Los Grimaldi han dado el do de pecho este fin de semana en el día de su fiesta nacional: todos ellos (pero todos, todos) asistieron a la misa matutina y saludaron desde los balcones de palacio y, por la noche, algunos hicieron doblete. Entre los de la doble aparición una pareja destacó sobre el resto, la formada por la hija de Carolina de Mónaco , Carlota Casiraghi, y su esposo el productor de cine Dimitri Rassam.
Para los adictos a los dramas palaciegos, la pareja formada por Carlota Casiraghi y Dimitri Rassam es una de las más atrayentes y misteriosas. La prensa rosa les adjudica crisis matrimoniales cíclicas y este año, en la fiesta nacional monegasca de «callar bocas» que se ha celebrado el pasado 19 de noviembre, han decidido debutar ante el pueblo de Mónaco y la prensa internacional juntos por primera vez (y con hijos incluidos).
Una increíble novedad si tenemos en cuenta que mientras Charlotte es fiel a esta cita su marido, Dimitri Rassam, aparece poco o nada por el principado a pesar de que el hijo que tiene con Carlota Casiraghi, Balthazar, ocupa en duodécimo lugar en la línea de sucesión al trono. De hecho la fiesta del sábado también se ha convertido en la primera aparición pública oficial de Balthazar Rassam. ¿Por qué han decidido posar juntos?
El idilio de Carlota Casiraghi con el hijo de la actriz Carole Bouquet (amiga además de su madre, Carolina de Hannover) no empezó con buen pie para ella, pero sí con una estupenda proyección para la prensa sensacionalista.
El hermetismo que la pareja ha intentado mantener acerca de cómo y cuándo comenzó su romance ha hecho que muchos medios especularan con la posibilidad de que su historia de amor naciera cuando Dimitri Rassam aún estaba casado con la modelo Masha Novoselova con la que firmó los papeles del divorcio en algún punto indeterminado entre 2016 y 2018.
Por las mismas fechas se calculaba que Carlota Casiraghi se había separado del padre de su primer hijo, el actor Gad Elmaleh , y no precisamente en los mejores términos, por lo que el morbo que rodeaba la nueva relación de la hija de Carolina de Mónaco no decayó a pesar de la sana intención de la pareja de huir de los focos: han posado más veces en festivales de cine que en eventos moengascos.
Que el primer hijo en común de Carlota y Dimitri, Balthazar, llegara antes al mundo que la boda de sus padres no hizo más que incrementar el interés mediático, especialmente cuando apenas dos meses después de aquel parto la revista ¡Hola! afirmó que Carlota Casiraghi había roto la relación con Dimitri Rassam.
De aquella crisis anunciada en el BOE royal la hija Carolina de Mónaco y el productor de cine intentaron escapar publicando un comunicado oficial que no sólo desmentía la ruptura sino que amenazaba, de paso, a quienes se inventaran que habían roto su relación.
Después de aquello la pareja se casó, por duplicado pero casi en secreto, y huyeron del principado y los chivatos de palacio. Tanto se escondieron que su primer posado juntos no se produjo hasta el último mes de 2019 en la premiere de una película cuando se habían casado en marzo.
El hecho de que hicieran el paripé en distintos Bailes de la Rosa no consiguió quitar a la pareja la etiqueta de «inminentemente divorciable», especialmente porque los mismos paparazzis que los retrataban vestidos de gala eran capaces de hacerles fotos gritándose el uno al otro por las calles de París a lo Ernesto de Hannover.
Y llegamos a 2022 y el panorama no ha mejorado demasiado. A principios de este año los medios más amarillistas hablaban de nuevos problemas en la pareja. Algunas páginas web afirmaban que Carolina de Mónaco había desaconsejado el divorcio a su hija mientras que sin pretenderlo Carole Bouquet añadía leña al fuego hablando en el Elle francés sobre que prefería quedar con su nieto sin sus padres presentes para ahorrarse las discusiones.
Por si fuera poco conflicto los portales de cotilleo también se inventaron allá por marzo que Carlota Casiraghi estaba dolida con la princesa Charlène porque desde que había regresado a Mónaco había «arrebatado» a los mellizos de las manos de Carolina y Carlota que los habían cuidado durante la ausencia materna.
Con tantos frentes abiertos, y habiendo comprobado en el pasado que los abogados no calaman a las malas lenguas, este año Dimitri Rassam y Carlota Casiraghi decidieron combatir los rumores a lo Grimaldi: legitimando su buena relación acudiendo juntos, con niños y sonriendo incluso a Charlène por primera vez en la historia del dia nacional monegasco. ¿Habrán convencido las fotos del sábado a los haters de internet?
20 de enero-18 de febrero
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