Contacto con tacto

Camilla la lía en Normandía: por qué todo el mundo está hablando de este extraño momento de la reina y Brigitte Macron

Brigitte Macron y la reina Camilla vivieron un momento incómodo en el aniversario del Día D cuando la primera dama francesa intentó estrechar la mano de la royal británica.

Brigitte Macron y la reina Camilla en el aniversario del Día D. / gtres

Jorge C. Parcero
Jorge C. Parcero

En septiembre del año pasado Carlos III mostró su mejor faceta diplomática en su visita de Estado a Francia , mostrándose muy afectuoso con el presidente Macron, al que dicen le une una buena amistad. De hecho llamó la atención cómo el mandatario galo le dio palmadas en la espalda y se mostró de lo más cariñoso con él, algo que según publicó entonces el 'Daily Mail' no debió sentar especialmente bien a un monarca que al parecer «odia absolutamente que le toquen». Ahora, nueve meses después, hemos vuelto a vivir un caso similar, pero con Brigitte Macron y la reina Camilla como protagonistas.

La primera dama gala pareció cometer un pequeño paso 'faux pas' al intentar coger de la mano a una Camilla, digamos, bastante reticente. El percance se produjo cuando las dos damas, ambas vestidas de blanco, depositaron coronas de flores en el Memorial Británico de Normandía en Ver-sur-Mer con motivo del 80 aniversario del Día D .

Tras depositar sus flores, se retiraron para reflexionar un momento y fue entonces cuando la esposa de Emmanuel Macron tendió la mano a la Reina, pero Camilla pareció algo reacia a ofrecerle su mano enguantada. Después de apretar ligeramente la mano de la royal, Brigitte Macron la soltó y ambas se quedaron de pie, una al lado de la otra, delante del monumento.

¿Se debe tocar o no a un miembro de la realeza?

Aunque el gesto de la francesa fue sin duda bienintencionado, el contacto directo con los miembros de la realeza, y en concreto con la Familia Real británica en ese caso, es siempre un asunto espinoso.

Según se puede leer en la página web de la Corona británica, «no hay códigos de conducta obligatorios» cuando se conoce a la Reina o al Rey, pero existe una norma no escrita según la cual no se debe ir más allá de un apretón de manos. Mientras que los miembros más jóvenes de los Windsor, como el príncipe Guillermo o Kate Middleton , son conocidos por tener una actitud más relajada a este respecto y repartir abrazos sin recelo, la generación de más edad sigue el ejemplo de la difunta Isabel II, que siempre guardaba la distancias con sus súbditos.

Cabe destacar que el presidente Emmanuel Macron también hizo esperar a Carlos y Camilla al llegar 20 minutos tarde a la ceremonia conmemorativa del Desembarco de Normandía, algo que no contribuyó a un ambiente relajado. Los royals ya estaban sentados esperando a que comenzara el evento cuando el jefe de Estado francés finalmente llegó al Memorial.

Ni desde el Eliseo ni desde la Casa Real británica se han hecho comentarios sobre lo sucedido en la ceremonia, pero los medios de comunicación franceses se percataron de lo sucedido, y el detalle fue ampliamente difundido. La web de noticias Cnews por ejemplo publicó: «Mientras los reyes de Inglaterra ya estaban instalados, Emmanuel Macron y su esposa llegaron veinte minutos tarde a la ceremonia franco-británica, lo que escandalizó a los ingleses». Dos días antes, Macron también llegó casi una hora tarde a la primera conmemoración del Día D en Plumelec (Bretaña).

Otros episodios de manos demasiados largas

El caso de Brigitte Macron no es el primero que ha llamado y mucho la atención cuando alguien se ha mostrado demasiado cariñoso con la realeza británica. La estrella de la NBA LeBron James o el actor Tom Cruise se no dudaron en abrazar o estrechar la mano de la princesa de Gales, por ejemplo. Más llamativo aún fue el momento en el que Michelle Obama se mostró de lo más cercana a Isabel II en el Palacio de Buckingham.

Los Obama visitaron a Su Majestad en abril de 2009, y entonces la primera dama rodeó con un brazo a la monarca, que correspondió al gesto de forma muy natural. Aunque el 'incidente' levantó ampollas en su momento, al reflexionar sobre la interacción diez años después, durante un acto promocional en Londres por la publicación sus memorias, Michelle Obama dijo que se trataba de una «reacción humana natural».

Isabel II y Donald Trump dándose un apretón de manos. / GTRES

Años después, sucesor de su marido en la Casa Blanca, Donald Trump , también causó estupor al aparecer dándole palmaditas en el hombro a la Reina cuando se puso de pie para brindar por él durante un banquete de Estado en 2019. Mientras la monarca se levantaba con su copa de vino espumoso, el presidente alargó la mano izquierda y se la puso detrás del hombro derecho, como si quisiera darle una palmadita.

Aunque el protocolo no lo prohibe expresamente, se considera de muy mala educación tocar a un miembro de la familia real en un entorno tan formal. La Reina entonces no reaccionó y siguió ejerciendo de amable anfitriona.