Cari Lapique, con su hermana Miriam, y su hija, Carla Goyanes. /
La prematura e inesperada muerte de Caritina Goyanes a los 46 años víctima de un infarto ha destrozado a la familia. Mujer de fuertes convicciones religiosas y con una alegría desbordante nos dejaba en Marbella, cuando se encontraba indispuesta y su marido la acercaba al hospital, donde nada pudieron hacer por salvarla.
Las imágenes de su madre, Cari Lapique, regresando a Málaga para despedir a su hija eran demoledoras. Acompañaban a la socialité su hermana Miriam, siempre a su lado, y su hija Carla, que dejaba en las redes sociales un mensaje en el que subrayaba las cualidades humanas y personales de Caritina, que deja dos hijos a los que adoraba.
Serán su hija y sus nietos el mayor bálsamo para Cari Lapique, que perdía hace solo veinte días a su marido, Carlos Goyanes, también víctima de un infarto, aunque en su caso su salud era más endeble desde hacía más tiempo y su edad más avanzada. En estos días también fallecía su hermano, Tito Goyanes, en un mes de agosto fatídico para la familia.
Cari Lapique con Carla Goyanes y Miriam Lapique. /
Cari Lapique no va a elaborar sola el duelo por la muerte de su marido, que en su día estuvo casado en primeras nupcias con Marisol. Además de los familiares ya mencionados que harán lo imposible para que no se encuentre sola, especialmente en los momentos en los que sucumba a la tristeza, también contará con un gran número de amigas a las que ella también ha arropado cuando lo han necesitado.
Cari Lapique es una mujer muy querida en la alta social y en ese ámbito encontramos nombres capitales de la crónica social a los que ha estado y está muy unida. Este es el caso de Nuria González, a quien tanto arropó cuando murió su marido , el naviero Fernando Fernández Tapias. Son muchas las experiencias vividas juntas y de hecho Cari fue de las pocas famosas que acudió a su enlace y, además, firmó como testigo por parte de la novia.
No es de extrañar que Nuria González fuera de las primeras en acercarse a dar el pésame a Cari Lapique porque desde que se conocieron se hicieron íntimas. Fueron muchos los momentos felices los que compartieron en Marbella, con otras amigas como Elena Cué, mujer de Alberto Cortina, o en los toros, a los que ambas son muy aficionadas.
Marisa de Borbón y Yordi es otra figura clave en el entramado emocional de Cari Lapique. Se conocieron en los años 70 y coincidían en irrepetibles fiestas llenas de glamour en el Marbella Club, donde tanto furor causaban Alfonso de Hohenlohe y Jaime de Mora. Era el punto de encuentro de la verdadera jet antes que la localidad de la Costa del Sol perdiera algunos de sus más ilustres moradores.
Isabel Presyler, en en el funeral de Caritina Goyanes. /
Mención aparte merece Isabel Preysler, a quien Caritina consideraba casi como una segunda madre, aunque la relación nacía, por supuesto, de la propia Cari Lapique. La viuda de Miguel Boyer estuvo en las dos bodas de las hijas de Cari, Carla y Caritina, mientras que Lapique y Caritina acudirían a El Rincón para disfrutar de la boda de Tamara Falcó e Íñigo Onieva. Cada verano solían coincidir unos días en Marbella.
Cari Lapique está recibiendo numerosas muestras de apoyo en estos días y por eso es crucial destacar otros nombres importantes como José María García, íntimo de la familia desde hace décadas, María Zurita, Rosauro Varo o Inés Domecq. No podemos olvidarnos de Lolita Flores, que adoraba la familia, y que sufrió un ataque de ansiedad al enterarse de la noticia en 'TardeAR', programa del que vuelve a ser colaboradora.