Margarita Vargas, hija del banquero venezolano Víctor Vargas, junto a su esposo, Luis Alfonso de Borbón. /
Hace casi 20 años que Luis Alfonso encontró a Margarita, probablemente la historia de amor más desconocida, silenciosa y controvertida de la historia reciente de la familia del rey. Con la distancia, al menos en lo institucional y en el ámbito de lo estrictamente público, se nos olvida: Luis Alfonso de Borbón es primo del rey Felipe VI, familia del rey por tanto. Pero no lo tuvo nada fácil el joven Luis Alfonso para encontrar un rumbo a una vida llena de obstáculos. Le sucedió lo peor: perdió a su hermano mayor con 9 años y, debido a la postergación de su padre, el duque de Cádiz , en la carrera por ocupar el trono de España y a su divorcio de Carmen Martínez-Bordiú, se vio sumergido en cierta amargura familiar. Su gesto adusto puede conectarnos desde fuera a su dramática historia familiar, pero tenemos las pruebas de que Luis Alfonso ha pasado página, al menos en lo sentimental.
Las declaraciones de amor de Luis Alfonso de Borbón a Margarita Vargas tienen el eco de otros tiempos, pero no dejan de ser románticas y ciertamente entrañables, aunque vengan etiquetadas como hashtags. El duque de Anjou llama a la duquesa consorte «mi amor verdadero», «media naranja», «mi principal apoyo» «mi compañera en este viaje de la vida», palabras que difícilmente podríamos imaginar en una persona que, con su postura y semblante, comunica tanta seriedad. «Gracias por quererme, cuidarme, apoyarme, comprenderme y aconsejarme. Gracias por estos hijos maravillosos, que son el fruto de nuestro amor y el reflejo de los valores en los que creemos. ¡Siempre te querré!», añade.
En 2019 le felicitaba así en el día de los enamorados: Tengo la suerte de celebrarlo desde hace 17 años, con mi media naranja Margarita Vargas, de quien estoy locamente enamorado». Puede que separe radicalmente su vida personal de su vida pública, pero estas declaraciones no pueden ser más íntimas.
El flechazo entre Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas sucedió en ese planeta que se escapa al ojo mediático que todo lo ve: el de la aristocracia financiera del planeta, a salvo de cualquier escrutinio que pueda revelar las claves de su estilo de vida. Tenía que ser necesariamente una sorpresa, pues el novio no se había distinguido por su historial sentimental con anterioridad, a pesar de ser uno de los solteros de oro de la alta sociedad madrileña. Lo que trascendió de sus hipotéticas novias fueron más rumores que constancias, con lo que el rapidísimo noviazgo y fulgurante boda cogió a los fans de todo lo royal por sorpresa. Y eso que el novio tenía ya sus 30 años.
Tampoco se nos puede olvidar: Luis Alfonso de Borbón es considerado por algunos sectores monárquicos franceses como jefe de la Casa de Borbón de Francia y, por tanto, heredero de los últimos reyes de esta dinastía. De esta forma, Luis Alfonso sería uno de los pretendientes al trono francés, pese a un sector importante de los monárquicos franceses que son más partidarios de la dinastía de los Orleans. Un dato: tanto Luis Alfonso como su esposa y sus cinco hijos, Eugenia (2007), los mellizos Luis y Alfonso (2010) y el pequeño Enrique (2019), tienen nacionalidad francesa.
Y si el novio aportaba madurez y credenciales royal al matrimonio, la novia llevó juventud (tenía solo 20 años) y el apabullante patrimonio de su padre, el banquero venezolano Víctor Vargas. Vargas llegó a decir a un periodista de Wall Street Journal: «La gente dice que tengo un Ferrari, un avión y un yate. Pero no es verdad. Tengo tres aviones, dos yates y seis casas... ¡He sido rico toda mi vida!». Margarita solo era una estudiante de Pedagogía de familia multimillonaria, muy creyente
A propósito de la boda supimos que fue precisamente lo profesional lo que permitió el encuentro entre Luis Alfonso y a Margarita. El duque de Anjou trabajaba como director en el Banco Occidental de Descuento, propiedad de Vargas. De hecho, dicen que en las oficinas de Caracas le llamaban 'el príncipe' y socios y clientes enviaban flores a su despacho cuando llegaba. No es extraño que conociera a la familia Vargas, incluidas sus hijas, en cuanto unió su destino profesional al de la familia Vargas, aunque entonces Margarita era aún demasiado joven. Además, se hizo muy amigo de Francisco Javier D'Agostino, también directivo del mismo banco, que le invitó a su boda. Se casaba precisamente con María Victoria, la hermana mayor de Margarita.
Parece que fue en esa boda donde la relación de amistad entre Luis Alfonso y Margarita dio un paso adelante. Margarita, tradicional y nada dada a las frivolidades, encajó a la perfección con el serio y formal Luis Alfonso. Como hemos visto, su unión está muy sustentada por la coincidencia de los valores en los que ambos creen, especialmente su fe católica. Les unió aún más una tragedia común: Margarita y María Victoria también perdieron a su hermano, cuando tenía 18 años.
Tras la boda en 2004 en República Dominicana, con vestido de Vittorio y Luchino y frente a 1.500 invitados, la pareja residió varios años en Venezuela. En 2010, toda la familia se mudó Madrid, desde donde Luis Alfonso continúa ligado al Banco Occidental de Descuento, ahora como vicepresidente y donde desde 2018 preside el patronato de la Fundación Nacional Francisco Franco. Los Borbón Vargas viven en una casa en la famosa urbanización de lujo de La Finca, en Madrid.
En España, los negocios (gimnasios, taxis...) del cabeza de familia no han tenido mucha fortuna, aunque el matrimonio administra solidariamente la empresa Borvar Inversiones SL, cuyo activo total según el Registro Mercantil superaba los diez millones de euros en 2020. Es precisamente lo financiero lo que ocasiona considerables quebraderos de pareja al matrimonio, que se ha visto salpicado en varias investigaciones debido a fraudes bancarios vinculados a los negocios de la familia Vargas.
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