Seleccionadora de fútbol
Seleccionadora de fútbol
Hacía tiempo que se venía rumiando la salida de Jorge Vilda al frente de la selección femenina de fútbol. Y este martes se ha producido. Montse Tomé, la que ha sido durante cinco años su segunda de abordo es ahora la nueva seleccionadora nacional femenina poniéndose al frente de la actual campeona del mundo tras su victoria en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. « Empezamos una nueva etapa para seguir ganando», han sido las primeras palabras de la asturiana tras conocerse la decisión.
Vilda se ha visto arrastrado por el escándalo Rubiales: primero fue el beso no consentido; después el vídeo explicativo; y más tarde aquel discurso lleno de frases polémicas en el que todo el mundo esperaba que el presidente de la RFEF dimitiera y no solo no lo hizo sino que señaló a Jenni Hermoso. En aquella reunión, entre otros, estaba Vilda. Durante todo ese proceso no dijo nada. Tampoco los hizo horas después de que Luis Rubiales le dijera delante de toda la junta que le invitaba a quedarse con él por medio kilo al año: «He activado los mecanismo para que comience una negociación contigo en la que te invito a que te quedes con nosotros los próximo cuatro años cobrando medio millón de euros al año, te lo mereces».
La reacción del seleccionador de la Roja femenina llegó tarde y sus palabras no convencieron: «Lamento profundamente que la victoria del fútbol femenino español se haya visto perjudicada por el comportamiento impropio que nuestro hasta ahora máximo dirigente, Luis Rubiales ha realizado y que él mismo ha reconocido». Desde ayer Montse Tomé intentará calmar las aguas revueltas del fútbol femenino.
Poco podía imaginar la futbolista asturiana (nacida en Pola de Siero) cuando se reunió con su familia en la capital madrileña a la vuelta de Sídney, que en quince días dejaría de ser la segunda para convertirse en la máxima responsable de la selección que ya está creando estrellas como Olga Carmona o Aitana Bonmatí. En aquel encuentro con sus seres queridos se encontraba una de las personas que más la ha apoyado en toda su carrera como ella misma dejaba por escrito en sus redes sociales.
«Gracias por apoyar mi amor por la pelota, aunque fuera raro que el fúbol me enamorara y fuera la única chica rodeada de muchos chicos, respetaras lo que sentía y siento era de verdad. Ojalá todas las niñas y mujeres a las que les encanta este deporte tengan el mismo respeto, confianza y amor. Gracias por educarme con amor», escribí junto a una imagen en la que se veía a la jugadora besando a su progenitora.
Montse es asturiana por los cuatro costados. No solo porque ha nacido en el principado, ni porque se haya formado profesionalmente en el Oviedo moderno (también pasó por el Levante y el Barcelona), sino porque presume de su tierra en su cuenta de Twitter donde suele publicar fotografías de los bellos paisajes montañosos de esa tierra con frases como «Sentir, vivir, Asturias».
Como suele ocurrir en las vidas de los deportistas, la nueva seleccionadora, que el 11 de mayo cumplió 41 años, practica otras disciplinas. Una de sus favoritas, el ciclismo, algo que queda reflejado en las fotografías que publica en sus redes sociales, muchas de ellas con frases de superación como «TODO en el HOY, mañana vas tarde» o «No hay lucha por un sueño, vive una vida, pero siente, siente todo. No hay reloj de vuelta atrás».
Seguramente a ese tipo de sentencias es a las que se agarra cuando, a dos ruedas, se tiene que enfrentar a cimas como las de la Sierra de Peñamayor, uno de los sitios favoritos de la nueva responsable de la selección femenina. Con una altura de 1.197 metros, esta sierra asturiana es el lugar en el que paradójicamente, Montse dejó escrita una frase que se ha hecho realidad. Escribía aquel 1 de enero de 2021: «La vida nos pone en el lugar adecuado al momento exacto y no tenemos más que disfrutar. Peñamayor, mi lugar amado. Entrenando la fuerza de voluntad, cultura del esfuerzo. Preciosa subida, Feliz año».
Montse Tomé ha vivido quince días de vértigo. Pasó de ganar el mundial de fútbol a miles de kilómetros a firmar una declaración de apoyo a Jenni Hermoso y al resto de internacionales mientras ponía su cargo a disposición de la Federación. «Han sido días difíciles. Hicimos nuestro comunicado porque condenamos totalmente esos hechos, que sobre todo están muy lejos de los valores que nosotros compartimos y el deporte no es eso», declaraba Tomé entonces.
La asturiana llegó en 2028 para ser la mano derecha de Vilda. «Me saqué el título (de entrenadora UEFA Pro) y empecé en la elite. No conocía a Jorge, pero me llamó por teléfono y me propuso ser su ayudante. A veces pensamos que el primer y el segundo entrenador tienen mucha confianza, pero yo pensé: ¿y si no congeniamos?», contaba en una entrevista con EFE durante el mundial anterior celebrado en Francia, coronado por la selección estadounidense en el que España quedó aparcada en octavos de final.
Ahora Montse tiene un reto por delante: conseguir que el escándalo Rubiales, el cese de Vilda y el malestar creado en la selección femenina de fútbol no interfiera en los resultados de la Roja que tiene su próxima cita el viernes, 22 de septiembre, a las 18:30 contra Suecia. Como ella misma decía, comienza una nueva etapa.