pieles maduras
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Si algo he aprendido desde que cumplí los 40, además de que hay que utilizar siempre protección solar de día y hacerse una doble limpieza por las noche, es que la elección de la base de maquillaje es la clave para rejuvenecer mi rostro. Sí, más que un corrector de ojeras o una buena máscara.
A lo largo de mi vida he probado muchas, decenas de ellas. Para pieles grasas, mixtas, en formato crema, compacto... incluso hubo un tiempo en el que, cansada de no acertar, prescindía de ellas y solo usaba polvos de sol o alguna BB Cream de vez en cuando. Hasta ahora que, cumplidos los 40, me he reconciliado con las bases.
Evidentemente no me vale cualquiera y mi gran apuesta de estos últimos meses va por aquí: solo elijo las que llevan un extra de tratamiento. Lo bueno es que este tipo de producto es, precisamente, la gran apuesta de las marcas en el último año. Bases de maquillaje que actúan como un sérum o como una crema con ingredientes habituales del skincare como el ácido hialurónico, los antioxidantes o la niacinamida.
Ahora mismo, mi útlimo descubrimiento ha sido la base de maquillaje Revitalessence Skin Glow Foundation que, además, tiene un factor de protección bastante alto para ser un fondo de maquillaje, un SPF 30. Pero este no es su único punto fuerte porque no solo tiene un efecto buena cara inmediato en mi piel, sus beneficios perduran incluso después de haberme desmaquillado.
Esta nueva base es casi un producto dos en uno porque mezcla el maquillaje con uno de los sérums superventas de Shiseido, el suero Ultimune Power Infusing Serum. Por eso, por un lado, consigues una cobertura media con un efecto glow inmediato que deja la piel resplandeciente, pero sin brilos feos. Y por otro, la estás tratando con activos antiedad que la marca lleva trabajando desde hace décadas.
Uno de esos ingredientes principales es el Kéfir Fermentado+, un antioxidante y prebiótico a base de arroz japonés que ayuda a estimular la renovación epidérmica y a prevenir la pérdida de hidratación. Este tipo de kéfir actúa junto con la niacinamida (vitamina B3) que mejora la textura y el tono de la piel a la vez que refuerza la barrera cutánea. Y en solo una semana es capaz de reducir las líneas de expresión.
Lo pueden utilizar todo tipo de pieles, incluso las más jóvenes, pero en mi caso ha sido el descubrimiento perfecto para pieles a partir de los 40 que no se conforman con una base tradicional y buscan un acabado perfecto y duradero a la vez que una piel jugosa e hidratada después de desmaquillarse.
Aquí se complica la cosa porque no siempre es fácil elegir el tono que mejor nos va. Pero esta base está disponible en 30 colores diferentes e incluos aunque te equivoques de tono, este se va a adaptar a tu tono de piel sin problema porque se funde a la perfección y es muy modulable y fácil de extender. Puedes hacerlo con las llemas de los dedos o con una esponja, pero te recomendamos hacerlo con la mano porque se calentará mejor el producto y penetrarán también mejor sus activos. Si quieres mayor cobertura, puedes utilizar una brocha.
La fórmula no contiene talco, parabenos, microplásticos ni fragancias y es recargable y un dato curioso: cada uno de los tonos lleva el nombre de materiales que se encuentran comúnmente en la naturaleza, la arquitectura o el diseño en todo Japón como Porcelain o Bamboo. Su precio es de 70 euros.