Máxima y Guillermo de Holanda. /
Carlos III y Camilla no han sido los únicos . Por supuesto, desde el primer momento que supimos de los desastres de la DANA, Felipe VI y doña Letizia expresaron su «profunda consternación» ante esta tragedia que lo ha desbordado todo, y están arrimando desde su posición el hombro. A nuestros reyes y los de Reino Unido se había sumado ya otra familia real muy cercana, la de los Países Bajos .
Si Carlos de Inglaterra ha hablado este sábado de «tener roto el corazón» por las catastróficas inundaciones» y se une junto a su esposa a tanto dolor, antes lo habían hecho los reyes Guillermo y Máxima de Holanda. Su mensaje, firmado por los dos el pasado 31 de octubre y publicado en neerlandés y español -al fin y al cabo la reina es argentina-, está atravesado por la emoción y la conmoción.
Reza así: «Nuestros pensamientos están con todos los afectados por la dana que ha azotado el entorno de Valencia. Compartimos el dolor de las víctimas. En estos días de miedo y devastación, queremos expresar nuestra total solidaridad con el pueblo español, al que nos sentimos especialmente unidos». Recordemos que Máxima y Guillermo se conocieron en la Feria de Sevilla y que su primogénita, Amalia de Holanda , ha residido en Madrid huyendo de las amenazas de la mafia en su país.
Un comunicado muy afectuoso que se hace más real y cercano dada la relación que la familia real holandesa tiene con España. Y que ha llevado aún más lejos esta ola de solidaridad que está cubriendo una tierra tan castigada como la valenciana, sin olvidarnos la albaceteña -pensemos en Letur- y otras provincias anegadas en mayor o menor medida por el agua y la devastación.
No ha faltado tampoco el apoyo del rey Mohamed VI de Marruecos , que ha querido en estos duros momentos reforzar los lazos de amistad con la familia real española. El monarca alauí escribía: «Queremos hacer llegar a Sus Majestades nuestro más sentido pésame y nuestro profundo sentimiento de compasión y solidaridad, extendido a las familias de las víctimas y a todo el pueblo español amigo».
Ya Felipe VI habló ante las cámaras manifestando su «desolación y preocupación ante la tragedia», dando «nuestro pésame a todas las familias afectadas que han perdido a sus seres queridos, y que en algunos casos todavía no saben qué les ha ocurrido a algunos de sus familiares». Han pasado tres días desde estas declaraciones y el escenario sigue siendo igual de aterrador. El número de fallecidos no para de crecer y los desaparecidos se cuentan por centenas en medio de un escenario que es el mismísimo infierno.
En todo momento, el rey de España, y lo hacemos extensivo a la reina Letizia , no ha dejado de subrayar que es un «dolor compartido» y que «debemos todos, administraciones, instituciones y sociedad civil, permanecer unidos en el apoyo y en toda la ayuda que sea eficaz y generosa para paliar y superar este golpe tan duro».
A las palabras de ánimo y aliento de don Felipe se ha unido su infinito agradecimiento a los equipos de rescate y a todos los servicios públicos que están en el corazón de las tinieblas, cuya labor ha definido -no podía ser de otra manera- como heroica. De hecho, los reyes de España no tardarán en visitar las zonas devastadas. Pretendían hacerlo este fin de semana, pero han decidido esperar para no interferir en las labores de rescate y recuperación.
También los grandes duques de Luxemburgo han participado en esta cadena real de solidaridad con un comunicado conjunto publicado en su página oficial. Enrique y María Teresa de Luxemburgo escribían ayer en estos términos: «Querido Felipe, la Gran Duquesa y yo estamos profundamente consternados por las terribles inundaciones que afectan actualmente a su país y que han costado la vida a numerosas personas. En nombre de todos nuestros compatriotas y en el nuestro propio, queremos expresarles nuestra solidaridad y nuestro apoyo ante esta catástrofe natural. Le rogamos transmita nuestro más sentido pésame a las víctimas, a sus seres queridos y al pueblo español».