La verdadera relación de la reina Sofía y Paloma Rocasolano: abuelas cómplices contra todo pronóstico y más unidas que nunca

El secretismo que rodea a la vida privada de los miembros de nuestra familia real hace difícil calibrar hasta qué punto existe conexión entre ellos. Con el reciente deshielo entre la infanta Cristina y el rey Felipe, y tras las nuevas muestras de complicidad en Mallorca de la reina Letizia con su suegra, ahora se ha puesto el foco en la naturaleza de la relación que mantienen Paloma Rocasolano y la reina Sofía, las abuelas de la princesa Leonor y la infanta Sofía.

Una relación que siempre ha estado en entredicho para empezar por los orígenes tan distintos de ambas. Cuando en el anuncio de compromiso de los príncipes de Asturias, Juan Carlos y Sofía conocieron a los plebeyos padres de Letizia, Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz, divorciados y con nuevas parejas, parece que la buena sintonía entre ellos brilló por su ausencia. La sangre azul de ambos chocaba con un periodista y una enfermera jubilada de pasado sindicalista.

Pero si existía algún atisbo de mala relación entre los cuatro, Paloma Rocasolano se ha mantenido sumamente discreta al respecto. Ni siquiera después de que tuviera lugar el famoso rifirrafe entre su hija y la reina Sofía en la catedral de Palma de Mallorca, que dio la vuelta al mundo y fue motivo de debate durante semanas. Entonces, interpelada por los medios, Rocasolano se aferró a la ley del silencio. Tampoco cuando se la ha calificado como la abuela favorita de Leonor y Sofía.

Ahora, después de dos décadas desde el momento de que una se cruzara en la vida de la otra, es la revista '¡Hola!' la que aporta nuevos datos sobre su verdadera relación. Según este medio, ambas disfrutarían ahora de una sorprendente cercanía, incluso reuniéndose para compartir planes con sus nietas. Aunque en estos momentos, con la mayor en plena formación militar y la pequeña estudiando en Gales, sea más complicado cuadrar agendas.

En estos últimos años hemos podido ver juntas a Paloma Rocasolano y a la reina Sofía en un buen número de eventos familiares, pero son muy pocas las fotos de ambas en un mismo posado. Ni siquiera en su cita favorita, los Premios Princesa de Asturias, suelen compartir posado. Pero eso no impide que ambas estén cada año apoyando a su nieta. Las dos han asistido a los premios incluso desde mucho antes de que Leonor los presidiera y son conscientes de su importancia y repercusión.

Mucho más unidas pudimos ver a ambas consuegras en la confirmación de la infanta Sofía que tuvo lugar en mayo del año pasado en la parroquia de Nuestra Señora de Aravaca. Allí las dos abuelas mostraron una inusual buena conexión, incluso caminando cogidas del brazo mientras charlaban animadamente.

Su último encuentro conocido hasta la fecha fue con motivo de la fiesta por el 18 cumpleaños de la princesa Leonor que tuvo lugar en el Pardo. Entonces nos quedamos sin ver fotos de ambas abuelas de la homenajeada, ya que fue una celebración de carácter privado e íntimo, a la que asistieron sus abuelos, sus primos, a excepción de Victoria Federica, sus tías, y gran parte de la familia Borbón y Ortiz Rocasolano.

Sin saber si esta aparente renovada amistad entre ambas se traducirá en mensajes de WhatsApp sobre lo que cada una está haciendo con sus vidas, lo cierto es que sus respectivos veranos no podrían ser más diferentes. Lo último que sabemos sobre Paloma Rocasolano es que se acaba de mudar junto a su pareja a un pequeño pueblo costero de Murcia.

En Los Belones está disfrutando la madre de Letizia, junto a su novio inglés Marcus Brandler, de una apacible y discreta vida rural. Una vida de la que daba cuenta en la Cadena SER la dueña de la peluquería a la que Paloma acude habitualmente. Esta se iba un tanto de la lengua al describirla como «sencilla, amable y muy discreta». Tanto que no se había dado cuenta de quién era su nueva clienta hasta que otra mujer la avisaba de que «acabas de peinar a la madre de la reina de España». Por último, destacaba la peluquera que la suegra de Felipe VI es «como cualquier otra persona de la zona».

Lejos de peluquerías de barrio y de las playas nudistas que abundan por la zona, la reina Sofía está pasando sus habituales vacaciones estivales en Mallorca, que este año se han visto interrumpidas por diversas razones, no todas agradables. Por un lado, se ha desplazado a París para asistir a la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos, pero también le ha tocado despedir a sendos familiares. Si primero viajaba a Atenas para el f uneral de su tío Miguel de Grecia, hace unos días era el único miembro de la familia real en acercarse al velatorio de Juan Gómez-Acebo en el tanatorio de Calviá.