Parece que se conocieron un verano en Marbella. Otras versiones cuentan que fue cuatro meses antes de casarse en casa de los Duques de Arión. Jesús Aguirre era muy amigo del Duque. Otra versión relata que coincidieron en una fiesta en el palacio de Malpica de Toledo. Se llevaban ocho años (su hijo Carlos Fitz-James Stuart Martínez de Irujo , le llevaba 15 a Matilde Solís cuando se casaron): Cayetana Fitz-James Stuart y Silva, duquesa de Alba , tenía 52 años y Jesús Aguirre y Ortiz de Zárate, 44. Ella había tenido, según los rumores, romances con toreros, periodistas y escritores.
Duquesa de Alba junto al que fue su marido durante 23 años, Jesús Aguirre. /
Él había sido cura. Se casaron el 16 de marzo de 1978. Cayetana estaba exultante, pero sus hijos estaban desconcertados. No entendían que podía ver su madre en Jesús. El círculo íntimo de Cayetana tampoco veía aquel matrimonio con buenos ojos. Sin embargo, a pesar de los augurios, el matrimonio no fue efímero: duró 23 años hasta que el duque de Alba consorte murió en el Palacio de Liria, con 66 años.
La ceremonia tuvo lugar en la capilla privada del palacio y Carlos Martínez de Irujo, primogénito de la Duquesa de Alba, y hoy Duque de Alba, ofició de padrino, mientras la madre de Jesús Aguirre, Carmen Aguirre de Zárate, fue la madrina. Tras la boda, los novios partieron a Biarritz, donde disfrutaron su luna de miel. Luego pasaron la Semana Santa en Sevilla, en el Palacio de Dueñas. Sin embargo, la nueva pareja no podía ser más distinta. Él había estudiado teología, pero colgó los hábitos.
Boda de Cayetana de Alba y Jesúa Aguirre. /
Era de izquierdas, hijo de madre soltera, y se decía que homosexual. Cayetana era viuda –Luis Martínez de Irujo, su primer marido, murió en 1972–, con seis hijos y pertenecía a una de las casas nobles más importantes de Europa, con 47 títulos, 18 de ellos con grandeza de España. Él no caía bien, la nobleza lo veía como un arribista. A la boda asistió toda la familia real, excepto los reyes y los Condes de Barcelona. Junto a la aristocracia, también asistieron conocidos nombres del mundo de la cultura y de las artes. Fue una de las bodas del año.
Jesús Aguirre ejercía de romántico. Cada mañana enviaba a Cayetana un poema y una flor. Con él llegaron también a palacio sus amigos intelectuales, como Fernando Savater o Juan García Hortelano. Era director general de Música, pero los contactos que le proporcionó su matrimonio le llevaron a ocupar importantes puestos: fue consejero del Banco Atlántico y comisario de la Expo de Sevilla. También ocupó el sillón F de la real Academia de la Lengua.
Jesus Aguirre bailando con Eugenia Martínez de Irujo. /
Días antes de la boda, Cayetana afirmaba que sus hijos estaban muy contentos con el enlace, sobre todo después de haber conocido a Jesús, y que éste había sido muy bien recibido entre sus amigos. También contaba que les había unido la música y la literatura y el reírse juntos. Al parecer, la reina Sofía había visto con mucha simpatía la boda.
Una vez casado, Jesús Aguirre se dedicó a organizar el archivo de la Casa. Cayetana le admiraba sin límites y contaba a quien quisiera escucharla que sin ella, él habría llegado a ministro. Cuando corrieron los rumores sobre la homosexualidad de su marido ella salió en su defensa y aseguró que hacían el amor todas las noches, una afirmación que se convirtió en el primer meme de los años ochenta.
La Duquesa de Alba y Jesús Aguirre con los hijos de ella. /
Aguirre enfermó gravemente de un cáncer de laringe y murió el 11 de mayo de 2001, mientras la Duquesa estaba en Sevilla, entregando un premio a Curro Romero. Cayetana siempre aseguró que fue muy feliz en su matrimonio, a pesar de que se decía que se habían distanciado en los últimos años. Se cuenta que Jesús refería a sí mismo como «nosotros, los Alba» y vestía con la ropa del padre de Cayetana, el Duque Jacobo, al que llamaba «mi suegro».
Vídeo. La Casa Alba: la nueva generación
Los hijos de Cayetana no guardan un buen recuerdo de Jesús. En los últimos años tanto Cayetano, como Eugenia se han decidido a hablar. Cayetano aseguraba haber pasado una gran angustia sobre el futuro del patrimonio familiar por culpa de Jesús Aguirre y afirmaba que el último marido de su madre, Alfonso Díez, fue lo opuesto a Aguirre. «Hizo muy feliz a mi madre», explicaba Cayetano a Vanitatis.
«Jesús Aguirre era muy culto, pero cero humano, y muy malo. Nos hizo sufrir mucho. Fue lo peor para nosotros», aseguraba Eugenia en una entrevista de hace unos meses, y contaba que le llegó a decir, con 11 años, que, si le pasaba algo a su madre, ella sería la culpable. «Fue nefasto para todos, era un hombre durísimo, a mí me decía que yo estaba bajo su mando, aunque me pidió perdón». Cayetana siempre trataba de defenderlo ante sus hijos y, cuando murió, salió con lágrimas en los ojos para decir que había sido el amor de su vida. «Nunca lo entendí», asegura Eugenia.