Ana María de Grecia acompañada por su hijo Pablo y Marie-Chantal Miller. / GTRES

Vientos de cambio

Marie-Chantal Miller quiere vivir en Atenas: la lucha de Pablo de Grecia por recuperar la nacionalidad helena

Ana María, la última reina consorte de Grecia, y sus hijos Pablo y Nicolás buscan recuperar el derecho que perdieron en 1993 cuando perdieron sus pasaportes.

Entre las noticias sobre Marie-Chantal Miller activando su modo verano, el divorcio del príncipe Nicolás y Tatiana Blatnik o la inminente boda de Teodora de Grecia y Matthew Kumar, dentro de la actualidad de la Familia Real helena se ha colado un asunto de amor calado. Según asegura la portada del periódico griego 'Naftemporiki', la reina Ana María y dos de sus hijos, los príncipes Pablo y Nicolás, están realizando gestiones para recuperar la nacionalidad griega.

Este derecho les fue retirado en 1994 al fallecido monarca Constantino II y a su familia. Un año antes habían sufrido más humillaciones cuando se cancelaron sus pasaportes y, durante un crucero de vacaciones por aguas griegas, su yate fue acosado por buques y aviones de guerra. Entonces el rey, apátrida, se negó a tomar represalias. Su amigo, el heredero naviero y escritor Taki Theodoracopulous, recuerda que Constantino le prohibió criticar al régimen en nombre de la Familia Real: «Nunca se quejaba ni acusaba a sus enemigos».

Otros medios locales han publicado informaciones al respecto que detallan cómo se han iniciado ya los trámites institucionales ante el gobierno. Se afirma que la Familia Real utiliza un sistema de evaluación distinto al de quienes reclaman la ciudadanía griega, y que la decisión final llegará desde «las más altas instancias del ejecutivo».

El príncipe Pablo de Grecia, jefe de la Casa Real y pretendiente al trono griego desde la muerte de su padre en enero de 2023, parece por tanto decidido a luchar en nombre de su familia, como hizo su padre antes que él, para recuperar la nacionalidad griega. Una decisión que llega después de que el año pasado soltara otra noticia bomba. Entonces reveló que él y Marie-Chantal estaban buscando un hogar permanente en Grecia y, en una entrevista con una revista francesa, añadió: «Queremos ser más visibles para el pueblo griego. Nos verán mucho más en el futuro».

Vídeo. Quién es quién en la familia de Marie-Chantal Miller / mujerhoy

Hoy, con la antigua Familia Real dispersa por el mundo, tan solo la viuda de Constantino, la reina Ana María, de 76 años, la 'hermana pobre' de la reina Margarita de Dinamarca, permanece en Grecia, ocupando un modesto apartamento en Atenas. También su hijo Nicolás tiene fijada su residencia en la capital del país.

El exilio del antiguo rey Constantino II y su regreso a casa

Tras ascender al trono en marzo de 1964 a la edad de 23 años, Constantino II abandonó Grecia rumbo a Italia tras dar un golpe de Estado contra la dictadura de los coroneles. El golpe fracasó. En 1973, fue oficialmente depuesto, sus bienes confiscados y la monarquía abolida. Entonces se refugió en Londres con su esposa y sus cinco hijos.

El depuesto monarca llegó entonces a un acuerdo con el Primer Ministro Konstantinos Mitsotakis, mientras Grecia se convertía en una democracia. Un acuerdo entre ambas partes permitió al antiguo soberano recuperar parte de sus bienes. Pero la llegada de un nuevo jefe de gobierno, Andreas Papandreu, lo cambió todo. Temiendo que quisiera volver al poder, en 1994 hizo anular el acuerdo alcanzado con el gobierno anterior y promulgó una ley que privaba a la familia real de su nacionalidad.

Doña Sofía junto a su hermano, Constantino y Ana María de Grecia. / GTRES

Se inició entonces una batalla legal ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y el gobierno griego fue condenado a indemnizar al antiguo rey por privarle de sus derechos. En 2013, Constantino II regresó a su país tras décadas de exilio y se instaló en Porto Heli, donde viviría hasta el final de sus días.

Pero el rencor contra la antigua familia real nunca ha dejado de existir en Grecia, al menos desde el gobierno. Prueba de ello fue, una vez más, la denegación de un funeral de Estado al último rey de los helenos. Así es como Ana María y sus dos hijos se han visto envueltos en una larga y controvertida batalla legal de resultado incierto.

El príncipe Pablo y sus renovados lazos con Grecia

Tras cincuenta años como república, se perciben ahora ciertos vientos de cambio en Grecia. La muerte de Constantino no solo hizo que las banderas y los himnos monárquicos volvieran a las calles de Atenas, sino que obligó a suavizar la postura oficial contraria a cualquier tipo de reconciliación con la monarquía.

Y a la cabeza de este renovado sentimiento monárquico está el príncipe Pablo. Tras llevar una vida acomodada en Londres, donde su familia estrechó lazos especialmente con Carlos y Diana de Gales, ahora vive en Nueva York. Pero su corazón anhelaba Grecia, y el pequeño royal fue criado con la idea de que su antiguo país era su destino.

Ana María de Grecia acompañada por su hijo Pablo y Marie-Chantal, en la coronación de Carlos III de Inglaterra. / GTRES

Mientras su padre viviera, Pablo se sintió obligado a no hacer nada que las siempre sensibles autoridades griegas pudieran considerar provocador. ¿Puede que haya llegado el momento de que los royals europeos más glamurosos reconstruyan sus vínculos con la patria perdida?

Marcando las distancias, el propio príncipe insiste en que no busca recuperar el trono. «Nuestro papel es ser buenas personas y hacer lo que podamos para ayudar al país», dice con modestia. Pero los signos de reconciliación están por todas partes. A pesar de las susceptibilidades políticas, el partido en el poder, Nueva Democracia, tiene un importante ala monárquica, y varias de sus principales figuras mantienen buenas relaciones con la realeza. Las encuestas siguen mostrando una clara mayoría de votantes que prefieren seguir siendo una república, pero la diferencia se ha reducido en los últimos años y muchos parecen abiertos a la idea de un nuevo modelo constitucional.