Esta es la película de Movistar Plus con la que llorarás más que con Bridget Jones y que tienes que ver este fin de semana

Una de las cosas más bellas del séptimo arte es que las películas pueden proporcionar una sensación de catarsis, a diferencia de otros medios artísticos, enfrentándonos a nuestras emociones más profundas, en particular al sentimiento de tristeza, algo que los seres humanos a menudo queremos evitar. Ha habido innumerables momentos tristísimos a lo largo de la historia del cine, desde el desgarrador final de La milla verde a la totalidad de El pianista hasta la dolorosa muerte de la madre del cervatillo Bambi en el clásico de Disney.

Pero si te preguntas cuál es la película más triste de todos los tiempos, podemos recurrir a la ciencia para averiguarlo. Un estudio de la Universidad de Berkeley seleccionó entre cientos de títulos a El Campeón, un largometraje neo-noir de 1979 dirigido por Franco Zeffirelli. En él, Jon Voight interpreta a Billy Flynn, un antiguo campeón de boxeo que trata de recuperar la dañada relación con su hijo y su ex mujer mientras intenta volver al ring.

Sin llegar al extremo de este dramón, si este fin de semana el cuerpo te pide una película que te emocione y, por qué no, te haga tirar de kleenex para enjuagar unas cuantas lágrimas, hemos encontrado el título perfecto para ti. Revisando los últimos estrenos en Movistar Plus queremos recomendarte un título que ha pasado algo desapercibido para el gran público y fue ignorado por los Premios Goya, pero que merece, y mucho, la pena.

La sección de películas dramáticas de Movistar Plus no está corta de títulos con los que dar rienda suelta a una buena llorera con La estrella azul, Aftersun o La habitación de al lado , el último trabajo de Pedro Almodóvar. Pero a nosotros nos ha impactado especialmente Los destellos, estrenada en 2024 con dirección de Pilar Palomero y protagonizada por Patricia López Arnaiz, Antonio de la Torre, Marina Guerola y Julián López.

El argumento nos sitúa en el momento en que, tras quince años separados, Isabel acepta la incómoda tarea de cuidar de su ex marido enfermo, Ramón, el día que la hija en común de ambos, Madalen, se lo pide. Esta es una historia de amor en la que no hay romance, en la que todos cuidan de todos, en la que los gestos sustituyen las palabras y que, en palabras de su directora, «se centra en el acompañamiento, la dignidad e, incluso, la alegría y la plenitud».

Los destellos está basada en uno de los relatos de la antología de Eider Rodríguez titulada Un corazón demasiado grande. ¿Y qué atrajo a la realizadora zaragozana de ese cuento? «Sobre todo lo que tiene que ver con la pérdida de un ser querido. Y de una cosa que yo experimenté cuando lo viví. Porque creo que perder a un ser querido te hace ser más consciente de tu propia vida», aseguró durante la presentación de la cinta en el Festival de San Sebastián.

Es la idea de reivindicar ese amor que perdura tras la pérdida de alguien y de disfrutar la vida mientras podamos lo que pretende transmitirnos esta emotiva cinta. Como curiosidad, Antonio de la Torre tuvo que perder 20 kilos para interpretar este papel, y así poder mostrar a su personaje en el momento más vulnerable de su vida.

Después de que la directora consiguiera con su película Las niñas los Goya a mejor película, mejor dirección novel, mejor guion original y mejor dirección de fotografía, con Los Destellos optaba este año a cuatro galardones: mejor guion adaptado (Pilar Palomero), mejor actriz protagonista (Patricia López Arnaiz), mejor actor de reparto (Antonio de la Torre) y mejor actriz revelación (Marina Guerola).

Pero finalmente, y como sucediera antes en San Sebastián, la Academia daba de lado a este relato sencillo e íntimo sobre el viaje emocional que supone acompañar a un ser querido en sus últimas horas.

Una ausencia de premios que destacaba el popular crítico de cine Carlos Boyero en su crónica de la ceremonia en El País. «Y no sé si es cine de autora lo que realiza Pilar Palomero. Solo que me impresiona y me conmueve Los destellos, que habla de la vida y de la muerte con un lenguaje tan inteligente como sutil, que es triste y alegre y que además de hermosa es de verdad», aseguraba el periodista entonces.