El destino paralelo de la infanta Elena y la princesa Ana: por qué los británicos se preguntan si sería mejor reina que Carlos de Gales

La infanta Elena y la princesa Ana de Inglaterra se han puesto en el punto de mira de la ciudadanía española y británica por el mismo motivo: algunos piensan que serían las perfectas reinas de sus respectivos países.

La infanta Elena de Borbón es considerada la heredera de la identidad familiar fijada por su padre, el rey emérito Juan Carlos. / gtres

Elena de los Ríos
Elena de los Ríos

La sucesión al trono, aquí o en cualquier otra monarquía de Europa, siempre conlleva cierta expectativa. Sin embargo, en España y Reino Unido el suspense por comprobar si los nueves reyes conectan tanto como sus predecesores puede tensionarse algo más.

Esa tensión se manifestó aquí en una corriente de opinión que sostenía la candidatura al trono de la infanta Elena de Borbó n, al fin y al cabo la hija mayor del rey emérito Juan Carlos y la reina Sofía. De Elena convencía todo a los partidarios de una línea continuista: la primogénita de la familia ha presumido siempre de ser la más parecida a su padre y, además, cultiva gustos y aficiones que se alinean con la tradición cien por cien española: los toros, la caza, la feria de abril, la equitación…

Su perfil, guardián de las esencias nacionales, tiene mucho que ver con el de la princesa Ana de Inglaterra . La persona que, ahora mismo, muchos británicos preferirían como reina.

La idea ha partido de un diario británico, donde sus analistas royal percibieron la creciente corriente de simpatía que despertaba la princesa Ana, muy presente en la agenda oficial de festejos por el Jubileo de Platino de Isabel II.

Sus apariciones vestidas de militar, muchas veces a caballo, entusiasman a la ciudadanía, que la reconoce como uno de los miembros de la familia real más trabajadores, fiables y reconocibles. Es comprensible que los perspicaces analistas de Express quisieran comprobar si es ella la reina soñada en Reino Unido y no tanto Camilla Parker Bowles, por mucho que su figura se haya reivindicado recientemente.

Y, atención, porque a la pregunta: ¿Debería ser considerada para el papel de reina la princesa Ana? Un 60% de los participantes en la encuesta votaron que sí. Sorprendente, ¿verdad?

En el imaginario que corresponde a los hijos mayores de Isabel II, Carlos no solo es el heredero, sino una especie de verso suelto entre la progenie de la reina. A pesar de que su destino estaba escrito desde el nacimiento, o precisamente por eso, ha tratado de encontrar una identidad distintiva a través de su compromiso con la ecología, la arquitectura y la planificación urbana.

De hecho, ha sido su hermana Ana la que ha ido destacando como reserva tradicionalista de las esencias británicas, como gran amazona, amante de los perros y la caza.

¿Cuántos años tiene la princesa Ana de Inglaterra?

Como la infanta Elena (58 años), la princesa Ana de Inglaterra (71) está divorciada y tiene además dos hijos, Peter Phillips y Zara Tindall. ¿Sería el relevo más perfecto de la reina Isabel II? Si de lo que se trata es de buscar una continuidad, sin duda: se parecen muchísimo hasta físicamente.

Lo mismo sucede con la reina Sofía y la infanta Elena: con la edad, van asemejándose cada vez más. De hecho, visten de manera muy similar, lo mismo que les ocurre a la princesa Ana y a la monarca británica. ¿Tiene algún futura esta reivindicación de cara a la sucesión? Ninguna.

Pero es muy curioso cómo estas mujeres tan apegadas a la tradición reciben la lealtad de una gran parte de la comunidad monárquica. Como si quien se sentara en el trono, el español o el británico, supusiera algún tipo de revolución.