Por fin Charlène de Mónaco tendrá su propia fiesta exclusiva: firmas de lujo, invitados vip y mucho dinero en juego

Se avecinan fechas dulces para Charlène de Mónaco, la siempre lánguida cuñada de Carolina de Mónaco . No sólo cumple un año más en buen estado de forma, sino que el próximo día 27 de enero recupera una de las escasas tradiciones monegascas que le hacen sonreír: la fiesta de Santa Devota . Sin embargo, 2024 tiene algo reservado algo más principesco para la menos principesca de la realeza europea: por fin tendrá una fiesta de postín con causa solidaria incluida en la que brillar.

Antes de dar más detalles sobre el fiestón solidario, volvamos al evento anual que más le gusta a la princesa monegasca: este sábado se celebra el día de la patrona de Mónaco, Santa Devota. Una cita que compagina dos actividades tan cercanas a Charlène como escasamente glamurosas: una misa y la posibilidad de pegarle fuego a Mónaco (representado simbólicamente con una barca).

El poco jugo que podemos sacarle a esta festividad los ajenos al remanso de paz para milmillonarios que es Mónaco proviene del saludito final desde el balcón palaciego que el núcleo duro de la familia principesca ofrece a sus fieles tras terminar la misa de rigor. Por mucho morbo que dé ver a Charlène nocturna y antorcha en mano no se puede considerar que esta sea una fiesta al nivel de el Baile de la Rosa o la Gala de la Cruz Roja .

Aun así, Santa Devota ha significado todo y más en la vida de la princesa Charlène, porque entronca con sus creencias más arraigadas, por su espiritualidad, y porque la celebración de 2023 marcó su reaparición cual ave fénix y le sirvió para callar unas cuantas bocas.

En la Santa Devota del año pasado la princesa cerró una de las etapas más oscuras de su vida en el Principado: tras su retiro por enfermedad, en el que Nicole Coste y la princesa Carolina campaban a sus anchas y hacían y deshacían a su antojo, Charlène acometió en solitario la festividad de la patrona más querida por los monegascos. Nada de Carolina, nada de ex incómodas, sólo Charlène asistió a Santa Devota en representación de la familia Grimaldi, tanto a la iglesia como a la hoguera nocturna. Y Charlène al cuadrado triunfó.

Este año promete ser una continuación del éxito del pasado en lo que a hogueras nocturnas se refiere, pero queremos más y estamos a punto de conseguirlo. Charlène y su esposo, el príncipe Alberto, han decidido, por fin, hacer frente a los eternos rumores de intrigas palaciegas y crisis matrimoniales a golpe de posado almibarado y a eso han dedicado sus esfuerzos durante sus citas oficiales de Navidad y principios de año. La sorpresa es que en febrero ese esfuerzo continuará.

Si el covid les deja en paz en la edición 2024 de Santa Devota ambos, junto a sus monísimos hijos, ofrecerán otra estampa tranquilizadora, amorosa y con trajes de firma, que nos alegrará las portadas de las revistas después de tanto low cost royal, lujo silencioso y economía circular. No en balde, Charlène ha vuelto a ser considerada por el sitio web Ufo no More la royal europea que más prendas estrena al año. Concretamente en 2023 la pudimos ver con 155 modelitos distintos que valorados en 371.821 euros.

Donde todos esperamos que Charlène dé el do de pecho es el próximo 2 de febrero, cuando presumiblemente se estrene como estrella central de una gala que tendrá lugar en el casino monegasco con la excusa de dotar de fondos a una buena causa. ¿Acaso existe algo más Grimaldi que esto?

Carolina de Mónaco es la reina indiscutible del Baile de la Rosa y el de la Cruz Roja, la princesa Estefanía tiene su gala contra el sida y el Festival Internacional del Circo , y Charlène, ya era hora, se ha decidido por recaudar fondos para luchar contra el cáncer de mama.

La Fundación Princesa Charlène ha publicado en su cuenta oficial de Instagram un anuncio esperanzador: la colaboración de la princesa con la organización Pink Ribbon Mónaco. Y lo que es aún mejor, Pink Ribbon Mónaco ha anunciado que Su Alteza Serenísima ha asumido el cargo de Presidenta de Honor de la organización.

Por ese motivo, todos esperan que el próximo 2 de febrero Charlène acuda con su mejor sonrisa a la velada que está previsto que se celebre en la exclusiva Salle Médecin del Casino de Montecarlo. Una carísima fiesta de gala para recaudar fondos que serán destinados íntegramente a los programas de investigación del cáncer de mama que se están llevando a cabo en el Centro Hospitalario Princesa Grace de Mónaco.

Además de devanarse los sesos semanas antes para escoger un estilismo apropiado con la temática de la fiesta (la edad de oro de Hollywood), los asistentes al evento pagarán 600 euros para poder entrar a la fiesta en la que podrán apostar en las mesas del casino, pujar por los objetos de firmas de lujo como Chanel y Versace que se subastarán a lo largo de la noche, disfrutar de la música en directo y, esperemos, codearse con la Charlène más Grimaldi hasta la fecha.