultado es una historia de superación alejada de clichés y concesiones, un crudo retrato de las amarguras del éxito en el que su seductora estética y su exquisita narrativa consigue pegarnos a la pantalla durante siete capítulos.
Basado en el libro de no ficción de Jon Krakauer, titulado en España Obedeceré a Dios (Península) y protagonizada por Andrew Garfield y Gil Birmingham, esta miniserie cuenta uno de los crímenes más terribles de los años 80, perpetrado por Dan y Ron Lafferty contra su cuñada y el bebé que había tenido con Allen Lafferty, su hermano. Unos asesinatos brutales en los que tuvo un papel fundamental la fe, ya que los Lafferty eran una familia mormona y Dan y Ron se convirtieron en mormones fundamentalistas.
Los encargados de investigar el crimen son, en la miniserie, Jeb Pyre, un detective perteneciente a la misma fe, y Bill Taba, un detective de orígenes indígenas. Juntos deberán sortear las reticencias de la comunidad y de la familia para desentrañar un misterio que pondrá a prueba sus propias creencias y su dedicación profesional.
Pero la producción también dedica un tiempo, más breve que en el libro, a descubrir al espectador los inicios de la fe mormona, un elemento esencial para comprender lo sucedido. Un thriller complejo y escalofriante que nos cuenta una sorprendente historia al más puro estilo de las mejores miniseries policiales.
Clásico entre los clásicos, la primera de las miniseries sobre la II Guerra Mundial de Steven Spielberg y Tom Hanks sigue siendo una producción imprescindible tanto para los amantes del género bélico como para aquellos que simplemente disfrutan de una historia bien contada, con un reparto de renombre y una producción que se adelantó al futuro del medio.
David Schwimmer, Damian Lewis, Michael Cudlitz y Scott Grimes interpretan a algunos de los integrantes de la Compañía Easy, a los que vemos desde sus entrenamientos antes de partir al frente hasta su llegada a Europa, donde participaron en batallas tan importantes como la de Carentan, sobrevivieron a un invierno en las Ardenas o se adentraron en la Alemania nazi.
Una miniserie maravillosa, repleta de momentos inolvidables, que siempre merece la pena ver, para descubrirla por sí misma o para adentrarse en la trilogía bélica más importante de la pequeña pantalla en este siglo.
A pesar de que no ha estado exenta de críticas, porque llevar a la pequeña pantalla cómo se gestó una de las mejores películas de la Historia no es fácil, la miniserie sobre la concepción y el rodaje de El Padrino es una producción imprescindible para los amantes de la película de Coppola, los cinéfilos que disfrutan con los entresijos de la industria y los mitómanos.
Diez capítulos que desgranan las dificultades y amarguras que atravesaron Francisc Ford Coppola, el reconocido director, Mario Puzo, autor del libro en el que se basó la película, los actores y el equipo de producción.
Todo comienza en 1969, cuando Albert S. Ruddy, el productor de la película, se dedica a la comedia televisiva y Mario Puzo arrasa en Nueva York con su último libro, El Padrino. Los intereses de la industria, las inseguridades financieras, la mafia italiana y la presión por realizar una película que arrasase en taquilla son los ingredientes principales de una interesante producción que, a pesar de que conocemos su desenlace, no deja de ofrecer motivos para seguir pegados a la pantalla.
Una de las producciones más comentadas y recomendadas del comienzo de la pandemia fue esta miniserie documental que echaba la vista atrás para derribar mitos y desbordar la nostalgia de los amantes del basket. Y las ganas de asistir a un buen salseo del resto de los mortales, que a falta de otras posibilidades de ocio no dudaron en subirse al carro de la producción del momento.
Compuesta por diez episodios, esta docuserie elaborada con material inédito de la temporada 97-98 de la NBA muestra la carrera del legendario jugador de baloncesto Michael Jordan, uno de los mayores iconos del deporte de todos los tiempos, y su trayectoria con los Chicago Bulls a lo largo de esa década.
La primera gran miniserie de esta década, y probablemente la mejor hasta la fecha, es esta producción protagonizada por Kate Winslet que, durante siete episodios, nos mantuvo con el corazón en un puño, sufriendo con su personaje, su entorno, su pasado y el caso del que se ocupa, pero también riéndonos amargamente con esa figura maternal encarnada por Jean Smart.
Una producción sobresaliente que no logró el reconocimiento propio, porque la competencia eran series como Gambito de dama y El ferrocarril subterráneo, pero que vio como sus intérpretes eran galardonados por su excelente trabajo.
Ambientada en un suburbio ficticio de Philadelphia, la miniserie de Craig Zobel se adentra en la investigación que lleva a cabo la detective Marianne Sheehan cuando una joven madre adolescente aparece asesinada. Heroína local desde su adolescencia, Mare tendrá que trabajar contrarreloj para resolver el caso.
Y, mientras, tratará de mantener a flote su propia vida, mantener a su hija adolescente alejada de las amenazas propias de la edad, sobreponerse a una trágica pérdida y batallar por la custodia de su nieto. Todo ello como mujer divorciada, independiente y poco social. Afortunadamente Lori, su mejor amiga, estará siempre a su lado.
Lo sabemos, Mike Flanagan tiene producciones más queridas y avaladas por la crítica que la tercera de sus ficciones en Netflix, pero mientras hay quien se queda con The Haunting of Hill House y quien prefiere The Haunting a Bly Manor, nosotras somos más de viajar a Crockett Island y adentrarnos en esa inquietante atmósfera en la que la tensión no da ni un segundo de respiro y se avanza, pausada pero irremediablemente, hacia la tragedia.
Con Zach Gilford como Riley Flynn, un exconvicto que regresa a su ciudad natal, la serie acompaña al joven a la vida después de la cárcel, marcada por el crimen que cometió matando a una mujer en un accidente mientras conducía borracho. Su regreso coincide con la llegada del padre Paul Hill, un nuevo y enigmático sacerdote que se ocupará de revitalizar la fe menguante del pueblo.
Una situación que provocará la división de los habitantes del pueblo y tendrá terribles consecuencias. Si lo tuyo no es el terror, pero de vez en cuando te apetecen unos cuantos sustos, esta es tu miniserie.
Imprescindible para los amantes del thriller con policías y abogados, esta producción escrita por tres reconocidos expertos en la materia, Richard Price, Steven Zaillian y Peter Moffat, cuenta la historia de Naz.
Un joven paquistaní que tras pasar la noche con una desconocida se despierta y la encuentra apuñalada en la cama. Tras huir asustado es detenido y no tarda en convertirse en el único sospechoso del crimen, una complicada situación de la que tratará de sacarle el abogado John Stone.
Retrasada tras la muerte de James Gandolfini, que iba a interpretar el papel del abogado al que finalmente acabó dando vida John Turturro, el encargado de encarnar a Naz fue Riz Ahmed, al que hemos visto en The OA o el (muy recomendable) largometraje Sound of metal.
Precisamente el intérprete londinense fue reconocido con un premio Emmy por su interpretación del joven acusado, mientras que sus compañeros de reparto Bill Camp y el desaparecido Michael K. Williams, así como Turturro, tuvieron que conformarse únicamente con la nominación.
El género del documental ha encontrado en las miniseries un lugar excepcional para contar historias sorprendentes con el tiempo que merecen y, buena muestra de ello, es esta producción de 2018 dirigida por los hermanos Maclain y Chapman Way.
Ambientada en los años 70 y 80 y compuesta por seis episodios, la docuserie se adentra en la comuna de Rajneeshpuram que lideraba el filósofo y gurú indio Bhagwan Shree Rajneesh y que, tras un crecimiento inesperado en el país asiático, se trasladó a Estados Unidos.
Allí, en la localidad de Antelope, los vecinos tuvieron que ver cómo «la debacle de nuestra civilización», según sus propias palabras, se instalaba en unos terrenos cercanos que no tardaron en acondicionar para construir, entre otros espacios, un centro comercial, una presa y un aeropuerto.
Al líder, amante de los Rolls-Royce y precursor del amor libre, no le faltó su antagonista, Sheela, que comenzó como la más ferviente de sus seguidoras y de la que terminó celosamente enemistada. Una historia de esas en las que, como es más habitual de lo que Hollywood nos hace creer, la realidad supera a la ficción.
No podíamos terminar este repaso sin incluir una de las mejores miniseries de la pequeña pantalla patria. Basada en hechos reales, y el muy recomendable libro homónimo de Nacho Carretero, esta producción protagonizada por Javier Rey, Antonio Durán, Isabel Naveira, Tristán Ulloa y Carlos Blanco, entre otros, nos traslada a la Galicia de los años 80 para hablarnos del contrabando de tabaco primero y el tráfico de drogas después con el que muchos se buscaban la vida.
Fue con esos negocios con los que nombres como Laureano Oubiña o Sito Miñanco, habituales de las crónicas de sucesos de los 90, se convirtieron en poderosos narcotraficantes que surtieron de cocaína a sus propios vecinos y a buena parte del país.
Diez episodios que narran el nacimiento y desarrollo de su imperio, así como la operación policial que acabó con ellos, ofreciendo un interesante retrato de un tiempo y un lugar más cercano, y reconocible, que el de otras producciones con las que comparte las delictivas ocupaciones de sus protagonistas.
20 de enero-18 de febrero
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