Técnica gloss, la forma infalible de dar luz y brillo a tu melena

En el sector capilar también hay tendencias que de cara al 2024 se posicionan como las grandes favoritas. Hay algunas totalmente novedosas, como la fiebre por el Cherry Hair impulsada por celebrities como Dua Lipa, hasta otras que resurgen de sus cenizas como las Birkin Bangs, el peinado icónico de Jane Birkin en los años 70.

También hay cambios en el terreno de los tratamientos y las técnicas, con las que podemos conseguir que nuestra melena pase de estar apagada y sin nada de brillo, a un pelazo lleno de vida y movimiento. La última obsesión de las expertas es la técnica gloss, que se postula como la gran favorita de este año.

Es ideal para hacerte en cualquier temporada, aunque durante el invierno es perfecta para aportar ese brillo que tanto necesita nuestro pelo. Ana Martínez, education manager de Jean Louis David, explica en que: «el gloss es una inyección de luz para cualquier tipo de cabello. Tanto si deseas prolongar el brillo de tu coloración como si simplemente quieres reavivar tu color natural.»

Es una técnica que tiene beneficios para cualquier tipo de pelo, ya sea fino o grueso, o esté teñido o no. Se trata de una coloración semi permanente, que trabaja tono sobre tono, y que actúa como una capa sobre el cabello para darle un efecto muy brillante. Unos reflejos intensos que dan como resultado una melena ideal.

Además, a pesar de ser una coloración, no contiene amoníaco y su índice de oxidación es mucho más bajo que el de los tintes tradicionales, esto hace que te puedas olvidar por completo de la aparición de raíces a medida que va creciendo el cabello. Aunque, como en cualquier otro caso, un cuidado capilar diario es fundamental para el mantenimiento de un pelo sano.

«El gloss es una coloración ácida, con lo cual actúa como un barniz en nuestro cabello: se abre la cutícula, equilibra nuestro PH, y sella la cutícula del cabello. Y gracias a las proteínas y aminoácidos del trigo, queda un cabello fortalecido y reparado», explica Martínez. Esto se traduce en que, además de aportar ese tono en el pelo, también nos ayuda a una reparación profunda del mismo.

- Potencia el color de tu pelo: si llevas algunas semanas sin repasar el tinte, pero quieres evitar el daño que produce la decoloración, es recomendable que recurras a esta técnica, ya que puedes conseguir un resultado impecable, sin tener que pasar de nuevo por el proceso de coloración completo.

- Hidrata e ilumina el cabello: como te comentábamos con ese tratamiento cerramos herméticamente las cutículas, dando como resultado una melena más saludable, suave y llena de brillo.

- Evita el encrespamiento: al sellar las cutículas, el pelo se asienta y lo podemos llevar suelto evitando ese odiado frizz, especialmente durante la temporada de invierno, donde la humedad está muy presente.

- Nos olvidamos de la raíz: es cierto que con esta técnica damos color a nuestro pelo, pero al ser de una forma tan sutil y natural, nos podemos olvidar de esa raíz marcada, ya que el tono se irá desvaneciendo de forma gradual, evitando ese contraste tan antiestético.