EL CANTANTE SE RECUPERA DE UN ICTUS

La increíble historia de amor de Raphael y Natalia Figueroa: 54 años casados, alta sociedad, boda a la fuga y el maldito alcoholismo

Raphael y Natalia Figueroa, hoy marqueses de Santo Floro, forman uno de los matrimonios más longevos de panorama artístico español. No ha sido fácil cumplir 54 años de casados: han superado adicción, enfermedad y oposición de la alta sociedad.

Raphael y Natalia Figueroa, el día de su boda en Venecia, en 1972. / gtres

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

No es el primer contratiempo serio de salud que ha superado Raphael (81 años), aunque sin duda ha sido el más inesperado. El cantante se encontraba grabando una entrevista con David Broncano para 'La Revuelta' cuando sufrió un accidente cerebrovascular, o sea, un ictus. Sin embargo, salió por su propio pie del teatro donde se realizan las grabaciones del programa hacia la ambulancia. Por su parte, Pablo Motos, que le había tenido como invitado en 'El Hormiguero' en la tarde del lunes, relataba en directo en el programa de ese mismo martes (una vez conocida la noticia) que el pronóstico del cantante era bueno. «Parece que las pruebas van bien», desvelaba el director y conductor del espacio de Atresmedia.

Todo son deseos de una pronta recuperación, sobre todo porque Raphael no había visto su salud comprometida en los últimos años. Más aún: tenía previstos dos conciertos en Madrid los días 20 y 21 de este mes. Y a su lado, incombustible, debía estar Natalia Figueroa, su esposa desde hace 54 años . Su historia de amor es una leyenda que se suma al resto de conquistas de este genio del pop.

Raphael y Natalia se conocieron a final de los años 60 en una entrega de premios auspiciada por la poderosa locutora de radio Encarna Sánche z. Él era la última sensación de la canción y ella, una nueva estrella del periodismo y la literatura. Raphael ya poseía un carisma considerable, pero ella tenía rancio abolengo. El padre de Natalia Figueroa era Agustín de Figueroa, marqués de Santo Floro, hijo del conde de Romanones, que había presidido varios Consejos de Ministros en el reinado de Alfonso XIII.

«Natalia entró en mi vida porque hubo una entrega de un premio y ella fue la encargada de dármelo», recordó Raphael en una de sus entrevistas. Tras la gala, el de Linares dijo a la escritora: «Me llamo Raphael, ¿a ti se te puede llamar por teléfono?». Raphael, triunfador del Festival de Benidorm y Eurovisión, cayó rendido ante la periodista de la alta sociedad. También escritora, pues había publicado con éxito 'Tipos de ahora mismo', con ilustraciones de Antonio Mingote.

La familia de Natalia se opuso al romance con Raphael

Natalia era una mujer moderna: además de escribir, presentaba programas en televisión, tocaba la guitarra y vestía como una modelo de Hermès o Guy Laroche. Sin embargo, su familia no era tan avanzada. Los marqueses de Santo Floro trataron de evitar el romance, pero quienes más se opusieron a que aquel amor prosperara fueron la condesa de Yebes y Blanca de Borbón, condesa de Romanones. Cómo una hija de la aristocracia iba a casarse con el hijo de un obrero.

El romance fue casi alto secreto. «Desmiento rumores de boda», decía Raphael en 1972, pocos meses antes de casarse con Natalia. «Solo somos buenos amigos», aseguró ella en la carta que remitió al diario 'Pueblo'. Los novios lograron que sus respectivas familias acudieran al aeropuerto sin saber exactamente dónde volaban: la obsesión del cantante y su futura esposa por mantener alejada a la prensa fue en vano.

«Hará apenas un mes que Natalia me había escrito: Me caso con Raphael. Quiero que seas mi testigo. Pero para evitar un jolgorio tendremos en secreto absoluto la fecha y el sitio», relataba en ABC José María Pemán. «Lo cumplieron fielmente: y empezó una especie de película policíaca, con las fintas y estrategias más enrevesadas para despistar agencias y fotógrafos. Pero hace unos pocos días, Natalia al teléfono: Eso es el día 14. ¿El sitio? Ya lo sabrás. Como tengas intervenido el teléfono pensarán que proyectamos el asalto de una joyería».

Al final, los reporteros se enteraron del viaje masivo de miembros de la alta sociedad y lograron embarcar con los marqueses de Santo Floro y el resto de aristócratas con dirección Venecia, donde Raphael y Natalia se casaron un 14 de julio de 1972. Fue en la iglesia de San Zacarías y la novia llevó un vestido con un indudable toque español: volantes. Para entonces, el marqués ya había bajado su tarjeta roja contra el cantante, pero otros familiares seguían sin aceptarle. Y tardaron en hacerlo.

La adicción de Raphael al alcohol fue un secreto

Quizá porque el inicio de su relación fue tan difícil el matrimonio se probó absolutamente irrompible. Lo mismo que la carrera de Raphael, el artista español superventas por excelencia. Solo muchas décadas después supimos que el ya famosísimo cantante se había refugiado en el alcohol. Fue en 1985, cuando se hizo público que sufría una hepatitis B muy grave que derivó en encefalopatía hepática. Raphael necesitaba un transplante de hígado.

«Cuando en 2003 me llamaron para el trasplante de hígado, me encerré en la habitación y me negué a ir al hospital», recordó Raphael en una entrevista. «Gracias a las palabras de mi mujer conseguí salir. Pero aquí me ves. Mi recuperación ha sido fantástica, el trasplante ha sido una inyección de vida, de ilusiones, de trabajo...», confesó. Lo que no llegó a desvelar totalmente fue la naturaleza de su adicción.

Raphael y Natalia Figueroa en 2021, durante el estreno de la serie documental 'Raphaelísimo'. / gtres

En 2022, en la promoción de la serie documental 'Raphaelismo' con la que celebró sus 60 años de carrera, Raphael habló largo y tendido sobre su transplante y su alcoholismo. Sostuvo que su adicción no fue convencional, sino debida a sus problemas de insomnio. « No bebía por el hecho de beber, yo solo quería dormir. Eso empezó en los aviones y en los hoteles, cuando pusieron minibar. Me bebía una botellita, luego dos y dormía como un lirón, toda la noche. Y al día siguiente podía cantar como los ángeles«, contó en 'El Objetivo' de La Sexta.

Ese fue el percance de salud más serie al que se enfrentaron Raphael y Natalia, hasta la fecha. Aunque este accidente cerebrovascular o ictus que ahora le tiene ingresado no ha sido, según sus médicos, de extrema gravedad. Cuenta que el cantante está en plena forma física. «Yo no estoy tan mal porque me he cuidado», dijo esta misma semana en 'El hormiguero'. «Solo una vez no me he cuidado y me lo arreglaron. Cuando cometí las faltas que cometí y me trasplantaron y me dieron una segunda oportunidad hace ahora 22 años. Desde entonces, todo fantástico».