Cynthia Rossi es una apasionada del arte. /
La imagen de Carmen Martínez-Bordiú , de negro, con gafas oscuras y gesto inexpresivo, muy delgada, de pie ante la tumba de su hijo Francisco, su primogénito , apareció en todas las revistas y periódicos de la época y conmovió hondamente a los que antes la habían criticado por romper su matrimonio .
Carmen no derramó ni una lágrima, ni en público, ni en privado. «Cuando un dolor es tan fuerte, se te secan las lágrimas», confesaría años después. Estaba pasando por el dolor más grande que pueda pasar una madre, la pérdida de un hijo.
El 7 de febrero de 1984, fallecía con 11 años, en el Hospital de Navarra, tras chocar el coche en el que viajaba con su hermano Alfonso y su «nanny», contra un camión. Al volante iba Alfonso de Borbón Dampierre, su padre, que se saltó un stop. Volvían de esquiar en Astún. Todos los ocupantes resultaron gravemente heridos, pero Francisco ingresó prácticamente muerto. Fue el rey Juan Carlos quien llamó a Carmen para contarle que su exmarido y sus hijos habían tenido un grave accidente
Carmen siempre habló, desde entonces, de «la tragedia que marcó mi vida». La nieta mayor de Franco había abandonado a su marido cinco años antes y vivía en París junto al anticuario Jean Marie Rossi. Su marcha y su divorcio, dos años después de separarse, había escandalizado a su familia y a la España que acababa de salir del franquismo. Se dijo que había abandonado a sus hijos.
La realidad es que no quiso arrebatárselos a su padre, ni sacarlos de su entorno habitual, así que la custodia se la quedó el duque de Cádiz. En París, Carmen había descubierto una vida nueva, más libre e interesante y, tras un matrimonio sin amor, vivía a fondo la pasión. Carmen y Jean Marie se habían conocido diez años antes en un crucero en el que los entonces duques de Cádiz fueron invitados de Olimpia Torlonia, hija de la infanta Beatriz de Borbón, tía de Alfonso.
Poco tiempo después de la muerte de Francisco, Carmen descubrió que estaba embarazada y el 11 de diciembre ella y Rossi se casaron por lo civil en París. El escándalo no hizo sino aumentar por la diferencia de edad entre ambos, 22 años, y por no haberse celebrado una ceremonia religiosa. Catorce meses después de la muerte de Francisco, Carmen era de nuevo madre. Su hija se llamó María Cynthia Francisca Mathilda Rossi Martínez-Bordiú, y vino al mundo el 28 de abril de 1985. Llegó para atemperar un poco la terrible pérdida de Francisco.
«Me trajo vida. Ha sido mi sostén, mis manos y mis pies», confesaba Carmen a la revista Vanity Fair. La familia aún vivió otra terrible tragedia, cuando, meses después de la muerte de Francisco falleció Mathilda, una de las hijas gemelas del anticuario, de 13 años, en un accidente náutico en unas vacaciones en Bahamas. Cayó al agua y fue alcanzada por la hélice. Luis Alfonso, el otro hijo de Carmen, también iba en el barco.
Cynthia se describe a sí misma como una niña muy responsable y disciplinada, y siempre ha sido muy discreta. Asegura haber sentido cierta responsabilidad para que sus padres se sintieran orgullosos de ella después de todo lo que habían sufrido. Era sonriente y cariñosa, muy parecida físicamente a Carmen. Tras licenciarse en Derecho y Criminología, y trabajar un año y medio en un bufete, decidió dar un giro a su vida y dedicarse a la pintura, su verdadera pasión.
«Gracias a mi padre y mi madre he tenido la suerte de crecer en un ambiente artístico, acostumbrada a ver exposiciones, visitar museos con ellos... No puedo imaginar una vida sin arte», explicaba hace un tiempo a la revista ¡Hola!. Su estilo es cercano al pop, según ha contado, de hecho su pintor favorito es Roy Lichtenstein. Ya ha hecho algunas exposiciones en París y su renombre ha ido creciendo gracias al boca a boca.
Cuando sus padres se separaron, en 1994, Cynthia tenía nueve años y se quedó en París con su padre, pero Carmen no pasaba más de una semana sin verla. Su relación con su familia española también fue cercana. Admiraba especialmente a su abuela Carmen Franco, a la que admiraba por ser tan «activa y tener una mentalidad abierta». Uno de los pocos revuelos que ha causado la joven fue cuando, en 2015, declaró que su bisabuelo salvó a España, le dio modernidad y la abrió al mundo», en una entrevista.
Cynthia Rossy con su marido Benjamin Rouget y con su madre Carmen Martínez-Bordiú. /
Con su hermano Luis Alfonso tiene también una relación muy cercana y suelen encontrarse en París. Cynthia tiene otros dos hermanos por parte de padre, fruto de su matrimonio con Barbara Hottinger: Marella, que ha tomado el relevo desde hace años del negocio de Jean-Marie, y Frederick, abogado especializado en fusiones.
Cynthia contrajo matrimonio en diciembre de 2015 con su primer amor, Benjamin Rouget, un conocido urólogo de Burdeos. La ceremonia civil, muy romántica, se celebró en París, con unos 300 invitados. Cynthia llevó un diseño de Pronovias. En febrero de 2016, llegó la ceremonia religiosa en Los Alpes. La pareja se instaló en Burdeos. Hoy Cynthia es madre de dos niños nacidos en 2016 y 2019. La familia visita con frecuencia París y Madrid.
Carmen y Jean-Marie permanecieron juntos diez años. Jean Marie Rossi falleció el 6 de diciembre de 2021.Carmen vive hoy retirada en Portugal, con su nueva pareja, el coach australiano de 35 años, Tim McKeague.