Hablamos con Triana, hija de Charo Vega: «El racismo sigue existiendo y basándose en la nada»

«No mires hacia otro lado» es el lema de la recién estrenada campaña contra el racismo, en cuyo spot interviene Triana, hija de Charo Vega y el fallecido empresario Fernando Jiménez Varela, que se mete en la piel de una jueza para precisamente romper los estereotipos que se asocian a la etnia gitana. Su madre, a quien muchos conocen por su gran relación con Carmen Ordóñez y la familia Flores, además de su paso por 'Supervivientes', mostraba su orgullo en las redes sociales por esta importante iniciativa promovida por la cartera de Igualdad, al frente de la cual se encuentra Ana Redondo .

«Esta campaña surge cuando me contactan a través de Beatriz Carrillo de los Reyes, que trabaja en el ministerio de Igualdad (la directora general para la Igualdad de Trato y No Discriminación contra el Racismo es la primera mujer gitana en presidir una comisión en el congreso de los diputados, la del pacto contra la violencia de género). Le pidieron que encontrara a una persona gitana que fuera muy notable, que se distinguiera fácilmente para hacer bien el papel. Me contactó la productora y dije que sí porque me pareció muy interesante», nos dice Triana.

Triana se implicó mucho en esta iniciativa, pues ella ha sufrido en su día a día el racismo: «Me he llevado toda mi vida trabajando en una agencia de publicidad en el departamento de producción audiovisual. Es gracioso porque en ese mundo quien me conocía de primeras no me identificaba como gitana. Me preguntaban de dónde era, porque no me lograban ubicar. Yo les respondía que de Madrid y ellos me decían que parecía india. Nadie me identificaba como gitana, porque se ve fuera del concepto que tienen de ser gitano, en los semáforos con los kleenex, con la chatarra… O ser artista. Es muy triste», nos explica.

Y añade: «Luego tengo la otra vertiente. Vas al Mercadona y el vigilante de seguridad te sigue por todos los pasillos. Es así de contradictorio. O no te ubican en el mundo del trabajo, en este caso de publicidad, porque no les encajas, o en el supermercado haces la gitanada de ir a robar. Es tristísimo».

«El racismo sigue existiendo y basándose en la nada. ¿Por qué tienes que juzgar a una persona por su color o por su aspecto si estás en un trabajo o estás de compras? Vivimos rodeados de muchos prejuicios y hay un problema grande de integración. Espero que esta campaña funcione e impregne en la sociedad. Es muy importante que cale el tema de las oportunidades en la integración. Podemos ser lo que queramos como cualquier otra persona», concluye Triana.

A propósito del camino que considera adecuado para avanzar, explica: «Los gitanos tienen que concienciarse desde pequeños que es fundamental la educación. Si no se meten en ese mundo están perdiendo oportunidades. No van a saber si algo les gusta o no. Y estoy segura de que van a destacar en lo que se propongan. Hay muchos gitanos muy cualificados y ese espíritu de lucha te lleva a despuntar en cualquier actividad».

La hija de Charo Vega no ha cumplido con ninguno de los estereotipos y eso que creció en un ámbito donde se le podrían haber abierto muchas puertas, pero sus derroteros fueron otros. «He tenido muy de cerca el mundo artístico. Me he criado con Lola Flores y el tío Pescaílla . No solo eso. Mi madre se casó con Tony Caravaca, que era uno de los mánagers más importantes de España. Por mi casa han pasado muchísimos artistas. Yo estaba encantada con mi producción audiovisual, haciendo mis anuncios y feliz», nos comenta.

«El mundo del vídeo, del sonido, de la música siempre me había encantado. Cuando acabé COU me estaba planteando qué hacer. Entonces surgió la oportunidad de realizar unas prácticas en Publicis, la agencia de la que te hablo. Estuve desde el 95 hasta 2010. En la actualidad estoy de secretaria de un despacho de abogados. Mi pareja es Juan Silva de los Reyes -un conocido abogado penalista-, y estamos muy contentos porque tenemos clientes muy importantes. Es otro mundo, pero a mí me resulta muy interesante», nos cuenta.

«Cuando veían estudiar a mi marido con esos libros tan enormes le decían que si creía que los 'señores' iban a confiar en una persona gitana para llevar sus asuntos. Él se puso a ello y lo consiguió. Lo que te decía, una vez que aprovechas las oportunidades y te integras y lo persigues llegas muy lejos», destaca a propósito de su marido, quien lleva más de quince años en Sevilla al frente de su bufete de abogados, DLR, cuyo equipo es íntegramente gitano y está especialmente volcado en dar oportunidades laborales en este ámbito a personas de esta etnia.

Triana es madre de familia numerosa y Charo Vega ha sido crucial para que tanto su marido como ella puedan conciliar su vida personal con el exigente trabajo de su despacho de abogados: «Tengo tres hijos y hemos podido organizarnos porque hemos contado con la ayuda de mi madre. Si no estábamos en casa, se los dejábamos en la suya y así nos fuimos apañando hasta que fueron grandes. Es complicado encajarlo».

Por el momento, ninguno parece inclinado a seguir un camino artístico, tampoco el Derecho ha llamado a su puerta: «Mira que Juan les enseña el despacho y les dice que les dejará clientes… -nos dice, con humor-. ¡Qué va! Manuel, que cumplió el otro día 21 años, está haciendo Traducción e Interpretación. Habla inglés y francés con una excelente pronunciación. Triana está haciendo Auxiliar de enfermería y la chiquitita está en quinto. A ver por dónde sale…».

Como es sabido, Triana forma parte de un linaje familiar de enorme prestigio, pero quizás no ha trascendido tanto la enorme amistad que mantiene con Lolita Flores, su madrina de bautismo: «Mi padrino fue Palomo Linares, a quien recuerdo con mucho cariños», nos dice. La hija de Lola Flores le dedicó una canción que lleva su nombre y que incluyó en su disco 'Y la vida pasa' en 1994. En ella expresaba su enorme cariño por su ahijada: «Me hubiera gustado tanto haberte sentido dentro, haberte parido un día y gritar tu nombre al viento».

Lo recuerda con emoción: «Tenía cinco años. Yo era la niña chica de esa casa. Todavía no había nacido ni Alba (Flores) ni Elena (Furiase) , ni nadie… Parece ser que en un avión, según me cuenta mi madre, Lolita tuvo ese momento de inspiración y contó esas cosas tan bonitas, también hablando de mi familia. De mi abuelo, Gitanillo de Triana, de mi bisabuela, Pastora Imperio…»

Triana es prima hermana de Pastora Vega por parte de madre y mantiene una excelente relación con la actriz, que perdió a su padre, Curro , hermano de Charo Vega, en noviembre del año pasado: « Me llevo muy bien con Pastora Vega. Mi madre vive conmigo en Sevilla, pero cuando tiene un poco de mono de Madrid, se va a casa con su sobrina. Y allí está toda la familia. Todos tenemos un trato muy estrecho».