Kate Middleton ha dejado un año impecable en lo que a estilismo se refiere. La royal de 40 años ha llegado a su máximo de derroche: ha invertido 176.664 libras, más de 200.000 euros (un dato en el que se incluyen vestidos de gala y joyas), según el Daily Mail.
El 2022 ha llegado cargado de polémicas y tragedias para la Casa Real del Reino Unido. Desde la muerte de Isabel II hasta el documental Harry y Meghan , donde los duques de Sussex hablan de su relación con la realeza en Netflix.
Lo sucedido ha afectado directamente a Kate y a su familia, que han querido transmitir su distinción y su unión (aunque en su viaje a Estados Unidos se ahorraron visitar al príncipe Harry y Meghan Markle). Los Windsor son, ante todo y como ellos mismos recuerdan, una institución.
Frente a estos cambios, la mujer del príncipe Guillermo se ha mantenido en silencio (la norma inquebrantable de palacio es mantener la calma). Pero ha aportado unos conjuntos que hablaban de lo que quería transmitir: la elegancia y la buena cara. Su intención era coronarse en lo que se ha convertido: La princesa sucesora de uno de los grandes iconos de la moda, Diana de Gales.
El derroche de Kate Middleton se debe a dos motivos: su nueva posición y a lo meramente coyuntural. Los dos años anteriores habían estado limitados por una pandemia que impedía los eventos donde se luce. Aun así, mucho antes de que se expandiera el coronavirus, en 2017, ya estrenaba nuevos atuendos por valor de 119.000 libras al año (135.200 euros), según el cálculo del Daily Mail.
Este 2022 ha sido una oportunidad para que Kate Middleton saque músculo royal. Entre todos, un look protagonista. Fue uno de los más caros y comentados y lo llevó la noche del estreno de Top Gun: Maverick el pasado mayo.
El conjunto triunfó por pura casualidad, porque en un principio los entonces duques de Cambridge no estaban invitados. La propuesta llegó de la mano del actor Tom Cruise, protagonista de la película, cuando se enteró por los medios británicos de que el hijo de Carlos III era fan del filme.
Kate Middleton no se vestía de gala desde su tour por el Caribe, en marzo. La duquesa se preparó para deslumbrar y no le hicieron falta lentejuelas. Se enfundó un diseño del francés Roland Mouret. Un vestido largo y bicolor, con el cuerpo ceñido en negro y un escote barco blanco que dejaba sus hombros al aire.
El traje le valió poco más de 2.000 euros, pero lo más costoso eran sus joyas, de más de 11.000. Eran dos pendientes largos de diamantes, con forma de estrella. Para el toque final utilizó un bolso de mano de terciopelo negro y unos zapatos de salón negros con un alto tacón fino. Se camuflaba entre el resto de actrices.
Los armarios de las reinas y princesas despiertan un enorme interés. Los vestidos, trajes y joyas desprenden lujo y han sido ideados para gustar. Hay revistas, periódicos y cuentas en las redes sociales que los desgranan y buscan sus copias a un precio asequible. La ropa transmite, y su precio también.
Por eso, cada año la plataforma digital UFO No More hace un análisis de las nuevas piezas de las royals. Gracias a esa información que extraen de casi todas las marcas (las reconocibles por los expertos), se estima que en 2021 la que más gastó fue también Kate, con una inversión de total de 102.711 euros. Además, fue la que más estrenó: 99 artículos nuevos.
No obstante, no es la que más gasta por artículo. Antes de desevelar quién es la amante de las prendas caras, un dato: la que más ahorró fue la reina Letizia, que emplea unos 301 euros por prenda (su media anual fue de 21.694 euros).
La que desbanca a todas es Charlène de Mónaco, con 1.990 euros por cada vestido o joya (Kate paga unos 100 euros menos de media). Además, en 2019 y en 2020, fue la que más dinero empleó en su armario. La princesa, mujer de Alberto de Mónaco terminó ese diciembre con un colofón, se decidió por un cambio total de aspecto sin hacer uso de telas o diamantes: Se rapó media cabeza.
20 de enero-18 de febrero
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