ÍNTIMO Y PERSONAL

La discreta vida de Fernando Martínez de Irujo: de sus negocios a ser el único hijo de la duquesa de Alba que no se ha casado

Fernando Martínez de Irujo es un hombre discreto y cercano, que disfruta de los veranos en Marbella, y tiene sus dependencias en el Palacio de Liria.

Fernando Martínez de Irujo, en el tenis. / gtres

Juanra López
Juanra López

Fernando Martínez de Irujo es el único de los hijos de la duquesa de Alba que no se ha casado y uno de los menos conocidos. El duque de Alba, con quien mantiene una gran relación, está divorciado de Matilde Solís; Alfonso está separado de María de Hohenlohe-Langenburg; Jacobo Siruela está divorciado de María Eugenia Fernández de Castro; Cayetano Martínez de Irujo, de Genoveva Casanova y Eugenia Martínez de Irujo del torero Fran Rivera. El único que no ha pasado nunca por el altar, ha sido Fernando.

El marqués de San Vicente del Barco, cuarto de los hijos de Luis Martínez de Irujo y la duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, nació el 11 de julio de 1959 en Madrid. Esmerado estudiante, cursó Derecho en el CEU de San Pablo, que entonces era dependiente de la Universidad Complutense de Madrid. Es uno de los miembros más cultos de la familia.

De naturaleza discreta, obtuvo el título de marqués de San Vicente del Barco, con grandeza de España, el 26 de enero de 1994, cuando se lo cedió su madre, con quien siempre tuvo una muy estrecha y excelente relación. También con el resto de sus hermanos, pues ha sido siempre un gran mediador y diplomático.

De la herencia que recibió de la duquesa de Alba debemos destacar su residencia en Marbella, Las Cañas. Un lugar emblemático para toda la familia, pues fueron muchos los veranos que pasaron allí juntos. Ha sido un excelente anfitrión de sus hermanos y sus sobrinos, especialmente en verano y en ocasiones se ha dejado ver por algún concierto de Starlite, donde ha atendido con gran amabilidad a los medios de comunicación.

Las Cañas, la propiedad de los Alba en Marbella

La casa se construyó en 1963, pero posteriormente se amplió para poder dar cabida a todos el clan Alba, pues la familia iba creciendo. El año pasado trascendió que Fernando Martínez de Irujo alquilaba por 35.000 euros al mes la propiedad, lo que ha cambiado sustancialmente su manera de disfrutar los veranos. Se trata de una decisión que habría tomado después de consultarlo con sus hermanos.

Además de esta propiedad, también recibió algunas agrícolas y, sobre todo, adquirió presencia como consejero en casi todas las empresas de los Alba, pues es un excelente gestor. Trabajador del banco de Santander, gestiona la fundación del patrimonio de la Casa de Alba.

Fernando Martínez de Irujo, con su madre, la duquesa de Alba. / GTRES

Fernando Martínez de Irujo siempre ha mantenido una excelente relación con el viudo de su madre, Alfonso Díez. No en vano, tras la muerte de la duquesa de Alba manifestaba su deseo de seguir conservando ese vínculo afectivo, como así ha sido. Fue él quien explicó que le quedaría una pensión, pero que lo que obtuviera de herencia no sería demasiado.

El aristócrata se sumó a las palabras de su hermana, Eugenia Martínez de Irujo , en 'Planeta Calleja', donde manifestó que su padrastro, Jesús Aguirre, no era una buena persona . En declaraciones a Vanitatis, Fernando manifestaba que él no hubiera abierto ese melón, pero que corroboraba la impresión de Eugenia.

«No fue una buena persona con ninguno de nosotros. Mi madre tampoco facilitaba las cosas», manifestaba Fernando Martínez de Irujo, quien destacaba que «yo siempre he sido más conciliador en las situaciones complicadas. Jesús era un hombre retorcido y nosotros teníamos poco que hacer porque mi madre siempre le apoyaba».

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