Mar Flores, Rosalía, Aitana o Miguel Ángel Silvestre: cómo ayudan de verdad los famosos en una catástrofe como la DANA en Valencia

Los afectados por la DANA en Valencia continúan su batalla contra el fango, el agua estancada y la falta de servicios, una situación penosa pese a que suficientes efectivos del Ejército y otros miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado colaboran en la tarea y el apoyo visible y logístico de la reina Letizia y Felipe VI. Desde el minuto uno, la reacción social estuvo a la altura de las circunstancias, con una movilización de voluntarios (alrededor de 10.000 personas) nunca vista. Jóvenes, muchos de ellos, impelidos por pura compasión a ayudar. ¿ Hubo famosos con la misma sensibilidad? Desde luego.

La riada se produjo el martes 29 de octubre, cogiendo a valencianos de 69 municipios desprevenidos. Lo peor llegó a las 18.30 horas: se desbordó el barranco del Poyo en Torrent y se inundó Picanya, Paiporta, Benetússer, Sedaví, Massanassa y Catarroja. Con la llegada de la noche, la situación se volvió catastrófica con puentes arrancados y miles de personas atrapadas. Los jóvenes voluntarios llegaron de manera consistente a la zona cero el día 31. Ya entonces vimos famosos entre ellos.

Los famosos que cogieron su coche y volaron hacia las zonas afectadas son las celebridades cuya reacción puede leerse como más genuina, al verse conmovidos e impelidos por acudir a la zona por puro corazón. Por ejemplo, Miguel Ángel Silvestre (valenciano de Castellón), Rozalén (acudió a Letur, su pueblo y el más afectado en Albacete) o Sonia Ferrer. El duque de Calabria, Pedro Borbón-Dos Sicilias , cogio la esocba y se puso a trajinar con el barro.

Mar Flores o Arturo Valls se pusieron manos a la obra en puntos de recogida de alimentos y ropa para enviar a Valencia. La ONG del chef José Andrés, World Central Kitchen , dio opción a algunos famosos a echar una mano: repartieron comida desde Paz Padilla a Rosalía. Y Tamara Falcó acudirá a cocinar con él.

Estamos ante un comportamiento cívico que no puede reprochársele a nadie porque sea más o menos famoso. Hay que llenarse de mucha suspicacia para encontrar que Aitana, por ejemplo, reaccionó con 'postureo' a la tragedia de la DANA en Valencia. Si estos famosos que decidieron ayudar sobre el terreno o desde casa colgaron fotos y vídeos en las redes, queda a la interpretación, a la mirada mal o bienintencionada, pensar si lo hacen o no por 'postureo'.

Desde que supo de la catástrofe, Aitana utilizó sus redes y sus contactos para buscar soluciones en pueblos concretos gracias a su influencia. Un empresario de Catarroja desveló que la cantante, al ver un vídeo que él había publicado sobre la situación de su pueblo, se puso en contacto con él para ayudar.

«Siempre, desde el anonimato total, me ha preguntado todos los días cómo estaba y qué necesitábamos», contó. «Hoy he tenido la suerte de poder descargar un camión con 17 palés de primera necesidad de los que necesitamos ahora, y ella no quería que se sepa, pero para mí es de justicia».

Es comprensible la prevención de Aitana: ningún famoso quiera que se confunda su deseo de ayuda con el oportunismo. Sobre todo si se sirve de su marca o de su negocio para canalizar su ayuda. Es el caso de Vicky Martin Berrocal, quien ha anunciado un outlet benéfico con diseños rebajados de su firma de moda , cuya recaudación irá íntegramente para los afectados por la DANA en Valencia. Habríamos de revisar las críticas a estas iniciativas de pequeños y medianos empresarios: ¿acaso no ponen a disposición lo más valioso que poseen?

Por lo general, famosos y nada famosos reaccionamos a las tragedias (y también a otros acontecimientos virales) a través de las redes: es una forma de mostrar solidaridad (o lo que toque) sin que las rutinas se vean trastocadas. Por eso tiene valor que tantas personas, famosas o no, hayan puesto sus vidas en suspenso para ayudar. Tampoco es ya un dato si lo cuelgan o no en las redes: ¿acaso no lo hacen también los miles de voluntarios que han viajado a Valencia?

Esta marea viral de colaboración, sea producto de una promoción interesada de marca personal o no, crea un clima de compasión y empatía que no podemos permitirnos desdeñar. Aunque, como contrapartida, produzca alguna incomodidad a personas que no pueden colaborar de la misma manera.

«Hay mucho postureo, mucha estupidez. Yo no sé quitar barro, tiene que haber una organización experta. Uno tiene que ser consciente de lo que puede hacer, hacer para lo que sirve», opinó Carmen Lomana ante preguntas de Europa Press sobre el gran número de famosos que han ido a Valencia a limpiar calles o a repartir comida, ropa y otros útiles de limpieza.

«Quien quiera ir, bien recibido será si va a hacer algo realmente. Yo puedo ayudar económicamente mandando cosas, pero no voy a ir allí a estorbar. Que voy a estorbar. O a que digan, 'Lomana, la foto', no. Nadie quiere fotos, nadie quiere 'celebrities' allí, nadie quiere tontería. Quiere gente eficaz».

Sirva la reacción de Lomana, totalmente comprensible y poseedora de su propia verdad, para tomar nota de la presión que sienten muchos famosos para manifestarse de una u otra manera cada vez que se produce un acontecimiento suficientemente importante. Evidentemente, ninguna persona mayor o que no esté en gran forma física puede sumar en un trabajo tan duro como limpiar las calles. Sin embargo, cada hombro arrimado cuenta, como no se cansan de repetir los valencianos. Y los de los famosos, también.