Letizia, a la altura de las circunstancias: «Tenéis razón», la reina llora, abraza y consuela a las víctimas de la DANA en Paiporta

Durante la visita de los reyes Felipe y Letizia a Paiporta, una de las localidades más afectadas por la DANA , el monarca intentaba razonar con los vecinos indignados que se le acercaban. No era fácil: la mayoría había perdido casa, coche, enseres, recuerdos personales. Muchos, además, seres queridos. La sensación de abandono, además, empeoraba todo. ¿Cómo dialogar con la desesperación? La reina Letizia, sin embargo, callaba. Y lloraba.

Las imágenes dicen mucho, aunque la mayoría de las personas que se han desplazado al sur de Valencia para ayudar en las tareas de limpieza coinciden: imposible hacerse una idea del destrozo que ha producido la DANA solo repasando fotos y vídeos en las redes sociales. De hecho, vimos a la reina Letizia impresionada . Por la desolación que veía a su alrededor y, probablemente, también por el olor.

Aunque algunas personas en redes sociales tratan de leerle los labios a la reina Letizia , es imposible imaginar qué estaría diciéndole a su equipo de seguridad cuando, al comenzar la lluvia de barro, la llevaron corriendo al coche para que se refugiara. Únicamente sabemos que no quiso hacerlo: se dio la vuelta para conversar con las vecinas que se le acercaban. También vimos que uno de sus escoltas llevaba una brecha en la frente, probablemente por una pedrada.

Con el paso de las horas, algunas personas de Paiporta advirtieron que las protestas más graves contra las autoridades, las más violentes, no fueron producidas por personas de la localidad. La misma alcaldesa, Maribel Albalat, contó en Televisión Española que estaba entristecida porque no conocía a muchas de las personas que tiraban barro y que estaban allí esperando a los coches oficiales.

Evidentemente, la tensión explotó por múltiples causas, una de ellas la desesperación de los ciudadanos de Paiporta al comprobar que se detenían las tareas de limpieza, achique y búsqueda para recibir a los monarcas. También porque hasta ayer por la tarde, ninguna autoridad se había dejado ver por la zona cero del desastre en Valencia . Había mucho acumulado, como pudo comprobar Letizia en el cuerpo a cuerpo con las vecinas.

Impresionada, por momentos asustada y, finalmente, conmocionada. La reina Letizia pasó por un carrusel de emociones durante la hora escasa que duró la visita de los reyes a Paiporta, primera parada de una salida que debía terminar en Chiva. No pudo ser, seguramente aconsejados por los servicios de seguridad. Recordemos que Pedro Sánchez tuvo que ser evacuado tras sufrir una agresión.

Casa Real llegó a enviar un mensaje a los informadores para precisar la situación de la reina Letizia durante la visita a Paiporta. Decía lo siguiente: «Para tu información, no es cierto que Su Majestad la Reina haya abandonado la visita. En todo momento ha estado presente, escuchando los testimonios de los vecinos». Las cámaras siguieron al rey Felipe en todo momento y se le vio aguantar estoicamente y con argumentos el chaparrón de barro, pero Letizia también estaba allí.

Con la carra manchada de barro, con fango en las manos, en la chaqueta, en el pelo, la reina Letizia reaccionó con empatía total ante los relatos que le iban trasladando las vecinas. Algunas, muy enfadadas, llegaron al grito ante la consternación de la reina, consciente de lo imposible de la situación. «No te falta nada. Nosotros no tenemos ni agua... y está la gente aquí muriéndose», le recriminaron. «Hay muertos ahí dentro», clamaban.

Con algunas vecinas, más llorosas que iracundas, la reina Letizia pudo intercambiar algunas palabras. «Lo siento mucho, lo siento mucho, lo siento mucho», repetía con los ojos llenos de lágrimas. Y se echaba las manos a la cabeza, se tapaba la boca, bajaba la cabeza, cariacontecida. Durante su trayecto, Letizia sujetó las manos de muchas, a otras las abrazó y dos o tres se echaron en sus brazos, aferrándose a ella como si fuera el último palo de un barco en zozobra por la tormenta.

La reina ha escuchado a varias vecinas que se han acercado a ella para mostrar su enfado y su impotencia. «Se podía avisar y no nos avisaron», ha lamentado una de las mujeres de esta localidad devastada por la riada, donde al menos hay 60 fallecidos. « Muchas muertes, muchas muertes, no es así. Nos podían haber avisado de esto», ha exclamado. «Tienes razón, tienes razón», ha respondido Letizia, tratando de consolarla a esta mujer a quien ha terminado cogiendo de las manos y abrazando.

«Tres días para que llegue el ejército, no tenemos ropa, no tenemos comida, no tenemos nada», han lamentado dos vecinas de Paiporta a la reina. Letizia, en medio de la indignación de las víctimas, se ha solidarizado. «Cómo no van a sentirse así. Cómo no van a estar cabreados», ha afirmado. «Doña Letizia, no era el día para venir. No tenéis culpa, pero no era el día para venir», la consoló un joven, al final de su visita. Fue el momento en el que, ya cansada y muy triste, rompió definitivamente a llorar.