operación muerte
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El anuncio de la enfermedad del rey Carlos III, quien sufre un cáncer por el que ya está recibiendo tratamiento médico y que le ha apartado temporalmente de la vida pública, en el Reino Unido ya se preguntan por qué sucedería si el rey falleciera. Algo lógico teniendo en cuenta el secretismo entre la situación real, e incluso el tipo de cáncer, del monarca.
Ya estamos viendo que la Casa Real está más que preparada para sustituir a Carlos III mientras está apartado de sus principales funciones institucionales. Camilla, reina consorte, ya ha tomado las riendas de la agenda real, ayudada por Guillermo, el príncipe heredero y otros miembros de la familia como la princesa Ana, quien trabaja incansablemente en representación de su hermano enfermo.
Pero la duda está en qué ocurriría si Carlos III fallece. Y para ello existe la conocida como «Operación Menai Bridge» y que prevé desde ya todo lo relativo a cómo se sucederían los acontecimientos institucionales si el rey fallece. El nombre en clave viene del primer puente colgante de hierro del mundo, ubicado en Gales y que cruza el estrecho de Menai entre la isla de Anglesey y el continente.
La «Operación Menai Bridge», el puente con el que Carlos III tiene una estrecha relación –fue Príncipe de Gales y ha estado involucrado en varias organizaciones locales– establece perfectamente todo lo que ocurriría desde que Camilla se convirtiera en reina viuda hasta su funeral de estado por el difunto rey. Es lógico pensar que se trata de una planificación de actos y momentos absolutamente premeditados y organizados con los que se evita dejar nada al azar o a la casualidad. Y que están a la altura de una figura como Carlos III y una institución de tan rancio abolengo y tradición como la Casa real británica.
Al igual que ocurrió con la reina Isabel II y la «Operación London Bridge», responsable de poner el funcionamiento todos los eventos posteriores a su fallecimiento el 8 de septiembre de 2022, su hijo Carlos III cuenta ya con su propia operación secreta para que en las horas y los días posteriores a su desaparición todo transcurra como debe. Y tanta es la anticipación en el diseño de esta estricta y detallada estrategia que cercanas a la Corona han informado de que su diseño minucioso comenzó justo tras el fallecimiento de Isabel II.
Llegado el momento, en todo caso habrá un comunicado oficial de la Casa Real como ya ocurrió con el fallecimiento de la madre del actual monarca. «El Rey y la Reina Consorte permanecerán en Balmoral esta noche y regresarán a Londres mañana». Así rezaba dicha nota oficial, en la que Carlos y Camilla eran tratados como reyes por primera vez en la historia.
Cuando Carlos III fallezca, será su secretario privado quien informe al Primer Ministro y a la Oficina del Consejo Privado del Rey. A continuación la noticia será conocida por los ministros y funcionarios de alto rango. Los secretarios permanentes departamentales recibirán probablemente un guion para informar a los ministros del gobierno, mientras que el secretario del gabinete enviaría un correo electrónico a los altos funcionarios públicos. A continuación, las banderas de Whitehall —nombre del Palacio que fue residencia real— ondearán a media asta.
Dentro del código secreto relacionado con el fallecimiento del rey de Inglaterra, se sabe que el día que muere se llama Día D, mientras que las siguientes jornadas con codificadas como D+1.D+2 y así, sucesivamente. Este lenguaje secreto se ideó para que las noticias más im portantes relacionadas con la Casa Real no se pudieran filtrar a la prensa. Otras operaciones «secretas» fueron la «Operación Tay Bridge» para Lady Di o «Forth Bridge» cuando falleció el príncipe Felipe de Edimburgo, esposo de la reina Isabel II.
Al igual que ocurrió tras el fallecimiento de Isabel II, el día que muera Carlos III su hijo Guillermo será rey de inmediato. Y del mismo modo, Kate Middleton se convertirá en la nueva reina consorte. Esto es algo instantáneo. A continuación, el nuevo rey tendrá que hacer un comunicado oficial a la nación, como ocurrió con Carlos al día siguiente de la muerte de su madre, y Camilla pasará de ser tratada como consorte a «reina viuda». Habrá funeral de estado y entierro de carácter privado.