Camille Gottlieb, en una imagen de sus redes sociales. /
La combinación de automóviles rápidos y familia Grimaldi nos retrotrae inevitablemente a infaustos recuerdos del accidente que el 13 de septiembre de 1982 acabó con la vida de Grace Kelly . Entonces la esposa del príncipe Rainero iba en el coche con su hija Estefanía, que por suerte tan solo sufrió heridas leves. Ahora, caprichos y curiosidades del destino, es la nieta e hija de las dos, Camille Gottlieb, la que afronta un exigente desafío automovilístico por las carreteras del principado de Mónaco, Francia e Italia.
La hija de la princesa Estefanía y Jean-Raymond Gottlieb , junto con su copiloto y amiga Margaux Grundstein y al mando del automóvil número 26, tomaba hace unos días la salida en el 8º E-Rallye de Monte-Carlo, una competición reservada a los vehículos 100% eléctricos. Por delante, le esperaban tres días de competición, en beneficio de una causa muy cercana a sus corazones.
«Somos competidoras», aclaraba en la web oficial de la carrera la joven de 26 años, a la que se ha comparado en numerosas ocasiones con su fallecida abuela , por si alguien dudaba de su participación en el rally. Las dos amigas disputaron todas las etapas de la competición, que transcurrió por tres departamentos franceses distintos (Alpes de Haute-Provence, Alpes-Maritimes y Var) e incluye un breve desvío por la Riviera italiana.
Media hora antes de la salida, Camille Gottlieb confesaba estar «estresada» en el canal de YouTube del Automóvil Club de Mónaco. Su hermano mayor, Louis Ducruet , se burlaba de ella: «Nunca ha ido más lejos que Mónaco». El automovilismo se ha convertido en una de las grandes pasiones de la sobrina del príncipe Alberto, pero no ha participado en esta prueba por casualidad.
Camille Gottlieb en la salida del rally. /
Ella y su copiloto están comprometidas con la asociación Be Safe Monaco, que crearon en 2017 junto a otras tres jóvenes: Laura Dias, Charlotte Marsan y Andrea Puzar. Su objetivo es concienciar a los jóvenes y a sus padres de los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol. «Participar en un rally es para nosotras una oportunidad de experimentar algo nuevo. No solo juntas, sino también para la visibilidad de la asociación», aseguraba Camille antes de arrancar motores.
Camille y Margaux, presidenta y tesorera de la asociación respectivamente, quieren que este E-Rallye de Monte-Carlo sirva para dar a conocer Be Safe. Sobre todo si el evento es respetuoso con el medio ambiente. Una de las iniciativas de su asociación es un servicio de transporte gratuito, disponible en verano y todos los viernes y sábados de medianoche a 5 de la mañana, para llevar a casa a los jóvenes que han bebido demasiado durante la noche.
«Somos sensibles a todo lo que pueda mejorar la calidad de vida de todos y garantizar que todo el mundo pueda vivir en paz. Hacemos todo lo posible por salvar a la gente por las tardes, pero si además podemos hacerlo de una forma más ecológica, lo haremos sin dudarlo», añaden decididas a completar la ruta de 250 kilómetros. Por una buena causa.
La más pequeña de los tres hijos de Estefanía de Mónaco y también la más desconocida, tiene buenos ejemplos en su familia para inspirarse a la hora de lanzarse al mundo del deporte. Sin ir más lejos, su tío Alberto es miembro del Comité Olímpico Internacional desde 1985 y representó a su país cinco veces en los JJOO de Invierno en competiciones de bobsleigh. Además, es un reconocido aficionado al fútbol y al rugby y no se pierde ningún año el GP de F1 en su pequeño país.
Camille junto a su madre, la princesa Estefanía. /
De éxitos deportivos puede presumir también su tía Charlène . La sudafricana fue miembro del equipo de relevos de 4×100 m estilos de su país en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, consiguiendo diploma olímpico al acabar en quinta posición. Actualmente, con su Fundación Princesa Charléne de Mónaco, trata de ayudar a jóvenes sin recursos a convertirse en estrellas del deporte.
Estrellas como el bisabuelo de Camille y padre de Grace Kelly, John Brendan Kelly. Nacido en Filadelfia en 1889, logró ganar nada menos que tres medallas de oro olímpicas en remo. «Siempre estábamos compitiendo por todo, compitiendo por el amor», llegó a decir la estrella del Hollywood de los 50 sobre el espíritu competitivo de su padre, con el que mantuvo una relación conflictiva a lo largo de toda su vida.