Por qué se perdió el vestido de novia de Ana María de Grecia que han encontrado en Tatoi: una huida, una tragedia y una novia enamorada

Era un vestido de novia destinado a hacer historia, pero el devenir de la familia real griega no fue precisamente el que esperaban. Ahora décadas más tarde, cuando la institución monárquica es un remoto recuerdo para los griegos, ha reaparecido el traje de Ana María de Grecia , última reina del país y cuñada de la reina Sofía.

Este traje se había dado por perdido y ha sido encontrado en el lugar más lógico, el palacio de Tatoi , que la familia abandonó para marcharse al exilio, primero a Roma , después a Copenhague y posteriormente a Londres. Ahora que el mencionado palacio está en obras ha reaparecido y no está muy claro cuál puede ser su destino, pero según destacan en Royal Central, podría acabar en un museo real.

Este histórico descubrimiento ha sido comunicado por el periodista girego Andreas Magos, quien ha compartido imágenes del traje que, al parecer, estaba guardado en una caja de metal en la que estaban grabadas las iniciales de la mujer de Constantino de Grecia, fallecido el pasado 10 de enero .

Debemos recordar que cuando la familia real abandonó el palacio, una vez destituido el rey, dejaron muchas de sus posesiones. Años más tarde lograron recuperar muchas de ellas, pero no este famoso vestido con el que se casó en 1964. La hermana de la reina Margarita de Dinamarca y el hermano de la reina Sofía tuvieron cinco hijos de ese matrimonio, el más popular de todos ellos, Pablo de Grecia, casado con Marie Chantal Miller.

El presente del pasado de este palacio está marcado por los daños que sufrió durante unos incendios forestales que tuvieron lugar en 2021. Esto ha supuesto un esfuerzo de renovación que sigue en marcha. Ya no pertenece a la familia real griega, pero sí siguen utilizando su cementerio privado, que es donde yacen ahora los restos mortales de Constantino. En el futuro de este histórico emplazamiento se convertirá en un hotel de lujo y spa, con un museo dedicado a la historia de la familia real griega.

Respecto a la boda de Ana María de Grecia y Constantino tenemos que señalar que fue un acontecimiento de primer nivel. Ese 18 de septiembre de 1964 los focos de la prensa internacional estaban puestos en este enlace real para el que la novia eligió a uno de los diseñadores más importantes de dinamarca, Holger Blom, que contó con la colaboración de Jorgen Bender.

Era un traje muy acorde a las tendencias de la época, confeccionado en raso y encajes, con escote redondeado y manga francesa. De talle imperio, uno de los elementos más definitorios del traje era su larga cola, que medía aproximadamente seis metros de largo, lo que le dotaba de una gran espectacularidad.

El vestido había estado desaparecido, pero no así los complementos que lució la novia. Hablamos de un delicado velo de encaje irlandés y la tiara jedive de Egipto, que también lució en el día de su enlace su hija Alexia con el arquitecto canario Carlos Morales. Ambas piezas de gran valor histórico habían pertenecido a la abuela materna de la princesa Ana María, la princesa Margarita de Connaught, a quien no llegó a conocer.

Como parte de la tradición familiar, tanto el velo como la tiara pasaron a Ingrid de Suecia, madre de la princesa Ana María y de la actual reina, Margarita. En estos días la familia real danesa está siendo noticia especialmente por la aparición de las fotografías de Genoveva Casanova con el príncipe heredero, Federico, sobrino de la cuñada de la reina Sofía. Ana María, de 75 años, ha vivido durante muchos años en Londres y está apoyada en presencia y en la distancia por todos sus hijos y nietos.