Noche de fiesta

Amalia de Holanda, más reina que princesa: la tiara que le ha robado a Máxima y que podría llevar el día de su boda

Tanto la reina de Holanda como su hija mayor fueron el principal centro de atención en el banquete celebrado en honor del presidente de Portugal.

La princesa Amalia, durante el banquete de Estado. / gtres

Jorge C. Parcero
Jorge C. Parcero

La reina Máxima de Holanda y su esposo, el rey Guillermo Alejandro, dieron la bienvenida al presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, con un banquete de Estado que tuvo lugar en el Palacio Real de Ámsterdam. Como nos tiene acostumbrados, la argentina derrochó glamour con su look para recibir al político luso, pero en esta ocasión se vio eclipsada en parte por la elegancia de su hija mayor, la princesa Amalia, que lució un vestido de ensueño para esta ocasión.

Máxima elegió un vestido de noche con líneas en zigzag y degradado de colores firmado por uno de sus diseñadores fetiche, el holandés Jan Taminiau . En cuanto a las joyas, apostó por la espectacular tiara de diamantes y rubíes Mellerio. El rey Guillermo III encargó este conjunto en 1888 al joyero francés Mellerio dits Meller como regalo para la reina Emma.

La princesa heredera confirmaba por su parte su transformación estilística con un vestido de noche lila con bordados de Tadashi Shoji, que le sentaba de maravilla. Sin duda el mejor look de gala que le hemos visto nunca, cortesía de una firma japonesa con base en Estados Unidos. Pero sin duda fue su tiara la que más llamó la atención por su especial simbolismo.

La princesa Amalia y su tiara con mensaje

La rubia melena de la princesa heredera estuvo coronada en esta ocasión por una tiara que llama la atención por sus numerosas estrellas. Y una que ya conocemos muy bien, porque es un préstamo de la propia reina Máxima. La madre de Amalia de Holanda lució la opulenta joya en el que probablemente fue uno de los días más importantes de su vida: cuando le dio el 'sí, quiero' al ahora rey Guillermo Alejandro el 2 de febrero de 2002.

La princesa heredera Amalia de Holanda. / @koninklijkhuis

La tiara de las estrellas o tiara de Máxima, como se la conoce popularmente, tiene una montura relativamente nueva, ya que data de 1965. Está formada por la unión de dos joyas, la tiara de Perlas, que perteneció a la reina consorte Sofía y después a su nieta, la reina Guillermina, y la tiara de Margaritas. A lo largo de los años también hemos visto cómo lucían la pieza la reina Beatriz y la princesa Margarita. Ahora le ha tocado el turno a Amalia de brillar con luz propia.

Las joyas de la reina Máxima durante la cena. / @koninklijkhuis

El hecho de que su madre luciera esta joya el día de su boda, ha bastado para que varios medios vuelvan a cuestionarse si existe una persona especial ahora mismo en la vida de la joven royal. Los rumores de un posible noviazgo con el príncipe Boris de Bulgaria nunca se han llegado a confirmar y de momento no existen novedades en el plano sentimental de Amalia.

Lo que sí está claro es que la joven princesa heredera ha completado su metamorfosis y cada vez se la ve más segura de sí misma. Algo que se refleja también en sus decisiones de moda. Con sus recién cumplidos 21 años, está preparada para dar cada vez más pasos hacia el centro de atención y para desempeñar con brillantez su papel de futura reina.

Risas y discursos tras la tragedia

«Señor Presidente, ¡Bem-vindo! Bienvenido», decía el rey Guillermo Alejandro en sus palabras para brindar por la visita de Marcelo Rebelo de Sousa. «Siete años después de nuestra visita de Estado a Portugal, la reina y yo podemos por fin darle la bienvenida a los Países Bajos», añadió el monarca.

El discurso del rey Guillermo Alejandro. / @koninklijkhuis

«Nos complace y nos honra tenerle aquí con nosotros. Y nada menos que en diciembre: no es precisamente el mes más agradable para un viaje tan al norte», siguió diciendo entre risas el rey holandés. «Pero su país de origen está más cerca de lo que parece. Puede que no se haya dado cuenta, pero hoy ha pisado un trozo de Portugal al entrar en el Palacio Real. Los adoquines de la plaza Dam proceden de una cantera cercana a Oporto», desveló a continuación, antes de asegurar que «dicen que hay dos millones y medio, aunque reconozco que no los he contado».

El ambiente cordial y festivo de la velada contrastó con la visita que los reyes de Holanda realizaban pocas horas antes a los restos de la explosión de un edificio en La Haya, que causó seis muertos. Las imágenes mostraban a una reina Máxima muy afectada por la tragedia. «Nuestros pensamientos están con los afectados en La Haya después de la explosión y el incendio de esta mañana. Estamos con todos aquellos que se han visto afectados personalmente o que tienen miedo del destino de sus seres queridos», fue el mensaje que la casa real holandesa compartió en sus canales oficiales en ese momento.