a la sombra de Carole Middleton Cómo educan a sus hijos Kate Middleton y el príncipe Guillermo: una frase secreta para calmarlos, un método con disciplina y la suegra como referente

Sangre azul, palacios, protocolos, majestuosidad… Pero los berrinches de los niños igualan a la familia real al común de los mortales. Cada una tiene sus propios secretos, pero Kate Middleton y el príncipe Guillermo han logrado mantener controlados a sus hijos tanto en casa como en los eventos por dos aspectos fundamentales: un método basado en la conversación y dos grandes referentes; los padres de ella (con Carole Middleton a la cabeza).

Lo más importante es una frase, según recogió el autor Tom Quinn en su libro Gilded Youth: An Intimate History of Growing Up In The Royal Family. Con unas palabras, la princesa de Gales es capaz de calmar al príncipe Jorge, de 9 años; la princesa Charlotte, de 7 años; y el príncipe Luis, de 4 años.

En los momentos en los que se descontrolan por la euforia, por la ira o porque simplemente aún desconocen cómo tienen que actuar, las palabras que dice su madre son tres: «Tomémonos un descanso». Como han insistido los trabajadores próximos a la familia, con ese mantra ellos cambian su actitud.

Ocurrió, por ejemplo, cuando estaban de fiesta en el Jubileo de la reina Isabel II. Uno de los pequeños, Luis, empezó a sacar la lengua y a taparse los ojos. Gracias a la implicación de sus padres, el niño reculó (a pesar de ser tan pequeño y aún desconocedor de algunas normas) y fue consciente de que no era el momento. Tuvo que calmar su aburrimiento. Kate se agachaba hacia él, le cogía de la mano y lo miraba, pacientemente. Su objetivo era claro: que se sintiera escuchado.

Jorge, Charlotte y Luis crecen en un ambiente que les permite desarrollarse y dar su opinión con una clarísima línea roja: los gritos. En el momento en el que alguno de los príncipes se sobrepasa, tienen otro procedimiento. El heredero al trono y su mujer sientan al niño que se excede en el sofá. Le separan de los demás y le hacen reflexionar sobre lo que ha hecho para que saque algunas conclusiones.

Según The Sun, los padres les explican con calma y sin alzar la voz para servir como ejemplo. Es el método favorito de Kate y Guillermo, casados desde 2011. Aunque ella es la más estricta de la pareja (por lo que dicen los biógrafos) las decisiones se toman siempre entre los dos.

Los profesionales especializados en realeza británica desvelan que el truco está en ser estrictos sin parecerlo. Trabajan duramente, pero aparentan una naturalidad relajada. Kate, de hecho, se ha formado con un libro llamado The Modern Mother's Handbook, que aúna lo moderno y lo más conservador. En sus páginas, se demuestra que los menores tienen que saber aprender de sus fallos y que explorar con libertad es lo que les hace aprender profundamente.

Pero, sin duda, uno de los aspectos fundamentales es la persona que les ayuda en esta tarea. Los royal tienen muchas responsabilidades y necesitan un apoyo extra. En el caso de los príncipes de Gales es muy reconocida su niñera española María Teresa Turrión Borrallo. Estudió en Norland College, una de las escuelas de formación en la materia con más prestigio. Después de un proceso largo y riguroso, destacó entre trabajadoras de todo el mundo y se unió a la familia real en 2014, cuando el príncipe Jorge era un bebé ocho meses.

Lo que defiende públicamente también lo aplica en privado. En varias ocasiones, la princesa de Gales se ha volcado en concienciar sobre la importancia de los primeros años, como en su campaña Shaping Us. «Se trata fundamentalmente de destacar la importancia crítica de la primera infancia y cómo da forma a los adultos en los que nos convertimos», ha afirmado ante la prensa: «Durante este tiempo sentamos las bases y los bloques de construcción para la vida».

Como aseguró una fuente cercana a la familia real a The Sun, todos guardan las formas en la mesa o escriben notas de agradecimiento, detalles que poco a poco se convierten en automatismos. Además, Kate y Guillermo animan tanto a Jorge como a Charlotte a escribir, dibujar, fotografiar y pintar para sus diarios semanales. Los sentimientos son fundamentales. Lo combinan con juegos al aire libre porque Kate consideran que es uno de los cimientos para que todo el mundo crezca feliz y sano, como describe el Daily Mail.

Kate Middleton tienen dos grandes ejemplos para la educación, sus padres Carole y Michael Middleton. Siempre ha confirmado que tuvo una infancia llena de alegría gracias al compromiso de ellos. Fue tan fluida la evolución, que cuando la royal era adolescente, consideraba que sus progenitores eran sus mejores amigos. Es lo que ella quiere también para sus hijos.

La periodista especializada en los Windsor Ingrid Seward explica que Kate es un producto de su madre. Considera que fue criada para ser perfecta, con un mecanismo que también imita su hija: «Aprendió a navegar de niña, a escalar, a esquiar, a tocar el piano, a jugar al tenis. Todas estas habilidades surgieron porque su ambiciosa madre la animó a aprenderlas». Ella, que no había podido ni ir a la universidad, educó a una futura reina.

Este proceso de educar a la realeza a base de charlas y respeto es muy útil y evita sustos. Ninguno de los tres hijos está por encima del otro. No importa quién sea el heredero al trono. Se atiende a todas las opiniones. De esta forma, descartan que alguno pueda sufrir lo que cuenta el príncipe Harry en En la sombra (Spare): una triste sensación de abandono.