Hubo quien pensó que el exilio voluntario de los duques de Sussex en California los haría desaparecer de la actualidad británica o, al menos, los alejaría de los titulares nuestros de cada día. Cuatro años después del famoso 'Megxit' podemos afirmar sin equivocarnos que el alejamiento de Harry y Meghan no ha disminuido un ápice su presencia mediática. Por hache o por be, los Sussex persisten. E incluso empiezan a encontrar aliados que llaman a una reconciliación o, al menos, una aproximación.
La rapidísima visita del príncipe Harry a su padre, pocas horas después de que Carlos III anunciara que padece cáncer, dio pábulo a múltiples teorías, entre ellas la de una reanudación y normalización de las relaciones paternofiliales. Parece que la visita del duque de Sussex a su padre duró únicamente 30 minutos , en teoría para no estresar más de la cuenta al monarca. Padre e hijo no se veían desde hacía 16 meses, en el funeral de Isabel II. Quizá por eso, el rey retrasó su desplazamiento en helicóptero des de Clarence House a Sandringham para poder encontrarse con su hijo.
En realidad, lo más interesante de este viaje de Harry a Londres no fue su encuentro con Carlos III, sino su desencuentro con el príncipe Guillermo y Kate Middleton. El duque de Sussex podía haber consolado a dos enfermos de un tiro y, ya que estaba en Reino Unido, haber visitado a la princesa de Gales, aún convaleciente de una importante cirugía abdominal. No hubo, sin embargo, visita a su cuñada. De hecho, ni siquiera su hermano se dignó a recibirle en las 24 horas escasas de vuelta a casa.
Claramente, Guillermo tiene razones para ignorar a su hermano. El último argumento de peso tiene que ver con 'Endgame', el libro escrito por un amigo de los duques de Sussex que se filtró en unas galeradas donde se afirmaba que había sido Kate Middleton una de los miembros de la familia real que se había interesado por el color de piel de Archie, el primer hijo de Harry y Meghan. Antes, ya habían acusado a la princesa de Gales de crueldad e incluso de haber hecho llorar a Meghan.
¿Pueden ser estas razones suficientes para una ruptura total de relaciones? Puede discutirse, aunque lo que ahora salta a la prensa británica es que existen motivos más profundos que explican el rencor entre los príncipes de Gales y los duques de Sussex. Concretamente en el príncipe Guillermo y el príncipe Harry, hermanos y durante muchos años inseparables. Cómo es posible que se distancien de esta manera dos hombres que, en su infancia y adolescencia, se rescataron mutuamente tras la trágica muerte de su madre.
Para encontrar esas motivaciones profundas hay que remontarse a la primera década del siglo, cuando Harry abandonó el ejército y volvió al Reino Unido, sin oficina, agenda oficial o novia formal que llenara sus días. Entonces, el duque de Sussex se convirtió en inseparable de los duques de Cambridge, compartiendo con ellos no solo oficina sino eventos de su agenda oficial. La imagen de este trío era tan seductora, que les llamaron 'The Fab Three', o sea, 'los fabulosos tres'.
Aquellos años fueron definitivos, aunque 'insiders' de la familia real británica como Tina Brown señalaron que Harry sintió celos de los Middletons y de lo mucho que su hermano se integró en su familia política. Sea como fuere, lo cierto es que su química con Kate siempre fue extraordinaria. En una entrevista en 2017 para la revist estadounidense 'Newsweek', Harry reconoció que Kate era «como la hermana mayor que nunca he tenido«.
Harry reconoció entonces que Kate Middleton era como la hermana que no había tenido. Incluso desveló que ella le ayudó a llenar el vacío emocional que le creó la muerte de Diana, con sus charlas o incluso preparándole algo casero par comer cuando coincidían en el palacio de Kensington. Entonces, los duques de Cambridge y el príncipe Harry vivían muy próximos, en el mismo complejo de Kensington situado en Cambridge.
Ahora, una de las comentaristas reales más experimentadas del Reino Unido abunda algo más sobre aquellos años y ofrece luz sobre las razones profundas que explican la ruptura entre Guillermo y Harry. Hablamos de Ingrid Seward, periodista en la revista 'Majesty' y autora de 17 libros sobre la monarquía británica. El último es 'My Mother and I', una biografía de Carlos III que gira sobre su relación con su madre. A sus 76 años, lleva más de cuatro décadas siguiendo a los Windsor y escribiendo sobre ellos.
Preguntada en 'The Telegraph' acerca de la animadversión que ahora separa a Harry y Guillermo, Seward pregunta retóricamente: «¿Quizá Harry estaba un poco enamorado de Kate? No digo físicamente, sino mentalmente», aclara. «Creo que Harry adoraba a Kate y, de hecho, estaba siempre en Kensington Palace. Creo que Meghan debió tener muchísima envidia de Kate. Escuché que de hecho ella pensaba que sería princesa y viviría en un castillo, pero se encontró atrapada en Nottingham Cottage, la casita que Harry llamaba 'mi choza', mientras Kate vivía en un hermoso palacio».
«Todo apunta a que la culpa de todo la tiene Meghan, ¿no?», apunta Ingrid Seward. La escritora y periodista sostiene que las acusaciones de Harry a Kate en 'Spare', donde dice que la princesa de Gales no quiso compartir brillo de labios con la duquesa de Sussex o la ridiculizó para hablar de sus hormonas, son en realidad quejas de Meghan. Provocadas por la envidia. No solo por ser la mujer que ya tenía lo que ella aspiraba a tener, sino por haber inspirado tal adoración en Harry. Probablemente jamás podremos constatar esta teoría pero, sobre el papel, encaja.
20 de enero-18 de febrero
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