Ácido poliglutámico: el ingrediente antiedad 10 veces más hidratante que el ácido hialurónico

Podemos asegurar que el ácido hialurónico es una de los mejores ingredientes, sino el mejor, para el cuidado de la piel. Versátil, apto para todo tipo de pieles, potencia los resultados de otros activos, combina siempre bien, eficaz y muy beneficioso, aporta lo más básico que requiere nuestra tez, la hidratación . Este todoterreno repone y mantiene la humedad, ayuda a minimizar arrugas y líneas de expresión aportando flexibilidad, aterciopela la textura y deja un aspecto relleno, jugoso y radiante, muy juvenil. Como para no amarlo.

Pues te vas a quedar helada cuando te digamos que hay otro ingrediente super similar pero incluso más potente: el ácido poliglutámico (o PGA). Los dermatólogos aprecian las bondades de este desapercibido componente, ya que retiene 4.000 veces su peso en agua o, lo que es lo mismo, mucho más que el ácido hialurónico. Al tener mayor capacidad de absorción y acumulación de la humedad, consigue ese efecto esponja que hace que la piel se vea más joven y voluminosa.

Si bien es cierto que, el ácido poliglutámico tiene un tamaño molecular mayor al del ácido hialurónico (significa que la hidratación se da a nivel superficial y resulta más difícil que penetre en las capas profundas), ambos no son excluyentes, lo contrario. Uniendo estos dos activos conseguiremos unos resultados antienvejecimiento drásticos.

Aunque, su lista de beneficios no termina en ser un super hidratante. El ácido poliglutámico es más efectivo en la tarea de disminuir líneas, arrugas y la apariencia de los poros, rellenando las capas superficiales del cutis casi al instante y dejando esa sensación de piel de cristal por la que se caracterizan las asiáticas, impoluta, uniforme, lisa y luminosa. Su acción es muy rápida por lo que, para aquellas que no pueden esperar a ver resultados, resultará el ingrediente estrella.

Además, aunque su penetración no sea tan profunda, es capaz de inhibir la hialuronidasa, una de las enzimas causantes de acelerar el proceso de envejecimiento al descomponer los niveles de ácido hialurónico que produce naturalmente el organismo.

Básicamente, no solo impide que los signos de la edad se agudicen al frenar la descomposición de los activos que mantienen el cutis joven, también impulsa el aumento de estos, tratando esos problemas y desvelando un rostro uniforme, saludable, alisado y con efecto buena cara de manera veloz.

Es el complemento ideal a fórmulas antiedad que contengan retinol o vitamina C, así como para sérums o cremas de ácido hialurónico que sean de varios pesos moleculares para obtener un tratamiento completo y que los resultados sean mejor y más visibles.

A partir de ahora, revisa bien las etiquetas y procura que tus productos de cuidado facial incluyan ácido poliglumático. Sin duda, marca la diferencia.