El libro de Harry le amarga el cumpleaños a Kate Middleton: la princesa de Gales cumple 41 en el peor momento del príncipe Guillermo

Kate Middleton cumple 41 años hoy, 9 de enero. Y si el año pasado celebró los 40 con los delicados retratos realizados por el fotógrafo Paolo Roversi, este año, la bienvenida se la ha dado la polémica desatada por el libro de memorias del hermano de su marido. La pelea detallada por Harry de Sussex en Spare, la autobiografía que en España se titula En la sombra, no deja nada a la imaginación: denuncia que Guillermo de Gales lo atacó, le pegó, lo tiró al suelo y le instó a que le devolviera el golpe. Asñi que la princesa de Gales da sus primeros pasos hacia el trono del Reino Unido en un camino lleno de baches y curvas. Pero ¿está Kate Middleton preparada a los 41 añso para lo que se le viene encima?

A pesar de las controversias familiares y de cómo están evolucionando las monarquías europeas, Kate Middleton está más preparada que nunca para asumir este reto. Todos los años de trabajo, desde que se convirtió en Duquesa de Cambridge tras su boda con el príncipe Guillermo el 29 de abril de 2011, la han ayudado a convertirse en una mujer segura, buena conocedora del camino que transita y cercana a la gente.

Es difícil identificar en ella un traspiés, un comentario fuera de lugar, una actitud equivocada. Kate Middleton se ha convertido en la perfecta princesa de Gales, probablemente, en el mejor momento de su vida.

Seguramente la celebración de su cumpleaños de este año será, como siempre, cálida y familiar. Como suele ser habitual, Kate organizará una fiesta íntima en su casa de campo de Norfolk, Amner Hall, a la que asistirán su familia y sus amigos, este año, por fin, sin las restricciones de la pandemia.

Kate nunca ha sido de organizar celebraciones llamativas. Cuando puede alejarse de las obligaciones de su título, prefiere una fiesta discreta, con una tarta casera, algo que los príncipes de Gales han convertido en una tradición de cumpleaños, y con juegos de mesa después de la cena.

«Mientras esté con su familia y sus amigos más cercanos, es feliz», explicaba una amiga de la familia a The Times. «No le gusta ser el centro de atención. La única vez en que celebró una gran fiesta fue en su 21 cumpleaños y porque la convenció su madre». Sin embargo, el carácter familiar de la celebración no impide que a Kate le guste seguir tradiciones, como por ejemplo vestirse de una forma especial para la cena.

La Kate Middleton de 40 años entró en su nueva década con confianza en sí misma, determinación y muy consciente de su papel. Pocos meses después de su 40 cumpleaños, su vida dio un giro drástico, con la muerte de la reina Isabel II.

La nueva posición de Kate, en la senda de una princesa de Gales que marcó la historia de Inglaterra, Diana Spencer, es, sin duda, un desafío. Pero la nueva Princesa de Gales tiene claras las causas con las que se ha comprometido, como la salud mental, el apoyo a las madres recientes, a los niños y a las personas con problemas de adicción., y cuál es el apoyo que debe dar a su esposo, el príncipe Guillermo.

Otra de las tareas que Kate desarrolla de manera impecable, junto con su vida pública, es la de ser el apoyo de su familia. Es la atenta madre de tres hijos pequeños, que necesitan todo su apoyo. Y sabe perfectamente cuál es el apoyo que debe dar a su esposo, el príncipe Guillermo.

La transformación que ha sufrido Kate en la última década es muy evidente en el desarrollo de su papel, pero hay otros detalles, como su forma de vestir, que hablan de cómo ha evolucionado: sus diseños son más atrevidos, coloristas y brillantes.

Su personalidad abierta y tenaz ha quedado también al descubierto con las dos celebraciones de Navidad organizadas por ella y su interpretación al piano, en la Abadía de Westminster. Kate no llama la atención de forma innecesaria, no es esa su manera de actuar. Pero se mantiene fiel a sus principios y marca su propio camino sin dudar. Es esa mezcla entre discreción y constancia lo que la ha convertido en un personaje indispensable de la familia real. En una «roca», como lo fue el príncipe de Edimburgo para Isabel II.

Hubo un tiempo en que la llamaban «Waity Katy» (Katy la que espera). Su relación con el príncipe Guillermo de Inglaterra, demasiado larga para algunos, no parecía ir a ningún sitio. La prensa, pero también los círculos reales, se llenaron de comentarios clasistas y hostiles contra ella y su familia.

Así que, cuando el 29 de abril de 2011, atravesó el umbral de la Catedral de San Pablo vestida por la británica Sarah Burton para Alexander McQueen con un exquisito diseño de encaje mitad victoriano, mitad isabelino, sus críticos callaron. Pero Kate todavía tenía mucho que aprender. Sean o no ciertas las afirmaciones que han aparecido en alguna ocasión en la prensa, sobre su excesivo perfeccionismo y un autocontrol férreo, la realidad es que Kate Middleton, a sus 41 años y tras 12 de matrimonio, maneja con absoluta soltura la divisa de la anterior monarca británica: «Callar y aguantar».

Hoy ya nadie pone en duda que es una mujer actual y trabajadora, como lo mostraron sus incansables videollamadas durante la pandemia. Esa es su norma: callar y trabajar, esa es la forma en la que Kate ha sabido mostrar su lealtad a la familia real. Un club del que no se puede salir una vez eres admitido. Su comportamiento es irreprochable. Los escándalos y las reivindicaciones son para otros.