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5 pequeños cambios en tu rutina diaria que te harán más feliz

Nuestros hábitos pueden influir directamente en nuestra felicidad. Incluyendo estos 5, notarás como afrontas tu día a día con mejor humor.

Los hábitos diarios que te harán más feliz / @gio.scottii

Claudia Pérez
Claudia Pérez

El secreto de la felicidad no existe como tal, sino que son muchos los hábitos que pueden influir de forma directa, y a los que puede que no les estemos prestando la suficiente atención. Especialmente en tu rutina diaria, donde pequeños cambios pueden marcar un antes y un después en tu bienestar.

Está claro que no podemos estar siempre de buen humor, o que el optimismo sea nuestro aliado diario, ya que los días grises también tienen que tener cabida en nuestras vidas. Pero, aunque existan, siempre los puedes afrontar con otra actitud y perspectiva, y eso también se puede trabajar para lograr el éxito .

1. Cuida tanto tu cuerpo como tu mente

La actividad física está más que demostrado que nos hace activar nuestro cuerpo, produciendo serotonina, que es la hormona de la felicidad. Movernos a diario es fundamental para sentirnos mejor con nosotras mismas. Si eres de las que no le encuentra el atractivo al gimnasio convencional, hay miles de alternativas donde escoger.

Puedes practicar deportes en grupos reducidos, donde te sientas más cómoda e incluso puedas conocer gente nueva, como el pilates o el yoga. O simplemente, si hace un día de sol en tu ciudad, siempre puedes recurrir a un paseo por la calle o un parque, ya que el deporte al aire libre es muy recomendable.

Por otro lado, cuidar nuestra mente es igual de importante. De hecho, incluso más aún, ya que esta nos puede jugar muy malas pasadas. Hay que gestionar aspectos como la frustración o la soledad, saber hasta dónde puedes llegar y ponerte metas realistas, así como aprender a conocerte a ti misma y disfrutar pasando tiempo sola. Quererse es el punto de partida para lograr el bienestar personal.

2. Trabaja tus relaciones personales

Cuidar las amistades o las relaciones familiares es fundamental para ser más feliz . Aunque sepas estar sola, todo el mundo necesita contar con personas a su alrededor que le sirvan de apoyo en los momentos difíciles, o con quienes desahogarnos después de un mal día.

En ellas también hay que trabajar la comunicación, para conocer las necesidades de la otra persona y que ella también conozca las nuestras. Tener empatía es clave para una buena base, saber posicionarse en el lugar del otro no siempre es fácil, pero sin duda es un gran paso en el crecimiento personal.

3. Sé agradecida

¿Cuántas veces hemos utilizado la frase de «todo me pasa a mí»? Es una forma de quejarnos contra alguna injusticia que creemos que el destino nos ha brindado de forma inmerecida. Pero, en realidad, es nuestra reacción al no saber gestionar un contratiempo.

Una buena forma de ver el lado positivo de tu vida es hacer journaling. Es una práctica diaria que se basa en responder preguntas como: «¿Qué es lo mejor que te ha pasado hoy?», «Dime 5 cosas positivas de tu día» o «¿Qué te ha hecho feliz?». Con ello, a pesar de que haya ocurrido algo desagradable, sabes ver el lado bueno de los pequeños detalles y te llegasa a dar cuenta de que realmente siempre te pasan cosas buenas.

4. Cumple tus objetivos

Ponerte metas es una forma muy buena de sentirte realizada, aunque sean cosas irrelevantes como ordenar el armario o cambiar las sábanas. La clave es no caer en la procrastinación, ya que esto normalmente deriva en el sentimiento de culpa por no haber hecho lo que debíamos.

Una buena manera de gestionar este punto, es apuntar de forma diaria todo lo que quieres hacer a lo largo del día. A medida que se vaya desarrollando el día, irás tachando las tareas de la lista, viendo antes de irte a dormir si has cumplido con todo lo que te propusiste.

5. Aprende a relajarte

Este punto es muy importante, y probablemente sea el que menos aplicamos en nuestra rutina diaria. Puede que por el estrés del trabajo, del cuidado de los hijos y del propio ajetreo del día a día, pensamos que no tenemos tiempo de parar, pero siempre se puede, aunque sean solo 5 minutos.

Tómate un momento para ti, para cerrar los ojos y dejar la mente en blanco. Puedes hacerlo a través de la meditación, tumbándote o sentándote con las piernas cruzadas, con música relajante o en completo silencio. Esta práctica es muy buena para ahuyentar los malos pensamientos y para conocerse mejor a una misma.

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