Foto veraniega de la reina Letizia en pleno diciembre: la felicitación de Navidad más extraña de la familia real

Es una tradición que se sigue a pies juntillas en el resto de Europa: las familias reales suelen felicitar la Navidad con alusiones directas a la estética invernal y a las entrañables fiestas que celebran. Hace años que, en España, nos hemos resignado a no observar árboles, luces, calcetines colgados de la chimenea o jerséis de lana roja. Y, sin embargo, la foto que este año ha elegido la reina Letizia va un paso más allá. Es, directamente, veraniega.

Demos algunos datos de esta foto que puedan justificar su elección como felicitación navideña. Se trata de una foto de grupo, los monarcas y sus hijas, en la que puede observarse una vez más el cariñoso trato entre padres e hijas. El rey Felipe se sitúa detrás de la infanta Sofía, cogiéndola por los brazos. La princesa Leonor y la reina Letizia se enlazan en un gesto ya muy característico: la madre coge a su hija de la cintura.

Evidentemente, la expresión de los cuatro miembros de la familia real delata lo mejor de la fotografía: todos aparecen genuinamente felices, sus sonrisas son naturales y no se aprecia ni un ápice de tensión. La satisfacción señala que el día que se tomó esta imagen, el pasado 19 de junio, fue un día de acierto. Los Borbón Ortiz se vistieron de gala para celebrar el décimo aniversario de la proclamación de Felipe VI. Fue un día de homenaje .

Aquel día 19 de junio fue, efectivamente, especial. No solo comenzaron las actividades conmemorativas de la primera década del Rey en el trono, un rosario de eventos que culminó con la presentación de las famosas fotos de Annie Leibovitz para Banco de España. También se inauguró la esperada cuenta de Instagram de la Corona española, un nuevo espacio de comunicación llamado a realzar las actividades de la familia real. Y se presentó el lema elegido para conmemorar el X aniversario: «Servicio, compromiso y deber».

Ese significativo lema figura en la parte exterior de la felicitación, en letras bien grandes. Y, de hecho, ha resultado una profecía autocumplida para los reyes Felipe y Letizia, llamados en la parte final del año a jugar un papel decisivo, al menos a nivel simbólico, en la tragedia provocada por la Dana en Valencia y Albacete. Cualquiera de las imágenes del paso de los monarcas por Paiporta o Chiva representa a la perfección el compromiso de los Reyes con su propio papel.

El texto que acompaña la fotografía finalmente elegida por la reina Letizia alude a las víctimas de la DANA, aún empeñadas en limpiar y recuperar sus casas y sus vidas. Lo hace de manera poética, con unos versos de Francisco Brines, premio Cervantes 2020.

«Y busco un rostro que refleje luz, / alguien que como yo, teniendo muerte sólo, / tenga también, como tuviera yo, venciéndola, la vida», escribió Brines en su poema 'Un rastro de felicidad'. La familia real añade, de su puño y letras, «Con nuestros mejores deseos y gran afecto» y, en letras impresas, «Feliz Navidad; juntos emprenderemos con confianza el nuevo años 2025».

Si la poesía aparece cuando la realidad es demasiado dura para la prosa, podemos sospechar que este año la reina Letizia lo ha tenido complicado para elegir la foto de su felicitación de Navidad. Los tiempos son inciertos en Valencia y más allá. Además, cada nueva fotografía de los Borbón Ortiz que sale a la palestra provoca un río de críticas y alabanzas difícil de gestionar.

Puede que este 2024 hubiera cualificado para que la familia real se reuniera para tomar una foto pensada para este momento, pero el temor a la reacción debe disuadir de cualquier 'innovación'. Así las cosas, hubo que echar mano del álbum de 2024 y elegir el momento más importante para la institución, sin duda aquel 19 de junio en el que se celebró, sin polémicas ni enfados, la proclamación de Felipe VI .

En la elección final de felicitación de Navidad, el fondo es irreprochable; pena que la forma sea un poco decepcionante. La foto es tremendamente veraniega, con la reina Letizia mostrando sus bronceados brazos y la infanta Sofía también con una mono azul marino sin mangas. La imagen es cálida, pero en pleno diciembre nos deja ciertamente fríos.