Encuentro Mujerhoy Cancer Care 2024

La supervivencia en cáncer de mama aumenta gracias a la detección precoz

El papel de la inteligencia artificial, la prevención, las posibles recaídas y metástasis y los hábitos para sobrellevar los tratamientos centraron las tres mesas redondas durante la jornada de Mujerhoy Cancer Care.

Un nuevo encuentro Cancer Care organizado por Mujerhoy reunió el pasado 10 de octubre a pacientes oncológicas, en esta ocasión, de cáncer de mama. En su gran mayoría mujeres asistían a lo largo de tres mesas redondas a diferentes charlas impartidas por paneles de profesionales especialistas en oncología, psicología, enfermería, deporte y piel en la sede de MD Anderson Cancer Center Hospiten Madrid.

Gracias a La Roche Posay, Lilly, MD Anderson Hospiten Madrid, y al colaborador académico Universidad Europea, pudo llevarse a cabo un encuentro en el que se debatió sobre prevención, diagnóstico, inteligencia artificial, las opciones terapéuticas en caso de recaída y de metástasis y acerca de la importancia de tener buenas rutinas durante el tratamiento.

Sirvan estas cifras para hacerse una idea de la enfermedad a día de hoy: la probabilidad estimada de desarrollar cáncer de mama siendo mujer es de 1 de cada 8. En España, aproximadamente el 30% de los tumores diagnosticados en mujeres se originan en la mama, que es ya el más diagnosticado del mundo, superando por primera vez al cáncer de pulmón, según datos publicados en 2021 por el Centro de Investigaciones sobre el cáncer.

En la primera mesa redonda, 'Recaídas y metástasis en cáncer de mama: cuidados compartidos, han intervenido la dra. Blanca Cantos, especialista en Oncología Médica del Hospital Universitario Puerta de Hierro - Majadahonda; la dra. María Fernández Abad, especialista en Oncología Médica en el Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid y Almudena Narváez, psico-oncóloga del Hospital Universitario 12 de Octubre. / álex rivera

Regresos no esperados

Arrancaba el encuentro con los diferentes tipos de cáncer de mama para poner la atención a continuación en las posibles recaídas y metástasis. ¿Hay que temerle tanto como parece a la posibilidad de que el cáncer regrese, y a la de que se extienda por otras áreas del organismo? Inauguraba la primera mesa redonda la Dra. Blanca Cantos, especialista en oncología médica del Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda, que ponía sobre la mesa los tres tipos de tumores mamarios más comunes: «El luminal u hormondependiente que supone un 70% de los casos, HER2 positivo (un 20%) y triple negativo (en torno a un 10%)». Aclaró también los diferentes grados. «El carcinoma insitu es una lesión premaligna que necesita tratamiento y el infiltrante va de estadio 1 al 4 en función de la gravedad: del 1 al 3 es local y el tratamiento es curativo; el 4 es cuando aparece metástasis y el tratamiento se enfoca en conseguir supervivencia y mejor calidad de vida». La tasa de supervivencia va en aumento según la Asociación Española contra el Cáncer, gracias a la concienciación, la detección temprana y los cada vez mejores avances en el abordaje.

Sin embargo, en ocasiones el cáncer regresa. Cuando algunas células cancerígenas sobreviven y se reproducen, hay que distinguir, decía la Dra. Cantos, «entre la recidiva local (en el mismo lugar que la primera vez), que es tratable, la contralateral, que puede darse en la mama sana, y la que plantea más dificultad que es la recaída a distancia, cuando aparece metástasis en cualquier otra zona». La estrategia médica varía en cada caso: con un riesgo bajo, decía la experta, quizá no se necesite quimioterapia. «Contamos también con procedimientos hormonales, la idea es asociar varios distintos para tratar de evitar la recaída». La mejor prevención es cumplir el tratamiento, junto a un estilo de vida saludable, añadía la Dra. Cantos.

Se ha extendido, ¿y ahora qué?

La Dra. María Fernández Abad, especialista en oncología del Hospital Ramón y Cajal, se centraba en la metástasis. «El objetivo actualmente es encontrar la mejor calidad de vida posible». La zona diana puede ser hueso, hígado, pulmones, cerebro, etc. «Es importante saber qué subtipo de cáncer tenemos para encontrar esa metástasis y el tratamiento específico». Un 6% de las pacientes presenta metástasis en el momento del diagnóstico. «Aunque la supervivencia está aumentando debido a la detección precoz, aún hay mujeres que no se atreven a consultar al especialista y acuden con un estadio avanzado», confirmaba la Dra. Fernández Abad, «sin olvidar a quienes sí acuden al menor síntoma y aún así, el resultado puede ser una metástasis».

La buena noticia es que hoy en día se puede llegar a controlar en algunos casos gracias a los avances terapéuticos. «Antiguamente solo teníamos quimioterapia, que de la misma forma que arrasaba células malignas, hacía lo propio con las benignas, además de todos sus efectos secundarios. Hoy en día tenemos también tratamientos hormonales, dirigidos, de inmunoterapia, etc., con menos efectos secundarios y con mejor control de la enfermedad». La oncóloga insistía en la relevancia del ejercicio y la alimentación para un mayor éxito del tratamiento, y también en la adherencia al mismo. «Hay datos que confirman que la mitad de las mujeres no cumplen con el tratamiento, especialmente muchas jóvenes, algo que no deja de sorprender».

Un tsunami emocional

La última parte del primer panel recogía la relevancia del cuidado psicológico durante la enfermedad a cargo de Almudena Narváez, psico-oncóloga del Hospital 12 de Octubre. Recibir la noticia de un cáncer de cualquier tipo supone un sinfín de emociones difíciles de abordar, y en el caso de una recidiva o metástasis, la situación puede desbordarse emocionalmente hablando. Muchas pacientes con cáncer se callan en consulta por miedo, vergüenza, bloqueo o desconfianza, según la guía para cáncer de mama «En cáncer ninguna duda es tonta» de Lilly. El acompañamiento psicológico se centra, especialmente, en el manejo de la incertidumbre, decía la psico oncóloga.

«Trabajamos, por ejemplo, problemas de insomnio, sintomatología ansiosa, sintomatología depresiva, mejora en la calidad de vida, etc. E intentamos que haya un papel activo en la paciente sobre cómo manejar la enfermedad, a quién contárselo y cómo». Puso también el acento en las asociaciones entre pacientes, «donde encuentran respuestas entre iguales, que a veces los profesionales no sabemos dar». Denunciaba la presión de la sociedad por mantener la positividad ante la enfermedad, así como el espíritu de lucha. «Esto no es ninguna batalla y puede llevar al aislamiento. Es importante entender que hay emociones negativas y que no es malo, una tiene que llorar». Y rodearse bien: «El entorno elegido es básico». Como colofón al primer panel, las especialistas aunaban criterio respecto a los últimos avances en la enfermedad con recaída o metástasis: tratamientos individualizados.

En la mesa redonda 'La inteligencia artificial en el cribado del cáncer de mama' han participado la dra. Silvia Pérez, jefa del servicio de Radiología de la Mama de MD Anderson Hospiten Madrid; la dra. Isabel Calvo, oncóloga médica de la Unidad de la Mama de MD Anderson Hospiten Madrid; y el dr. Rafael Navarro, del servicio de ginecología oncológica de MD Anderson Hospiten Madrid. / álex rivera

Prevenir, la mejor baza

Con la segunda mesa redonda llegaba el momento de hablar de prevención, diagnóstico y el papel de la inteligencia artificial en una enfermedad con nombre de mujer, pues solo un 1% se da en hombres. Como confirmaba el Dr. Rafael Navarro, del servicio de ginecología oncológica en MD Anderson Hospiten Madrid, la revisión sigue siendo crucial: en nuestro país, según datos recogidos por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2024 se diagnosticarán 36.395 nuevos casos de cáncer de mama, siendo este tipo de tumor el más frecuente entre las mujeres españolas. En cuanto a la tasa de incidencia, se estiman 132 casos por cada 100.000 habitantes. «A día de hoy conseguimos diagnosticar la enfermedad en etapas iniciales».

El ginecólogo ponía atención en la periodicidad de la revisión general anual, y cada dos años para la mamografía, que actualmente la seguridad social marca a partir de los 50 años. Sin embargo, 1 de cada 10 tumores de mama aparece antes de los 45, de ahí que cada vez más comunidades autónomas bajen a los 45 o 40 años la edad para el cribado y detección temprana. El aumento de la esperanza de vida ha traído consigo que al vivir más años, la enfermedad permanezca también más tiempo, y por otro lado, esta se ha incrementado también en mujeres jóvenes, momento en el que este cáncer es más agresivo.

Autoexploración, el primer paso

El primer paso para esa detección temprana es, como indicaba el Dr. Navarro, la autoexploración, que recomendaba hacer en la semana posterior a tener el periodo en mujeres premenopáusicas: observar si aparece un bulto, si la piel está más enrojecida, si el pezón está invertido o hacia afuera. Además del pecho, palpar en las axilas. « Ver y tocar son claves y ante la duda acudir al especialista, nunca a Internet».

Igualmente relevante es la influencia de la herencia genética. Sobre esto se pronunció la Dra. Isabel Calvo, oncóloga de la Unidad de la Mama de MD Anderson Hospiten Madrid. Solo el 5% de los cánceres de mama tienen origen en nuestros predecesores, en el resto, llamados esporádicos, ha habido unos genes que, después de unos factores de riesgo han provocado que la célula cambie y se haya vuelto tumoral. Existen otros factores de riesgo, como la menopausia en edad temprana, una menstruación que llega pronto, un tejido mamario denso, tener un hijo a edad avanzada o no haber tenido ninguno. «Esto no lo podemos controlar, pero sí podemos llevar una vida sana para prevenirlo». El envejecimiento es otro factor de riesgo, sin embargo, algo está cambiando. «En los 80 la edad más frecuente para este tumor era de más de 60 años y ahora hay muchos casos en menores de 40», añadía la Dra. Calvo.

Inteligencia artificial, también en el cribado

La Dra. Silvia Pérez, jefa del servicio de Radiología de la mama en MD Anderson Hospiten Madrid ahondaba en la cirugía preventiva. La mastectomía es, en muchos casos, una opción recomendable. «Cuando una paciente tiene un riesgo alto de tumor mamario por una mutación genética esta opción es la forma más eficaz de prevenir un cáncer. Si se opta por hacer un seguimiento en este tipo de pacientes, en lugar de mamografía hacemos resonancia, que detecta mejor y antes». La especialista hacía una petición: que los programas de cribado cambien y se adelanten. A su vez, recomendaba que las mujeres conocieran el tipo de mama que tienen, si más densas o más grasas (el primer tipo entraña mayor riesgo), dato que aparece en el informe de las mamografías.

La especialista ponía después de manifiesto los avances en inteligencia artificial en el cribado del tumor más diagnosticado del mundo entre mujeres. «Se está preparando para participar en procesos de cribado con seguridad. Nos ayuda especialmente en casos de cribado de riesgo normal, donde los informes habitualmente son valorados por dos radiólogos»; en este caso sustituye al segundo especialista con éxito, siempre que sea un software fiable y validado. En ocasiones, se puede incluso evitar una biopsia. «Al igual que el ser humano, puede tener falsos positivos, pero los resultados son muy buenos». A continuación, la Dra. Isabel Calvo, reconociendo el papel activo de la IA, señalaba el factor humano como imprescindible en la labor médica. «La inteligencia artificial no sustituirá al oncólogo, aunque sí será un gran complemento». Quedaba en el aire la cuestión ética vinculada al uso de un algoritmo. ¿Qué pasa si queremos hacernos un seguro médico o de vida y se conocen nuestras probabilidades de contraer un cáncer, cuánto se incrementaría?

En la tercera y última mesa redonda, 'Hábitos y rutinas para sobrellevar el tratamiento oncológico', han participado Leonor Prieto, directora Científica de La Roche Posay; Lidia Brea Alejo, directora del curso de experto en Ejercicio Físico y Cáncer y coordinadora de la titulación de Grado en CAFyD. Universidad Europea de Madrid; y Carmen Vázquez, directora de Enfermería de MD Anderson Hospiten Madrid. / álex rivera

La importancia de portarse bien

La tercera y última mesa redonda se centraba en lo crucial del ejercicio y la alimentación, los cuidados de la piel y otros desde enfermería para sobrellevar la enfermedad. Tener hábitos saludables ayuda a prevenir un 40% de los tumores. De ahí que Lidia Brea, directora del curso de experto en Ejercicio Físico y cáncer, coordinadora de la titulación de grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la Universidad Europea e integrante del programa VEnCE, pusiera al ejercicio físico en primer lugar a la hora de prevenir la aparición, la recaída y de gestionar la enfermedad y lanzaba un dato contundente: las mujeres sedentarias tienen un 75% más de riesgo de contraer cáncer de mama. «Es imprescindible también para reducir los efectos secundarios». Recomendó no solo el de tipo aeróbico (como correr o andar), sino también el de fuerza, el de movilidad y el neuromotor. En cuanto a la dieta, la elegida sigue siendo la mediterránea, con menos carnes rojas y más fruta y verdura.

Leonor Prieto, directora científica de La Roche Posay, aportaba interesantes consejos sobre cómo tratar la piel, ya que procesos como la radioterapia producen sensibilidad, deshidratación, ulceraciones y baja tolerancia a la radiación ultravioleta: la llamada radiodermitis. «Es necesario extremar precauciones con la fotoprotección, la higiene y la hidratación en procesos de radiación, de quimioterapia o de terapias dirigidas». Aquí entra en juego la cosmética. «Esta no cura nada, pero sí puede paliar algunos efectos secundarios. Además el simple hecho de cuidarme me hace más consciente y repercute positivamente en el estado anímico». Los productos recomendados son sencillos: higiene e hidratación con glicerina, ácido hialurónico, aceites vegetales como la manteca de karité, antiinflamatorios como la Niacinamida y fotoprotección alta. «El fin es mantener el microbioma sano, el cual se ve alterado durante el tratamiento del cáncer». Por último, Leonor Prieto resaltó el maquillaje para paliar la pérdida de cejas o pestañas, aportar buena cara, y la conveniencia de olvidarse de manicuras agresivas en unas uñas que tienden a sufrir alteraciones. Entre los activos a evitar, el retinol y la vitamina C.

Carmen Vázquez, jefa de enfermería en MD Anderson Hospiten Madrid, apuntaba a otros cuidados imprescindibles para sentirse mejor en el trascurso del tratamiento para el cáncer de pecho que además de secuelas como la alopecia produce cambios de peso, neuropatías, daños en las uñas, pérdida del apetito y mal sabor de boca. «Para manejarlos hay soluciones como gorros fríos que previenen la caída del cabello al evitar que el fármaco llegue al cuero cabelludo, anteojos con el mismo fin en pestañas y guantes y calcetines a baja temperatura para que este no alcance las uñas. En cejas, la micropigmentación; en pestañas, eyeliner». Se ha conseguido alargar la vida de la paciente y la asignatura pendiente, aunque lo es cada vez menos, es mejorar su calidad de vida. «Síntomas como la fatiga se mitigan con un buen ritual de sueño, mindfulness y ejercicio», terminaba Carmen Vázquez.

Álex Rivera

Un cóctel en la sede de MD Anderson Hospiten Madrid ponía el broche final a las tres mesas redondas, donde los asistentes pudieron departir sobre todo lo integrado. La conclusión quizá más importante de la jornada se anclaba en la esperanza: aunque en la actualidad sigue experimentando un crecimiento sostenido, es posible hacer frente al cáncer de pecho con muchos mejores resultados que hace unos años y mediante un abordaje cada vez más completo a todos los niveles.