alberto, culpable La traición de Alberto de Mónaco que acabó con la amistad secreta del rey Juan Carlos y el príncipe Rainiero

La abuela del rey Juan Carlos fue de las primeras en arropar a Grace Kelly tras su compromiso con Rainiero de Mónaco y, desde entonces, la relación entre ambas familias fue estrecha.

Alberto de Mónaco junto al príncipe Rainiero y el rey Juan Carlos de España. / getty

Juanra López
Juanra López

El pasado 31 de mayo el príncipe Rainiero de Mónaco habría cumplido cien años. Momento que se está aprovechando para poner su figura en valor, no solo desde el Principado, donde se acaba de inaugurar una espectacular exposición fotográfica en su memoria, sino también desde los principales medios de comunicación internacionales. Una de las facetas menos conocidas es su amistad con el rey Juan Carlos I, que echa sus raíces en la abuela del rey emérito, la reina Victoria Eugenia .

La relación entre los Borbón y los Grimaldi estallaría décadas después cuando Alberto de Mónaco , como miembro del Comité Olímpico Internacional, en la Asamblea celebrada en julio de 2005 para elegir la sede de los Juegos Olímpicos de 2012, a los que Madrid se había presentado como candidata, realizó una pregunta insinuando que la capital de España podría no ser lo suficientemente segura como para albergarlos.

El príncipe Rainiero de Mónaco y el rey Juan Carlos de España, en una imagen de archivo. / getty

Generó estupor y contrariedad y muchos consideraron que no solo la pregunta sino también el tono pudieron haber sido los responsables de que Madrid no fuera elegida. Unos meses antes, su hermana mayor, la princesa Carolina había estado en la capital de España para asistir a la boda de los reyes Felipe y Letizia , que se celebró en la catedral de La Almudena el 22 de mayo de 2004.

La prueba más clara de ese desencuentro fue la llamativa ausencia de algún miembro de la familia real española en la boda de Alberto y Charlène de Mónaco el 1 de julio de 2011, que se celebró en Montecarlo. Estuvieron los representantes de prácticamente todas las casas reales del mundo, reinantes o no, lo que evidenció que la luna de miel entre los Borbón y los Grimaldi había terminado hacía ya muchos años.

El origen de la amistad de Rainiero de Mónaco y Juan Carlos de España

Para encontrar la génesis de la amistad del rey Juan Carlos y Rainiero nos tenemos que remontar a los años del exilio de su abuela, la reina Victoria Eugenia, que desde su exilio en la ciudad Lausana, mantuvo una muy cercana amistad con Grace Kelly, con quien se reunía con mucha frecuencia en palacio cuando decidía pasar temporadas en el Principado.

La reina Victoria Eugenia y Grace Kelly forjaron una cercana amistad. / getty

Esos lazos eran estrechos porque en unas circunstancias dificilísimas para la ganadora de un Oscar por La angustia de vivir y musa de Alfred Hitchcock era rechazada socialmente por la realeza, que no aceptaba otra al alternativa al matrimonio morganático que la renuncia a los derechos dinásticos. 

La boda de Rainiero con la protagonista de Atrapar un ladrón y La ventana indiscreta, celebrada en la catedral de Montecarlo el 19 de abril de 1959 no contó entre sus invitados con ningún miembro de las familias reales, con la excepción del rey Faruk de Egipto. Por eso, para subrayar su amistad con la reina Victoria Eugenia, fue madrina de bautismo de Alberto de Mónaco.

Los príncipes monegascos acudieron en Atenas a la boda de los reyes Juan Carlos y Sofía, el 14 de mayo de 1962, pese a la oposición de la reina Federica de Grecia, madre de la emérita, y fueron agasajados en su luna de miel con una fiesta en el Sporting Club de Montecarlo, además de regalarles un velero.

Cuando Grace Kelly murió en un fatídico accidente de tráfico el 14 de septiembre de 1982, fueron los condes de Barcelona quienes representaron a la familia real española en su funeral, y cuando falleció Rainiero, el 6 de abril de 2005, el rey Juan Carlos viajó al Principado al darle su último adiós. Antes de asistir al funeral, pasó por la capilla ardiente, instalada en el Palacio Grimaldi, donde dio sus condolencias al heredero, el príncipe Alberto.

Tras conocerse su fallecimiento, el emérito manifestó que « era un buen amigo, una gran pérdida». Un año antes, el día de los atentados del 11 de marzo en Madrid, el príncipe Rainiero había hecho llegar sus condolencias al propio rey Juan Carlos, como publicó Le Journal de Mónaco.

«Me he enterado con profunda emoción de los atentados que acaban de ensangrentar Madrid y de las trágicas consecuencias humanas que de ello se han derivado. Estos actos atroces despiertan en mí un sentimiento de profunda repugnancia y quisiera expresarle a Usted personalmente y a las familias de las desafortunadas víctimas mis dolorosas y entristecidas condolencias. Con la seguridad de mi alta estima y fiel amistad», manifestó Rainiero en un gesto de empatía con su amigo Juan Carlos de Borbón.