El príncipe Harry y Meghan Markle, en una de sus últimas visitas juntos al Reino Unido. /
Desde que, con el famoso 'Megxit', el príncipe Harry y Meghan Markle abandonaran Londres con destino a Estados Unidos, los duques parecen felices con su nueva vida en la soleada California . El benjamín de Carlos III aseguraba recientemente al programa estadounidense 'Good Morning America' que su nueva vida en Los Ángeles era «increíble» e incluso sorprendía a propios y extraños al asegurar que se planteaba solicitar la nacionalidad en su país de adopción: «Se me ha pasado por la cabeza, aunque ahora no es la prioridad».
Sin embargo, expertos en la realeza sugieren ahora que el joven royal estaría planeando buscar un nuevo hogar permanente en el Reino Unido, ya que «inevitablemente» echa de menos su vida en Gran Bretaña. Recordemos que el duque de Sussex carece de una residencia oficial en su país de origen después de su desalojo de Frogmore Cottage el año pasado.
En declaraciones al 'Mirror', el escritor Tom Quinn ha asegurado que «a medida que pasa el tiempo, Harry echa de menos algunos aspectos de su antigua vida en el Reino Unido. Inevitablemente, el período de luna de miel en el que todo en Estados Unidos es nuevo y emocionante está llegando a su fin y Harry está mirando al pasado».
Pero además de esa morriña por el 'fish and chips' y el fútbol en condiciones, parece que hay otra razón más controvertida por la que Harry querría tener un cuartel general en la vieja Inglaterra. «Echa de menos a sus amigos de Eton y del ejército, muchos de los cuales no le han visitado porque no se llevan bien con Meghan», asegura Quinn, cargando las tintas sobre la antigua protagonista de 'Suits'.
Estas revelaciones entroncan también con la sincera confesión del príncipe Harry en su libro de memorias 'Spare', publicado en 2023, sobre la profunda tristeza que sintió al abandonar Frogmore Cottage, su antigua residencia real en los terrenos del castillo de Windsor. La residencia fue un regalo a los Sussex por parte de la fallecida Isabel II en 2019. Fueron Harry y Meghan los que financiaron de su bolsillo las costosas reformas de la propiedad, tras recurrir inicialmente a fondos públicos, que posteriormente reembolsaron.
Sin embargo, su estancia en la vivienda de cinco dormitorios fue efímera. A finales de 2019, habían declarado su intención de retirarse de sus deberes reales y al año siguiente, Frogmore Cottage ya no era su hogar.
El príncipe Harry durante una entrevista para la televisión. /
En su autobiografía, Harry relata un momento conmovedor en su antigua residencia en Inglaterra, tras el funeral del príncipe Felipe , mientras esperaba a tener una reunión con su padre y su hermano Guillermo. Solo en la casa, se sintió invadido por una oleada de tristeza al darse cuenta de que lo que una vez imaginó como su «hogar para siempre» se había convertido en una escala más en su vida. «Érase una vez, este iba a ser mi hogar para siempre. En lugar de eso, había demostrado ser solo otra breve parada», podemos leer en el libro.
Tom Quinn expone como motivo de esta búsqueda de casa en Inglaterra, la batalla legal del príncipe Harry «para conseguir que el contribuyente británico pague por su seguridad».
El royal lleva desde hace meses inmerso en una disputa legal con el Ministerio del Interior británico y recientemente ha intensificado su lucha por la decisión del Gobierno de rebajar las medidas de seguridad para él y para su familia cuando se encuentra en el Reino Unido, llevando su caso ante el Tribunal de Apelación después de que un juez del Tribunal Superior desestimara su recurso inicial.
Esta disputa comenzó cuando el Ministerio del Interior, que supervisa la actuación policial, revocó su derecho a recibir protección policial automática durante sus estancias en el Reino Unido en febrero de 2020. De momento los tribunales le han dado espalda, pero si realmente está decidido a volver pronto a Europa, puede que tenga que encontrar una nueva manera de mantener a su familia a salvo sin la protección a las que está acostumbrado. O tal vez, ya que Meghan parece decidida a no pisar Inglaterra nunca más, encuentre un lugar para él solo. Aunque eso no sería una buena señal, ya que nos recordaría demasiado al actual caso de Jennifer Lopez y Ben Affleck .
Sin una residencia real oficial a su nombre, Harry y Meghan deben alojarse con amigos o en un hotel cada vez que visitan el Reino Unido. Mientras tanto, el matrimonio vive más que cómodamente junto a sus hijos Archie y Lilibet en su lujosa mansión de 14 millones de euros en Montecito, California.
Los duques de Sussex durante la recepción tras su boda. /
Aunque la pareja ha tratado de mantener el interior de su morada de 16 dormitorios en privado, el exterior de la propiedad incluye una gran piscina, una pista de tenis y un gallinero, además de una amplia terraza con barbacoa.
En una entrevista para 'The cut', Meghan Markle se sinceraba sobre el impacto que su nueva residencia familiar ha tenido en su vida. «Hicimos todo lo que pudimos para conseguir esta casa», dijo a la revista. «Porque entras y te sientes... feliz. Y respiras. Y estás en calma. Es curativa. Te sientes libre».