CINCO AÑOS DE GUERRA judicial Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana ya tienen fecha para su próximo juicio: por qué no han firmado aún su (interminable) divorcio

El siguiente capítulo del eterno divorcio de Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana tendrá lugar en un juzgado de Miami este verano. Pero queda mucho más por resolver.

Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana / getty images

Silvia Vivas
Silvia Vivas

Embarazada de su primera hija, en contra de lo que deseaba su familia y con el hombre con el que convivía desde hacía apenas un año. Así se casó en 2008 la tenista Arantxa Sánchez Vicario con el que sería su segundo marido y futuro segundo divorcio: Josep Santacana.

La ruptura de la tenista con su familia, que se escenificó en aquella opulenta boda de más de 600 invitados, sería casi definitiva en 2012, cuando Arantxa Sánchez Vicario se desquitó en un explosivo libro de memorias en el que responsabilizaba a sus padres, entre otras cosas, de su mala suerte en el amor.

«Para ellos nunca escogía a la persona adecuada, y de poco me servía indignarme y rebelarme», escribía la mujer que ganó Roland Garrós en cuatro ocasiones en ¡Vamos! Memoria de una lucha, una vida y una mujer. Desafortunadamente para ella, estamos en 2023 y debe reconocer que en el caso de Josep Santacana , efectivamente, se equivocó al elegir.

Tras diez años de matrimonio y dos hijos en común, nada queda positivo que decir de la relación entre Arantxa y Josep, la pareja que aún no ha conseguido firmar sus papeles de divorcio. Desde que su separación se hiciera pública en 2018 se han sucedido los juicios al respecto a un lado y otro del océano.

Pleitos que aún hoy colean y que no han tenido solución ni en Miami ni en España. De hecho, el siguiente paso en este sentido se dará el próximo mes de agosto en un juzgado del condado estadounidense de Miami Dade.

El divorcio por partida doble de Arantxa Sánchez Vicario en Miami y Barcelona

Cuando fue obvio que la relación entre Josep Santacana y Arantxa Sánchez Vicario no daba más de sí, empezaron los problemas judiciales. La extenista había vendido todas sus posesiones españolas y llevaba años instalada en España. Problemas con su familia, la hacienda española y un banco de Luxemburgo afianzaron su decisión de instalarse en Estados Unidos.

Pero el 3 de enero de 2018 comenzaría un juego de demandas y contrademandas que se convertiría en una trampa judicial para la ex pareja. En esa fecha Josep Santacana solicitó el divorcio en el Tribunal de Florida para posteriormente, el 22 de febrero, interponer esa misma demanda en un juzgado de Esplugues de Llobregat en España.

Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana, el día de su boda / gtres

El 26 de febrero, Santacana retiró la primera demanda de divorcio que había interpuesto en el Tribunal de Florida. Y ese mismo día, pero por la tarde, Arantxa Sánchez Vicario interpuso su propia demanda de divorcio contra Santacana en Florida. Un vaivén de demandas a un lado y otro del océano que dejó a la pareja con un proceso de divorcio abierto por Arantxa en EE.UU. y otro por Santacana en España.

¿Por qué querían divorciarse en países distintos? La razón, se supo después, era puramente económica. Si el divorcio se ejecutaba en nuestro país las capitulaciones matrimoniales que Josep Santacana firmó antes de casarse en 2008, en las que se establecía el régimen de separación de bienes, seguían vigentes. Por el contrario, si el proceso se llevaba a cabo en Miami esas capitulaciones quedaban sin efecto y Santacana estaba obligado a declarar sus bienes y sociedades en las que aparece.

El objetivo de Arantxa era saber dónde se encontraba la fortuna que había ganado a lo largo de su vida. Finalmente la justicia española le dio la razón en 2021 y su divorcio, ese que nunca llega, se dirime aún hoy en Florida.

El factor económico: el frente abierto en el divorcio de Arantxa Sánchez Vicario

Cuando Arantxa Sánchez Vicario y Josep Santacana se casaron la fortuna de la extenista ascendía a 35 millones de euros. Pero según confesó su entorno a ABC, cuando consultó sus cuentas tras romper su matrimonio descubrió que el dinero, fruto de su esfuerzo en las canchas de tenis desde la infancia, ya no estaba. Se había volatilizado.

Este supuesto quedó corroborado con una dramática puesta en escena en 2018, cuando uno de los abogados de Arantxa en Miami, Ryan McCarthy, explicó a los medios que la deportista no poseía nada a su nombre y ni siquiera podía acceder a sus fondos: desde 2008 Santacana se ocupaba de gestionar su patrimonio.

«Ella nunca se ha ocupado de sus finanzas. Hubo una época en la que sus padres se encargaron de eso, luego fue su marido», aseguró el letrado. El otro abogado que contrató Arantxa en ese momento, Maurice Kutner, fue un paso más allá en una entrevista que publicó Mujerhoy.com en 2018.

Vídeo. Arantxa Sánchez Vicario se pronuncia sobre el drama de su vida

«El Sr. Santacana no quiere ser informado sobre el proceso de divorcio en Florida. Su objetivo es proteger el dinero que ha tomado de la señora Sánchez y no proporcionar ninguna información acerca de los activos. Esto es, obviamente, mucho más importante para él que tener, incluso, una mínima relación con sus propios hijos«.

De aquellos barros llegan los lodos judiciales que enfrentarán de nuevo a la pareja el próximo mes de agosto en Miami. En esta ocasión la demanda la interpuso Josep Santacana contra su exmujer por la venta de un apartamento que compraron en 2015, cuando aún eran pareja, en una de las dos torres Paraiso Bay en el exclusivo barrio de Edgetower.

El próximo mes de agosto los tribunales americanos intentarán desenredar al menos esta parte del complejo rompecabezas patrimonial del divorcio Sánchez Vicario-Santacana. Pero quedan muchos más por resolver y dos dudas importantes en el aire. ¿Firmarán en algún momento el divorcio? ¿Se sabrá en algún momento qué sucedió con el patrimonio de la tenista?

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