La conexión secreta entre Silvia de Suecia y Rania de Jordania: un vínculo incómodo que comenzó la reina Noor

La cumbre entre Jordania y Suecia en Amman respira geopolítica por los cuatro costados y, de hecho, allí se reúnen empresarios, políticos y embajadores para ampliar la delegación diplomática sueca y estrechar lazos comerciales.Todo eso discurre en los despachos, porque para atestiguar las conversaciones disfrutamos, menos mal, de sus respectivas reinas. Silvia de Suecia y Rania de Jordania ya pasean por banquetes y eventos, en un duelo de reinas espectacular.

Como cada vez que sucede un viaje oficial de cualquier casa real, ya tenemos fotos para el recuerdo de Silvia y Rania de Jordania , protagonistas de un duelo de estilo que no se está zanjando con la previsible victoria de la rival más joven. El apabullante clasicismo de Silvia de Suecia ha ganado enteros en los últimos meses, hasta el punto de eclipsar a la monarca más estilosa de mundo árabe. Apostó muy fuerte: citando a Jackie Kennedy.

Con Silvia y Rania, contemplamos lo mejor del estilo royal del siglo XX junto a la primera monarca de la tendencia. No tienen nada que ver desde el punto de vista de la moda, pero las dos reinas comparten agenda y derrochan complicidad, herencia de una larga relación que se ha concretado en eventos clave. Aunque esta es la primera visita oficial del rey Gustavo a Jordania en 33 años, las monarcas se han visto mucho más.

Aunque en estos tiempos de crisis energética casi todos los países de la Unión Europea están activando sus lazos con países estratégicos en esta materia, la relación entre Suecia y Jordania da mucho más de sí. Y no solo porque esta visita de Estado coincida con la apertura del Instituto Sueco para el Diálogo entre Oriente Medio y el Norte de África. Claramente, Suecia se postula como mediadora entre estas dos regiones del mundo, en las que no faltan tensiones.

La reina Silvia y la reina Rania se han visto en varias ocasiones en citas internacionales, entre ellas bodas y, desafortunadamente, funerales como el de Isabel II. Pero su relación va más allá de la cortesía a la que obliga la pertenencia a una familia reinante: desde ambas casas hablan de lazos de amistad personal y vínculos duraderos, más allá de lo político (Suecia destaca por su apoyo a los refugiados palestinos) o comercial.

Rania de Jordania se propone como cómplice principal en las causas benéficas impulsadas por la reina Silvia de Suecia, en una alianza poco frecuente entre monarcas. Silvia fundó en 1994 la organización sin ánimo de lucro Mentor International, un programa para ayudar a los jóvenes a llevar vidas saludables, alejados de peligros y malos comportamientos. En 2006, la fundación abrió su delegación en Arabia, bajo la protección de Rania.

En aquel momento, se visibilizó la intención de ambas casas reales de trasladar su relación de complicidad y amistad a la siguiente generación, pues las reuniones entre Silvia y Rania se produjo en presencia de la princesa Rym Ali y la princesa Majda Raad. Esta intención de que no se pierda el vínculo entre ambas familias es, como vamos a ver, mutuo.

En 2018, la princesa Victoria y su esposo, el príncipe Daniel, protagonizaron una visita oficial a Jordania, donde se pudo ver la especial relación que la pareja heredera al trono mantiene con el rey Abdulá y la reina Rania. De hecho, ambos asistieron a la boda de ambos, en 2010. Los reyes de Jordania también visitaron Estocolmo en 2003, en su primera visita oficial de Estado a Suecia.

En 2015, la reunión anual de la Asamblea de la ONU volvió a visibilizar los pactos entre reinas, pues Silvia dio una conferencia y organizó una gran cena benéica par recaudar fondos para su fundación, World Childhood Foundation, creada en 1999 para ayudar a los niños más vulnerables de todo el mundo, especialmente a aquellos que son víctimas de abusos sexuales y explotación. Rania unió fuerzas con su amiga royal también en aquella ocasión.

¿Cómo podemos explicar esta exótica conexión, que va más allá de los vínculos políticos y comerciales? Probablemente, citando a una persona que se ha convertido en la mujer más incómoda para la familia real Jordana, no solo para Rania, que la consideró una rival directa, sino para el rey Abdalá. Hablamos de Noor de Jordania, cuyo hijo mayor pudo ser rey (en vez de Abdalá) y que ha terminado en libertad vigilada por impulsar un golpe de estado.

La amistad entre la casa real jordana y la sueca tiene mucho que ver con el rey Hassan y la reina Noor, una reina extranjera cuya biografía sirvió para modernizar Jordania y abrirse a Estados Unidos, su país natal. Pero no solo Estados Unidos: los ascendientes de Noor también promovieron los vínculos con Suecia. La madre de Noor, Doris Carlquist, nació cerca de Washington, pero su familia procedía de Suecia. Increíble lo lejos que han llegado las relaciones que tejió Noor. Y qué ironía que Silvia continúe con Rania lo que empezó con una reina, hoy exiliada.