RIVALES HASTA EN EL ALTAR Así fueron las bodas de Rania y Noor de Jordania: dos enlaces históricos, dos estilos opuestos y dos vidas muy diferentes (y enfrentadas)

Este fin de semana se casa Iman, la hija de Rania de Jordania. El enlace no tendrá nada que ver ni con el de su madre (que fue portada de revistas) ni con el de Noor, que duró apenas cinco minutos..

Si quieres ver los mejores looks de Rania de Jordania, pincha en la imagen/gettyimages

Si quieres ver los mejores looks de Rania de Jordania, pincha en la imagen / gettyimages

Silvia Vivas
Silvia Vivas

Este domingo, 12 de marzo, Iman, hija de Rania de Jordania y el rey Abdalá se casa con Jameel Alexander Thermiotis solo una semana después de anunciarse el magno evento. Ya hemos visto la fiesta de la henna de la novia pero poco más se sabe de cómo será y quién asistirá al enlace. Ni siquiera ha trascendido qué tiara llevará la princesa, aunque tiene para elegir.

Aunque no es su boda, lo cierto es que la reina hachemita la está viviendo como si lo fuera: está presente en cada paso que da su hija, da discursos, dirige la producción audiovisual… Además, Rania ha aprovechado la coyuntura para mandar un recadito a Noor , posando junto a la princesa Muna Al-Hussein, que fue la segunda mujer del rey Hussein y su cuñada, la princesa Haisha bint-Hussein, hermana del actual rey. Así deja claro qué rama de la vasta familia que dejó al morir el rey Hussein es la que manda en Jordania.

Cómo comenzó la mala relación entre Rania y Noor de Jordania

Lo que parecía destinado a ser una gran relación, la de la reina de Hussein, Noor , y la de la princesa de Abdalá, Rania, terminó convertida en una de esas rivalidades entre monarcas jordanas que quedan retratadas en las páginas de la prensa rosa a todo color. Hoy Noor al Hussein («la luz de Husseiz») ya no es reina, y Rania, que lo tenía todo en contra para convertirse en poco más que una de las muchas princesas que transitan por los palacios jordanos, es la reina indiscutible de Jordania.

Al principio se pensó que el hecho de que ambas mujeres fueran extranjeras y se hubieran enamorado a primera vista de un nocle jordano apenas cumplidos los 20 las convertía en la confidentes ideales de la corte jordana: tenían tanto en común que poco hacía presagiar que ahora mismo son rivales. Pero si hubiéramos estado atantos a los detalles hubiéramos descubierto, desde el momento de su boda, que los estilos de Rania y de Noor eran incompatibles.

Cómo fue la boda de Noor y Hussein de Jordania

La reina Noor nació llamándose Lisa Halaby y en su origen norteamericano vieron los críticos de Hussein la oscura mano de la CIA estadounidense. Nada más lejos de la realidad. La mujer que estaba destinada a convertirse en la cuarta y última esposa del rey Hussein conoció a su futuro esposo en 1975 en una visita a Jordania. El flechazo fue instantáneo y la joven de 26 años acabó enamorándose más y más del rey jordano cena tras cena durante seis meses.

La unión de Noor y Hussein fue casi lo contrario a una boda real de las que estamos acostumbrados a ver en los medios. La ceremonia se celebró el 15 de junio de 1978 en el Palacio de Zahran y la nova se convirtió al islam esa misma mañana. La boda en sí se celebró en apenas cinco minutos y ella era la única mujer presente en el enlace. Su vestido de novia fue su primera batalla ganada al protocolo, la corte quería que fuera de Dior, ella prefería un modelo más bohemio de Ives Saint Laurent, al final debió renunciar a los tacones y posar con un vestido sencillo y el anillo de diamantes que fue su regalo de bodas. En cinco minutos, con demasiada pompa y vestida de blanco inmaculado la recién bautizada como Noor acababa de convertirse en reina y madre de ocho hijos.

La gran boda jordana de Rania y el príncipe Abdalá

La unión del actual rey jordano con la reina indiscutible del glamour royal, Rania, fue harina de otro costal. Sorprende comprobar que si se comparan las ceremonias, Rania ganó por goleada, y eso que cuando se celebró su enlace con Abdalá este solo era príncipe y no estaba en las quinielas para gobernar el país.

Como en el caso de Hussein y Noor, lo suyo fue amor a primera vista. Y como en Hussein y Noor la novia le sacaba unos centímetros al novio y el novio unos años a la novia: cuando se conocieron ella tenía 22 años y él 31. Su boda se celebró en 1993, apenas seis meses después de haberse producido el primer encuentro y fue una ceremonia por todo lo alto.

Rania Al-Yassin se convirtió en princesa consorte en una boda real celebrada en el Palacio Zahran en Amman, Jordania, el 10 de junio. Al contrario que el minimalista vestido de inspiración hippy de Noor, la princesa Rania escogió para su enlace un modelo diseñado por el británico Bruce Oldfield con volúmenes, solapas, bordados en oro y un largo velo que hizo de las suyas por culpa del viento.

Vídeo. Los mejores looks de Rania de Jordania

En la recepción, celebrada en los jardines del Palacio Raghadan, Rania escogió otro modelo del mismo diseñador y se dispuso a saludar a sus cientos de invitados llegados desde todas las partes del globo, con la reina Sofía y la princesa Irene de Grecias incluidas.

El besamanos se extendió casi hasta que se puso el sol. Para entonces los agotados novios ya se habían casado, besado en las mejillas a los familiares, saludado a las cinco pequeñas damas de honor que colocaban incansables el vestido de la novia, paseado con escolta de motos por las calles de Ammán para saludar al pueblo, desfilado bajo un arco de sables... La tarta de siete pisos y los fuegos artifciales parecían un guiño del destino: estaba claro que aquella no era la boda de una princesa cualquiera. De hecho, en 1999 se convertiría en la reina más joven del mundo.