No es fácil asegurarlo, pero parece que las únicas joyas que lució Kate Middleton durante la ceremonia de coronación de Carlos III fueron los pendientes de diamantes y perlas en forma de lágrima que pertenecieron a su suegra, la princesa Diana. Era un claro homenaje a la fallecida Princesa de Gales en un momento histórico.
Sin embargo, hay otra pieza que Kate escogió, pero no llevó finalmente en la ceremonia: el collar llamado Festoon Necklace, de Jorge VI, una de las piezas favoritas de la reina Isabel II, aunque sí se lo puso después para las fotos oficiales, en un claro homenaje a la monarca. Pero, ¿por qué este cambio? ¿Quizá por evitar que este espectacular collar de diamantes recargara en exceso su «look» oficial del que formaba parte la capa de la orden victoriana? ¿Tal vez porque con el resto de vestuario, el collar quedaría oculto y entonces no tendría sentido que lo llevara? En cualquier caso, el tributo quedó claro en las fotos de familia posteriores a la ceremonia.
Este collar fue un encargo del rey Jorge VI, padre de la reina Isabel II, a la joyería Garrard, y parece que fue un regalo para su esposa, la reina Isabel, a pesar de que se ha dicho que lo era para Isabel II. Está formado por tres vueltas de 105 diamantes, que van de menor a mayor, y van sujetas a dos triángulos también de diamantes. La parte trasera del collar tiene solo una vuelta.
Algunos de estos diamantes eran parte de la herencia del monarca y habían sido utilizados por su madre, la reina Mary, para modificar el largo de sus numerosos collares y gargantillas. Es muy complicado poner precio a piezas históricas de este calibre, pero algunos expertos británicos como Steven Stone (una de las casas de joyas más reconocidas del Reino Unido), colocan esa cifra orientativa en torno a los 2,4 millones de libras (que al cambio vendrían a ser unos 2,7 millones de euros aproximandamete).
La reina Isabel, esposa de Jorge VI, lució la pieza en varias ocasiones, como por ejemplo durante la visita de Estado del presidente francés a Gran Bretaña, en 1950. Luego la pieza se convirtió en una de las joyas favoritas de Isabel II y parte de su colección personal. Le quitó diez diamantes para acortarlo y lo lució, por primera vez, en un banquete de gala durante una visita oficial a las Islas Fidji. Lo ha lucido en numerosas ocasiones, también para inaugurar el Parlamento. Solía utilizarlo con los pendientes «chandelier» Greville y con las tiaras Girls of Great Britain & Ireland o Kokoshnik, de la reina Mary.
En las fotos oficiales, Kate adornó finalmente su vestido de crepe de seda en color marfil, bordado con las cinco flores del reino, de Alexander McQueen, con el collar de Isabel II. La princesa de Gales envía mensajes tanto con su ropa como con sus joyas. Y, sin duda, en esta ocasión histórica, Kate quiso tener muy presentes a la reina Isabel II a través del collar, y a Diana, con sus pendientes, que fueron un regalo de Carlos a la princesa por su boda.
20 de enero-18 de febrero
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