Los planes sin Letizia de Felipe VI: cenas por su cuenta, viajes privados con sus amigos y una afición que no comparte con la reina

Un restaurante italiano en Pintor Rosales, en el centro de Madrid ha sido la última salida privada del rey Felipe VIsin su mujer, la reina Letizia. Así ha trascendido porque ha sido el propio establecimiento el que lo ha hecho saber en sus redes sociales con una fotografía del monarca acompañado por el personal que trabaja allí.

«Un honor inigualable tener la distinguida visita de Su Majestad el Rey en Più di Prima. Nos sentimos profundamente agradecidos, será una velada única que quedará grabada en nuestra historia con el sello real de aprobación!», manifestaban junto a la foto del hijo de los reyes Juan Carlos y Sofía, muy sonriente.

Esta imagen corresponde al 4 de noviembre, como ha publicado ¡Hola!, que desvela que estuvo junto a sus compañeros de la tripulación del Alfos, de la Armada y de la Copa del Rey. Asimismo, añaden que disfrutaron de un menú ya cerrado y que el ambiente que les rodeaba era «muy entrañable, agradable y sencillo». Además, hemos podido saber que la reina Letizia ya había estado allí con un grupo de amigas, cerca de diez, hace un año y medio.

Esta es una de las salidas privadas del rey Felipe que ha trascendido en las últimas semanas en las que ha tenido una intensa agenda personal (la mayoría de edad de su hija Leonor y su jura de la Constitución) e institucional (la investidura del presidente Pedro Sánchez). No en vano este mismo jueves recibía en Zarzuela a la presidenta del congreso de los diputados, Francina Armengol y el viernes al propio mandatario que prometía su mandato ante el monarca.

A estas circunstancias debemos unir la visita de Estado a Dinamarca que se vio salpicada por la publicación en Lecturas de unas fotografías del príncipe Federico con Genoveva Casanova, que han generado una tormenta mediática en todo el mundo. Así como ahora se pone en entredicho la felicidad conyugal del hijo de la reina Margarita de Dinamarca y Mary Donaldson, los reyes de España gozan de una buena salud como pareja, con sus respectivos planes por separado.

Todavía resuenan en las portadas de las revistas del corazón de este miércoles, la presencia de la reina Letizia en la firma de libros de su gran amiga Sonsoles Ónega, en Madrid, a quien fue a apoyar después de la aparición de una demoledora crítica contra la ganadora del premio Planeta en El País. Esta irrupción sorpresa de doña Letizia se engloba también en esos planes privados en solitario que no suelen salir de ese ámbito, aunque en esta ocasión tuvo una enorme difusión pública por la presencia de medios de comunicación.

Otro de los restaurantes que ha visitado el monarca en los últimos tiempos, según Monarquía Confidencial, ha sido el asturiano Ferreiro, en el Paseo de la Florida de Madrid. Según este medio, no siempre ha reservado y se ha presentado de manera espontánea. Entre los amigos que le han acompañado se encuentra Álvaro Fuster, con quien tiene estrechos vínculos desde que ambos estudiaban en el colegio Santa María de los Rosales.

También LOC dio cuenta de su visita al restaurante La Castela, poco antes de la jura de bandera de Leonor, muy cercano a El Retiro. Aseguraba que, aunque no tuvo que pagar la cuenta, porque le invitaron, Felipe VI habría dejado una propina de 50 euros y habría salido con total normalidad sin tratar de pasar inadvertido. Algo complicado, si tenemos en cuenta su estatura, 1 metro y 97 centímetros.

El pasado mes de septiembre, también en visita privada a Zaragoza para ver a la princesa de Asturias, almorzó en el restaurante Tajo Bajo, especializado en cocina aragonesa. En esta ocasión estuvo acompañado por unas 30 personas. El chef, Rubén Martín, desvelaba al Heraldo de Aragón el menú que habían degustado: ​​croqueta de borraja, cecina de buey con queso Patamulo, gyozas con ternasco de Aragón, arroz cremoso de boletus, alcachofas fritas y corteza de cerdo.

No es muy frecuente que trasciendan las escapadas del rey Felipe sin su mujer, pero de algunas sí hemos tenido noticia. El pasado mes de junio, por ejemplo, viajaba a Motril para participar en un acto previo al Día de las Fuerzas Armadas en Motril. Allí estuvo comiendo en el restaurante Las Tinajas y también se dejó constancia en las redes sociales. La reina se encontraba en Madrid y llegaría a esta localidad al día siguiente para participar en este acto de su agenda institucional.

En enero Felipe VI realizó también un viaje a Sierra Nevada, donde estuvo acompañado por unos amigos. Se pudo constatar su presencia en el apartahotel Travenque y en El Lodge, además de en el restaurante La Alcazaba, situado en la propia estación de esquí. Allí pudo disfrutar de uno de sus deportes favoritos, afición que no comparte la reina, aunque sí hay testimonios gráficos de los inicios de su relación en Baqueira-Beret de la reina disfrutando de este deporte de invierno al que es tan aficionado la familia Borbón y Grecia.

Fue precisamente hasta la estación leridana donde se desplazó Felipe VI en febrero después de no haber pasado por allí en cuatro años. Estuvo acompañado, entre otros, por Pedro López Quesada. Lo más comentado fue que casi coincidió en el tiempo con la estancia del que fuera su cuñado, Iñaki Urdangarin, con su actual pareja, Ainhoa Armentia.